Pueblos, encomiendas y corregimientos

03/04/2017
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El paso de las etapas tribales a la consolidación como pueblos, dentro de la colonización y mando español, se daba ante los cambios en las estructuras de gobierno, a según como se iba dando el crecimiento poblacional, el colonizador estructuró según era el caso, dándoles categorías de ciudades, las primeras fueron: Tenochtitlán y Texcoco en (1543); Xochimilco en (1559) y Tacuba en (1564). Coyoacán y Tacubaya (marquesado de Cortés) se les dio el nombre de Villas y al resto de centros poblacionales se les consideraba Pueblos.

 

Así fue la primera clasificación: ciudad-villa-pueblo, a semejanza de la que había en Castilla en el Siglo XVI. Para obtener el control político y económico, la corona española empieza a subdividir las regiones en cabezas o cabeceras, es decir la ciudad podría ser cabeza de un distrito que abarcara una o varias villas o ésta podría tener a su vez influencia en varios pueblos, aldeas o lugares.

 

Los pueblos originarios utilizaron el término de barrios o cabeceras, los cuales eran reconocidos, pero poco usados por los españoles peninsulares, es decir los recién llegados de España; el término estancia, era usado en Las Antillas pero no en México en el que se adoptó el nombre de sujeto.

 

Sin embargo siguió predominando la clasificación ya conocida por los pueblos originarios, llamada Tlatoque, en singular Tlatoani y este a la vez se subdividía en calpulli o tlaxicalli que formaban grupos de familias de una sola localidad; el calpulli se convirtió en sujeto español, así los tlatoanis empezaron a gobernar en algunas cabeceras; los españoles adoptaron sólo en parte esta clasificación tlatoani, y en algunas partes suprimieron el término.

 

A la gran Tenochtitlán la dividieron en 4 barrios –Cuepopani o Tlaquechiuhcan, Atzacualco, Teopan o Zoquipan y Moyotlan-, éstas las convirtieron en sedes para los españoles de alto rango, bajo el gobierno de un cabildo. Chalco que estaba gobernado por tlatoanis, lo clasificaron provincia con sus dos cabeceras: Amecameca y Tlamanalco.

 

Las jurisdicciones tlatoanis fueron convertidas en cabeceras y sujetos. Un sujeto se define a una comunidad que debía pagar tributos, servicios y otras obligaciones a las autoridades o funcionarios de las cabeceras; los sujetos también los dividieron en barrios.

 

Los primeros casos en que los españoles impulsaron o promovieron las poblaciones no tlatoanis a cabeceras a poco tiempo de la invasión fueron: Teocalhueyacan, Tizayuca, Tecama y Chicoloapa; Tlanepantla estuvo al mando de una congregación religiosa. Estos cambios de estructura se dieron entre las relaciones de las encomiendas y entre las cabeceras y sujetos.

 

También hubo casos en que las cabeceras-sujeto estaban al mando de indígenas, momento que aprovecharon para querer impulsar de nuevo el modelo que había tenido tiempo atrás, en la Triple Alianza, Tenochtitlán, Texcoco y Tacuba, y pretendieron ejercer control sobre las otras cabeceras, pero surgen las encomiendas y con ello una nueva política de gobierno español, siendo las primeras encomiendas Ecatepec para Leonor, Tacuba para Isabel y Tula para Pedro, quienes se decía eran hijas e hijo de Moctezuma Xocoyotzin, aplicaron una especie de herencia y de esta forma los españoles mantuvieron la vigilancia y la alerta ante el temor de las pretensiones de rebeldía de Tenochtitlán; este reparto de encomiendas, trajo descontento y oposición a la aplicación de esta nueva política, y algunos casos se dirimieron en el Consejo de Indias ( órgano creado en 1511 por el rey de España, éste tenía facultades administrativas y funciones ejecutivas, legislativas y judiciales).

 

Con el tiempo aparecieron nuevas formas de gobierno indígena, ya no solo eran cabeceras-sujetos; los caciques fueron perdiendo autoridad; las poblaciones y barrios iban cambiando su fisonomía; se fueron reacomodando ante la disminución y la concentración que se iban generando; aparecen las congregaciones, ranchos y haciendas españolas. Las congregaciones religiosas iban destituyendo el cabecera-sujeto (indígenas). La concentración de las poblaciones empieza por Tlanepantla, conformando un conglomerado de toda el área, Tlanepantla, Santa María Nativitas, Tecpan, Cagualtitlán y Atzcapotzaltongo. Las haciendas iban aumentando y sus mayordomos exigían un trabajo y pago coercitivo, es decir, mediante la fuerza.

 

A finales del siglo XVIII, las haciendas se convirtieron en comunidades principales; pero las cabeceras continuaron extendieron por todo el valle la nueva terminología: hacienda, rancho, pueblo y barrio.

 

Encomiendas y corregimientos

 

Las instituciones que llegaron de España fueron de tipo privadas, políticas y religiosas. Las encomiendas eran una de esas instituciones privadas cuyo sistema era de alta explotación indígena, demasiado agresiva, bajo la autoridad española; consistía en dar en consignación a los colonizadores españoles, llamados encomenderos, a grupos de indígenas que les eran entregados como si fueran cualquier cosa. Los encomenderos contaban con amplios privilegios y derechos de cobro de tributo y trabajo, a costa de los grupos indígenas.

 

Las encomiendas establecieron la esclavitud, semejante a lo que después se dio en la etapa feudal, pronto los encomenderos fueron una clase privilegiada y rica; pero en poco tiempo los encomenderos tuvieron que enfrentar a una monarquía que les exigía más impuestos; surge también otro grupo con gran poder –los hacendados- que concentraban la tierra, el dominio de la mano de obra y el tributo indígena.

 

Hernán Cortés repartió encomiendas a sus soldados en el Valle de México, pero entra en controversia con la corona real que le prohibió la repartición, cuestión que une a los encomenderos para desafiar al mismo rey. Los encomenderos se desarrollaron de tal forma que cubrían casi todo el valle y fuera de éste. Cortés por ser muy ambicioso; (tenía la pretensión de apropiarse para sí Tenochtitlán al oponerse a entregar la ciudad a la Corona), pero a finales de 1526, la entregó al gobierno real de España; en cambio, aseguró para él –en forma de encomienda- Texcoco, Chalco, Otumba y Coyoacán de las cuales las dos últimas eran cabeceras importantes con sus respectivos sujetos. Texcoco se consideraba una provincia con extensiones: Huexotla, Chiauhtla, Tezayuca y Coatlichan; recibió además en 1529 títulos de un gran número de pueblos mexicanos con casi 23 mil vasallos indígenas; le dieron el título nobiliario de marqués. Los encomenderos, ahora con Cortés mantuvieron una poderosa influencia sobre españoles e indígenas en 1530; entonces se establecieron nuevas leyes que estipulaban que en las encomiendas no podía haber herencias, eso fue así para que a la muerte del poseedor pasara la encomienda a la corona española.

 

A pesar de que los encomenderos cometieron grandes abusos como la usurpación de tierras, la bárbara recaudación de tributos, la explotación de mano de obra y el dominio político sobre los indígenas, no lograron suprimir a la sociedad indígena.

 

Los principales representantes del gobierno real eran: el virrey, los oidores o miembros de la audiencia y los magistrados locales llamados corregidores. En la audiencia emitida en 1530 el corregimiento surge como alternativa a la encomienda y tenía como objetivo concreto la recaudación de impuestos o tributos, para los indígenas, es decir, directamente de la corona, lo que ocasionó discrepancias y hostilidades entre encomenderos y corregidores.

 

Aunque los corregidores tenían cargos civiles en pretendida relación con los indígenas, éstos casi no los tomaron en cuenta; la vida religiosa de los indígenas no era supervisada por el corregidor, las relaciones sólo eran de tipo de orden, es decir, aplicación de multas por vender sin permiso, etc. La costumbre y la ley, las tradiciones y la conducta eran vigiladas por el corregimiento, pero era limitado para la sociedad indígena, el virrey y las leyes españolas, eran poco ineficaces para controlar a los propios funcionarios administradores de la Corona.

 

Nota:

 

Algunos datos bibliográficos fueron tomados del libro “Los Aztecas bajo el dominio español, 1519-1810” de Charles Gibson. Siglo XXI América Nuestra.

https://www.alainet.org/es/articulo/184558
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