Espejo Libertario rechaza quema de Ley de Comunicación

15/01/2017
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Eugenio Espejo
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El Colectivo Espejo Libertario rechaza la actitud de quienes, quemaron un ejemplar impreso de la Ley Orgánica de Comunicación, en un acto organizado por la Unión Nacional de Periodistas, para celebrar nada menos que el Día del Periodista.

 

Ese hecho evidencia actuaciones fundamentalistas que se contradicen con una sociedad democrática y reflejan la falta de conocimiento de lo que contiene y significa la ley, la falta  de reflexión y diálogo sobre las circunstancias históricas y el proceso que dio origen a su expedición, falencias que son condenables, cuando se trata de comunicadores sociales, cuya responsabilidad social, ética y política de cara al país es enorme.

 

Refleja una posición frente a la Ley de Comunicación que respalda a la de algunos candidatos presidenciales que lamentablemente han ofrecido “botarla al tacho de la basura”, en lugar de reflexionar como estadistas sobre su validez para el ejercicio de la democracia que tanto dicen defender.

 

Esa ley, es producto de un mandato del pueblo que consta en las transitorias de la Constitución de 2008 para hacer efectivo el derecho a la comunicación, un principio democrático consagrado en esa misma carta magna. Quemarla, significa pretender incinerar ese mandato, negar el ejercicio de la democracia y optar por actitudes fascistas, cuya práctica ha dejado secuelas de sangre y muerte en nuestro continente y en el mundo.

 

La Ley Orgánica de comunicación consagra principios deontológicos y prácticas por las que tanto han luchado periodistas y comunicadores del país durante casi más de medio siglo, tales como el respeto a la honra y reputación de las personas, el racismo, la incitación a la violencia en la sociedad, implícita en los contenidos de los medios masivos, el morbo, el derecho de los discapacitados a la comunicación, las veedurías ciudadanas de la comunicación, la distribución equitativa de las frecuencias de radio y televisión, antes sujetas a la asignación en base a influencias particulares y “palancas”, el derecho a la comunicación intercultural . En el caso de los ciudadanos consagra su derecho a exigir la rectificación de informaciones que se hayan publicado con aseveraciones que no corresponden a la verdad, el derecho a la réplica

 

En lo que corresponde a los comunicadores estipula el ejercicio del derecho a la cláusula de conciencia, a la reserva de fuente y condena la censura previa, muy usual en la práctica de los dueños de los medios.

 

Además, reserva el trabajo remunerado en los medios a los profesionales de la comunicación, con excepción de las secciones destinadas a opinión; la equidad entre hombres y mujeres en la ocupación de funciones, la igualdad de oportunidades para discapacitados y la participación intergeneracional.

 

Según la ley, los trabajadores de los medios tienen derecho a la protección pública en caso de amenazas derivadas de su actividad como comunicadores; a remuneraciones de acuerdo a las tablas salariales; a la seguridad social; a ser provistos por sus empleadores de los recursos económicos, técnicos y materiales suficientes para el adecuado ejercicio de su profesión y de las tareas periodísticas; a contar con los recursos, medios y estímulos para realizar investigación en el campo de la comunicación; al desarrollo profesional y capacitación técnica. Por todo ello, resulta un contrasentido, por decir lo menos, que sean los mismos beneficiarios de la ley, quienes pretendan acabar con ella.

 

Por todo ello, resulta un contrasentido, por decir lo menos, que sean los mismos beneficiarios de la Ley, quienes pretendan acabar con ella. Es probable que la vigencia de un estatuto de la magnitud de la Ley orgánica de Comunicación evidencie la necesidad de ajustes a la vuelta de años de su aplicación. Pero ello es diferente a la pretensión de liquidarla, porque ello equivaldría la vuelta a prácticas monopólicas de la comunicación que atentan a una práctica democrática, de manera particular a aquellos sectores y ciudadanos que carecen de influencia política, económica.

 

El colectivo Espejo Libertario se adhiere y respalda la posición que ha expresado  Francisco Herrera Araúz frente a la quema de la Ley de Comunicación, en el artículo de opinión que ha publicado en Ecuadorinmediato, bajo el título “Allí donde se queman libros, se termina quemando gentes” (http://bit.ly/2iULPLT). De la misma manera apoya a otros compañeros que están adoptando igual posición.

 

13 enero, 2017

http://espejolibertario.com/?p=2694

 

https://www.alainet.org/es/articulo/182976
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