Clara rechaza el apartheid contra las Farc y prefiere la paz

07/02/2017
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Existía amplia expectativa respecto de las decisiones políticas y electorales que tomaría Clara Lopez, la actual Ministra del Trabajo del gobierno del Presidente Santos.

 

Un amplio grupo de líderes populares vinculados al Polo Social pedía su concurso como candidata presidencial, en representación de dicho movimiento político de izquierda, en el marco de las definiciones correspondientes en dicha materia, en las que participa, también, el senador maoísta de derecha (afín al recalcitrante uribismo), perteneciente al Moir, Jorge Robledo, como representante de una heteróclita alianza en la que participan otros maoístas degradados, como el ex senador Jaime Dusan, de prácticas corruptas en el saqueo de los dineros de la salud de los educadores colombianos, pues utilizo altos cargos en la Fecode para hacerse nuevo rico a la manera de los emergentes del narcotráfico y el contratismo fraudulento con el Estado.

 

Robledo y su comparsa de lunáticos descentrados, pues carecen de una identidad precisa por causa de su cercanía con el sartal de postverdades del Caballista paramiltar del Ubérrimo, experto en maquinaciones mediáticas y virtuales, pretenden regresar el actual debate en la izquierda y el campo democrático a las viejas reyertas de los años 70, cuando promovieron el divisionismo popular con su desconocimiento de la forma de lucha armada adoptada por la resistencia agraria y revolucionaria para contrarrestar la violencia anticomunista de la elite feudal dominante. A los del Moir de Mosquera, Robledo, Suárez, Valverde et.al les caía mejor el terrorismo de los paramilitares en el Magdalena Medio, Antioquia y los Llanos Orientales, contra los comunistas y dirigentes sociales.

 

Fueron enemigos de la lucha armada campesina porque preferían a las autodefensas de los pequeños, medianos y grandes ganadero, cañeros y agricultores.

 

Es claro que se inclinan por un Lafaurie o un Visbal Martelo, antes que por un revolucionario como Manuel Marulanda, Raúl Reyes o Alfonso Cano.

 

Clara no se dejó enredar. No cayó en la trampa de estos tahúres de la vieja, descompuesta y degradada “izquierda” maoísta. Con su aguda, observadora y sencilla inteligencia captó que los retos de la Colombia de hoy son otros. Son los de la construcción de la “paz positiva” y democrática.

 

En la entrevista concedida hoy al diario El Tiempo de Bogotá ha hecho claridad. Mucha claridad e ignorar sus palabras sería una torpeza mayúscula.

 

Sus apreciaciones llegan en un momento en que el país es testigo de uno de los eventos de mayor trascendencia histórica, la marcha de más de 6 mil guerrilleros de las Farc a las 26 Zonas Veredales de transición para cumplirle a la paz. Lo que está ocurriendo es demoledor, emocionante e impactante. Ver el desplazamiento en camiones, buses, lanchas, mulas y ordenadas marchas de cientos de combatientes de la resistencia agraria, es un evento que impacta el curso de la historia de esta nación que tomo la decisión de dejar en el pasado la guerra y la violencia política.

 

Recojo, sin más comentarios, las certeras y esclarecedoras tesis de Clara.

 

“El país ha visto a los antiguos guerrilleros movilizándose por todos los medios de transporte: a pie, a mula, a caballo, en lancha, en volqueta, llegan a sus sitios de concentración para iniciar la dejación de armas, el tránsito a la legalidad y la reincorporación a la vida civil; hay que darles la mano”.

 

“¿Qué quiere decir, Ministra, hay que darles la mano?, pregunta el periodista.

 

Aceptarlos. ¿Usted qué hace con alguien que llega? ¿Qué hizo en el evangelio el padre del hijo pródigo? A mí me enseñaron siempre las obras de la misericordia, pero las obras de la misericordia en su acepción civil no se las enseñan a nadie. Son: la solidaridad, la compasión, el respeto por la dignidad del otro y, desde luego, la justicia social; entonces, esos elementos hacen parte del proceso de reencuentro de la sociedad con la reconciliación”.

 

Y agrega:

 

“….casi todos defienden las alianzas, pero dicen: con todos, menos “con esos” (los de las Farc). Generar ese 'apartheid' político es muy inconveniente para la materialización de la paz en nuestro país. Tenemos que conversar con todos”.

 

“No tratar de señalarlos y apartarlos para no abrir las puertas de la sociedad. Cuando todo ese sector (las Farc) se somete a la Constitución y a la institucionalidad, ningún dirigente de opinión debe ahora decir que la sociedad no los va a aceptar. Eso es inadmisible” (es exactamente lo que nos propone Robledo y su comparsa maoísta).

 

Y continúa Clara.

 

“Yo estoy dispuesta a participar en la construcción de una Convergencia que le dé garantía a Colombia de una paz duradera, sostenible, con profundas reformas de gran calado social y con una lucha contra la corrupción, no de estridencia sino de prevención para proteger los recursos para construir la nueva sociedad”.

 

“Por supuesto, (le plantea el periodista), Usted no piensa en una convergencia de sectores de izquierda…”

 

“Nooo. La convergencia es con la gente sin partido, con los jóvenes, con los verdes, con el Polo, la ASI, una cantidad de gente independiente. Inclusive está el Partido Liberal. Hay grandes reservas: Claudia López, Sergio Fajardo, Humberto de la Calle, Iván Cepeda, Juan Fernando Cristo, Roy Barreras, Aurelio Irragorri, Piedad Córdoba y muchos más”.

 

Yo lo que veo es que se está abriendo paso una gran oportunidad entre todos los sectores que quieren defender la paz (que es lo que no le interesa a Robledo y su comparsa maoísta degradada). Entonces usted lo que tiene que hacer es establecer un mecanismo de consulta democrática, sí, alrededor de una plataforma de reformas que permita conciliar al mayor número de figuras con opción presidencial que están aspirando.

 

Clara López entendió las dimensiones de la coyuntura histórica en que nos encontramos. Tiene claro que con el Acuerdo de paz con las Farc Colombia inició un nuevo ciclo histórico de democracia ampliada y con justicia social. Es la que tenemos que construir con muchos colombianos honestos y trabajadores.

 

 

 

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/183340?language=es
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