Nueva organización: nación Awajun y Wampis

11/04/2017
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Foto: Otra Mirada
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Los pueblos indígenas amazónicos han sido los últimos de los pueblos originarios del Perú en organizarse.  Hoy el grupo más numeroso y mejor educado, los awajun-wampis, unos 80,000 de un total estimado en 350,000 individuos, cuenta con una nueva organización. A partir de una iniciativa de registrarse en SUNARP el 2015 en la ciudad de Bagua, han terminado hoy por ser finalmente reconocidos por el Estado como NACION AWAJUN Y WAMPIS DEL PERU. Para llegar a este punto han tenido que vencer muchas resistencias, aunque han logrado dar vida a esta nueva alternativa organizativa el camino por recorrer, como lo indica su propia historia, será largo y difícil.    

 

Hubo un tiempo  en que estos peruanos vivieron en aislamiento relativo, protegidos por la selva y la falta de carreteras, siendo los grandes ríos las avenidas por donde discurría gente extraña que provenían de otros mundos. Quedarse o internarse en el bosque les permitía mantenerse en el aislamiento. Luego llegaron misiones católicas, destacando en el caso de los entonces llamados aguarunas, los jesuitas, que organizaron la Parroquia Santa María de Nieva en el lejano departamento de Amazonas. Desde la colonia, esta orden religiosa organizó las famosas Misiones de Maynas que intentaban cristianizar a los jibaros (los awajun son parte de esta gran nación etnolingüística que se extiende al Ecuador actual.

 

Durante un tiempo la modernidad fue fatal pues el boom del caucho generó un genocidio a principios del siglo XX, hasta que los ingleses se llevaron el árbol a Malasia y terminaron los abusos. En 1946, para seguir con sus misiones, el Vaticano autoriza el vicariato de Jaen. La iglesia, de ese modo, se convirtió en su voz, sea porque hablaban en nombre de ellos o porque, al introducir colegios y usar radios, los nativos lograron aprender los rudimentos de la “civilización”. 

 

Luego, en los años 1970, llegó Velasco que dio reconocimiento a los territorios de los pueblos indígenas, iniciando una batalla legal y burocrática que todavía no termina.  En paralelo, fueron apareciendo otros actores, cada uno con su propia política para con los pueblos indígenas y todos intentando hablar en su nombre o decirles qué debían hacer. Las compañías petroleras llegaron cuando se descubre petróleo en Andoas (Loreto) y poco después de construye el oleoducto a la costa que atraviesa sus territorios. Hace cosa de 30 años comenzaron a hacer su entrada las ONG globales, sobre todo las preocupadas por el medio ambiente que esgrimían teorías culturalistas de respeto a los pueblos indígenas. En paralelo aparecieron iglesias protestantes que, a partir de la experiencia de la Escuela LInguística de Verano con los shipibos-conibos en la laguna de Yarinacocha en el rio Ucayali, comenzaron a diseminarse por el bosque. Hay constituyen un actor cada vez más importante, probablemente sobrepasando a las órdenes católicas, siguiendo a su modo su propósito de cristianizarlos, y en el caso de los grupos más radicales, de esperar en las iglesias la llegada de Cristo.  En el siglo XXI la ONU ha dado un impulso importante a los amazónicos al aprobar el 2007 la Declaración Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas  que celebra sus intentos por preservar su cultura, reconocer sus territorios y organizarse autónomamente, lo que incluye propuestas como la “consulta previa” (que en el Perú se ha implementado tarde, mal y nunca). De allí que cambien sus nombres y ahora los aguarunas se llamen awajun, y vean cada vez más como “hermanos” a otras naciones, incluyendo los wampis, antiguos enemigos. Otro cambio importante es que las creencias nativas están volviendo en algunas etnias, incluyendo los awajun, para quienes sus dioses les permiten reunirse con sus antepasados. La parroquia de Santa María de Nieva tiene cada vez menos feligreses.

 

En el Perú los nativos amazónicos, donde siempre han destacado los awajun-wampis, se han organizado con cierta autonomía a partir del reconocimiento que otorgó la Ley de Comunidades Amazónicas de 1974 del gobierno de Velasco. Las tres naciones o etnias principales (awajun, shipibo-conibo y ashaninka) formaron  a principios de los 1980 la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana - AIDESEP. Esta organización contó con el apoyo de fundaciones y ONG. AIDESEP destacó por su participación en las luchas que dieron lugar al trágico baguazo del 2009, cuando el dirigente wampi Pizano exigiera la consulta previa, y se opusieran a las ideas del presidente García de priorizar las grandes inversiones sin dialogar previamente en tanto eran considerados “perros del hortelano”. La infame doctrina era en realidad otra variante criolla de aquellas esgrimidas por Fermín Fistzcarraldo y Carlos Arana, los barones del caucho que entre 1890 y 1914 se hicieron ricos con la miseria humana de nativos esclavizados en sus intentos por “explotar la Amazonía”. La Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (CONAP) fue alternativa a AIDESEP, siendo menos contraria a las grandes inversiones. Fue fundada en 1990, momento en que ya hablaban de “nacionalidades”. CONAP tuvo dependencia de los organismos multilaterales, en gran parte por su crónica falta de recursos, a pesar que por su nombre se hubiera esperado mayor autonomía.

 

Hoy ha ocurrido un cambio importante al lograr el 2017 los awajun-wampis el reconocimiento legal como “nación”. La nueva organización llega en momentos que el capitalismo y su lógica privada avanzada casi incontenible en la Amazonía y cuando las iglesias protestantes consiguen más adeptos, enviando a los nativos a los templos antes que a la acción política. Es la primera vez que los nativos amazónicos se organizan por cuenta propia a partir de líneas étnico-culturales. Es probable que otras naciones amazónicas, caso de los principales (ashaninkas y shipibo-conibo) sigan el mismo camino si tienen éxito. Ya era hora. Esperamos escuchar su voz. Su presencia indica un fortalecimiento de nuestra alicaída sociedad civil.

 

http://www.otramirada.pe/nueva-organizaci%C3%B3n-naci%C3%B3n-awajun-y-wampis

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/184729
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