La historia no se olvida
- Análisis
Análisis y reflexiones sobre el papel que jugaron los medios privados en el 11-A
Durante los hechos del 11, 12 y 13 abril de 2002, los medios audiovisuales (como Venevisión, Globovisión y Radio Caracas Televisión), jugaron un papel de suma importancia en los sucesos del golpe de Estado en contra del fallecido presidente de la República Hugo Rafael Chávez Frías, ya que se convirtieron en el centro de una conspiración política a través de una plataforma mediática que se configuró para justificar la salida inconstitucional del primer mandatario nacional.
En este sentido, desde muy temprano en la mañana del 11– A, se percibía el propósito que tenían las empresas televisivas del país en la situación insurreccional que se estaba gestando para la estocada final. Las informaciones que iban y venían sobre los acontecimientos, determinarían la pauta informativa de lo que iba a pasar durante el día.
Dentro de este panorama, la oposición venezolana alineada con estos medios había hecho la convocatoria a una movilización social en respaldo a la directiva de Petróleos de Venezuela y al paro general que se congregaría en el edificio de PDVSA, con sede en Chuao. Esa misma marcha, al llegar al sitio, fue desviada hacia el centro de Caracas, es decir a Miraflores. En ese contexto, ya se preveía un conjunto de acontecimientos que iban a desencadenar en una inminente confrontación, entre la marcha de la oposición que fue desviada hacia el centro de la capital y la multitud que se congregó a favor del gobierno nacional en las inmediaciones del palacio presidencial.
Mientras que esto sucedía, se observaba a través de Venevisión, Globovisión y Radio Caracas Televisión, las consignas golpistas que decían; ¨fuera Chávez¨, ¨llegó la hora¨, ¨ni un paso atrás¨, ¨hoy es el día¨. Era como si los medios ya sabían lo que iba a pasar. No obstante, el Presidente, que todavía estaba en funciones constitucionales, convoca a una cadena de radio y televisión con el objetivo principal de transmitir al pueblo venezolano seguridad, confianza y el pleno control de la situación, restándole así importancia al paro y a la marcha opositora que se caracterizaba como irracional y fuera de contexto. Sin duda alguna, era una estrategia política por parte del primer mandatario.
Sin embargo, cuando se estaba difundiendo la cadena nacional, estos medios aprovecharon para desvincularse de la alocución presidencial y comenzaron a retransmitir en pantalla paralela los hechos violentos que acontecían en las calles del centro de la capital, como asesinatos y heridos de personas que se encontraban en ambas marchas. De esta manera, se construyó el argumento perfecto y el encuadre mediático que legitimaría el golpe de Estado y sus efectos políticos, la cual iba a reforzar la condena política contra el ejecutivo nacional.
En este sentido, el 12 en la madrugada se anuncia por los medios audiovisuales la supuesta renuncia de Chávez, y se debate sobre la junta de transición del gobierno con sectores de la derecha que celebran la caída del ¨Dictador¨´. Al día siguiente, comenzaba un nuevo capítulo político para los venezolanos que duró muy poco tiempo de vida. A medida que transcurrían las horas, estos canales de televisión iban difundiendo a los televidentes una visión parcializada de la realidad. Entre comiquitas y películas mostraban al país una supuesta calma y normalidad con el fin de que la gente fuera olvidando lo que había pasado. ¿Acaso esto no se llama desinformación y manipulación mediática?
Paralelamente, en medio del conflicto que se vivía durante el día, se rumoraba que el presidente Chávez no había renunciado y que lo tenían secuestrado para liquidarlo. Esto produjo intensas movilizaciones populares en múltiples sectores de la población, principalmente en el centro de la Caracas, las cuales exigían el respeto a la constitución y el regreso del primer mandatario a sus funciones constitucionales. En horas de la tarde, Pedro Carmona Estanga (presidente de Fedecámaras) con el apoyo de los sectores golpistas y los medios privados convocan una cadena nacional de radio televisión, para leer el acta de constitución del “gobierno de transición democrática y unidad nacional”, en la cual se auto proclama Presidente de la República de Venezuela y disuelve todos los poderes constituidos.
Luego del mensaje presidencial que dirigió Estanga a la nación, el pueblo que apoyaba a Chávez se fue organizando y creó una red informal de comunicación que retroalimentaba las concentraciones y orientaba las actuaciones dentro de ellas, la gente estaba pegada a sus teléfonos celulares y los móviles sonaban sin parar para transmitir información, los medios alternativos también ayudaron propagando la noticia de que el presidente lo tenían secuestrado.
El día 13-A los sectores populares siguieron protestando y se concentraron en las adyacencias del palacio presidencial, el fervor en las calles era tanto que obligaron a los golpistas a salir de Miraflores, las consignas del regreso del presidente no se hicieron esperar. El trece en la madrugada Chávez vuelve a sus funciones constitucionales y el golpe queda frustrado.
Cabe destacar que el apoyo de los distintos medios alternativos y comunitarios fue fundamental para el proceso de información sobre lo que pasaba con Chávez, ya que los medios privados ocultaban todo lo que tenía que ver con el primer mandatario. Por eso, la idea era crear una contraofensiva comunicacional que sirviera para desmontar lo que mostraban las otras televisoras.
Eficacia de los medios en el golpe de Estado
Según el sociólogo de la UCV, Miguel Contreras, en su artículo Efecto a una condena a la política revuela¨ publicado en la revista venezolana de Economía y Ciencias Sociales, planteaba que el discurso televisivo por parte de los medios privados generó una red de significados, el cual influyó de manera directa en la conspiración política contra el gobierno nacional..
¨Sin duda, la repercusión incesante de los acontecimientos por parte de la televisión fue una de las condiciones técnicas y semióticas de la eficacia simbólica del discurso mediático el día (11-A). En ese torrente mediático, algunas palabras, algunos fragmentos de frases, algunas imágenes de violencia terminaron por fijarse y reproducirse en el imaginario de las audiencias televisivas (tanto nacional como internacional). En pocas horas, y como consecuencia de la eficacia simbólica del discurso de condena de los medios y de la construcción de los acontecimientos desde el encuadre mediático, la legitimidad del gobierno se resquebraja y se produce el golpe de Estado que depone al presidente Chávez en horas de la noche´´ (Contreras, 2005).
Por otro lado, el autor Richard Clutterbuck en su libro Los medios y la violencia política se refiere a que los medios pueden ser presa fácil de la estrategia de los violentos. ¨La actitud ética o menos ética de los medios, su nivel de reflexión y responsabilidad, están llamados por eso a condicionar sin duda ninguna la aceleración o desaceleración de la violencia social¨ (Clutternuck, 1985, p. 14).
Desde este punto vista, si hacemos una comparación sobre lo que Richard explica en su reflexión, nos damos cuenta de cómo los canales privados cumplieron un rol de operadores políticos con una agenda golpista, la cual llevó a exacerbar el odio que se fue incubando en la marcha opositora para luego así crear un conflicto con los sectores del gobierno.
Testimonios de periodistas (víctimas y contribuyentes)
Durante la entrevista de Florángel Gómez con el periodista Randolph Borges, quien trabajaba para la radio Fe y Alegría, informaba un día antes del 11-A, que el insert de la señal Radio Caracas Televisión que decía “Ni un paso atrás” le confirmaba a Borges que los medios estaban participando en un complot. “Corroboramos esto cuando, luego de que se reportan los primeros caídos, comienza la cadena presidencial, dividen la pantalla y pasan imágenes viejas para bloquear la alocución presidencial¨.
Por otro lado, el periodista y ex ministro de comunicación, Andrés Izarra, quien laboraba para el año 2002 en la planta televisiva de (RCTV) declaraba en una edición especial del Correo del Orinoco, publicada el 11 de abril de 2011, que los dueños del canal le impusieron de que no pasaran nada de “chavismo en la pantalla”, con lo cual él no estuvo de acuerdo y renunció.
Por otra parte, el director del canal Globovisión de ese entonces, Federico Ravell, fue entrevistado unos meses más tarde después del golpe y contestó lo siguiente; “en realidad lo importante del hecho es que el mensaje funcionó, hoy eso es historia. Por lo tanto, tenemos que este canal participó en el complot, manipulando imágenes, desvirtuando información. Un ejemplo de ello es la escena en la que hace aparecer un individuo al lado del Alcalde Freddy Bernal tratando de identificarlo como el asesino de varias personas en la Plaza Altamira.
Siguiendo esta la línea de testimonios, Napoleón Bravo, periodista del canal televisivo Venevisión, anunciaba en vivo y directo el día 11-A “la caída del presidente Chávez” y agradecía también a los otros medios audiovisuales la espléndida participación que tuvieron.
Por último, el periodista venezolano Luis Fernández en fechas posteriores al 11 de abril de 2002, reconoció que él y Venevisión manipularon videos para distorsionar la verdad de lo ocurrido y reflejar, fraudulentamente, que adeptos al proceso revolucionario habían disparado contra otros venezolanos que marchaban al palacio de Miraflores.
En conclusión, los medios privados como Venevisión, Globovisión, Radio Caracas Televisión sí formaron parte del complot mediático, ya estos no tenían como objetivo informar de manera objetiva lo que estaba sucediendo sino actuaron con fines partidistas, dejando a un lado la ética y se convirtieron en operadores políticos que querían darle un golpe de Estado a un Presidente legítimamente elegido.
De esta manera, lograron sacarlo por un espacio de tres días y cumplieron una ardua labor de propaganda política para preparar la explosión, calentar la calle con una marcha durante la cual los golpistas pudieron organizar su conspiración. Aunque no les fue tan bien, porque el pueblo organizado buscó revertir, en ese lapso, la desinformación que habían impuesto los canales privados. Por lo tanto, se conformó una red de comunicación informal conducida a través de los medios alternativos y comunitarios, con el fin de mostrar lo que verdaderamente sucedía con el primer mandatario.
En fin, considero que en ese momento de la historia política venezolana, las empresas televisivas de nuestro país se dejaron arrastrar por la cúpula opositora que construyó el golpe y no brindaron una información veraz, oportuna e imparcial a la población.
Referencias
Clutterbuck. R. (1985). Los medios de comunicación y la violencia política .Pamplona España. Ediciones Universidad de Navarra, S.A
Publicaciones periódicas (Online)
Rangel. V., Leal, L., y Gómez, F. (11 de abril de 2011). Abril rebelde día 11. Edición especial del Correo Orinoco. Recuperado de: http://www.correodelorinoco.gob.ve/ediciones-especiales-correo-orinoco/
Espinoza, M. (2012) Participación de los medios privados en el Golpe de Estado de 2002, en Venezuela. Recuperado de: http://www.aporrea.org/actualidad/a156322.html
Nota de prensa. (11 de abril de 2015). En abril de 2002: el pueblo demostró al mundo el poder de la Revolución Bolivariana. Recuperado de: http://www.ine.gov.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=786%3Aen-abril-de-2002-el-pueblo-demostro-al-mundo-el-poder-de-la-revolucion-bolivariana&catid=154%3Aefemerides&Itemid=2
Artículo de revista (Online)
Contreras. M. (2005, Septiembre). Del 11 al 13 de abril. Efecto de una condena a la revuelta política: imaginarios en desacuerdo en una época de transición político-cultural. Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales v.11 n.3. Recuperado de http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S131564112005000300003
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