¿La corrupción es el principal problema?

08/01/2017
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En los últimos tiempos ha hecho carrera el discurso de que la corrupción es el principal problema que tenemos como sociedad, lo cual ha llevado a que se hagan afirmaciones inexactas en redes sociales, como señalar que la precaria alza del salario mínimo es responsabilidad del Congreso, o que el disminuir el número de congresistas es una forma de combatir la corrupción y así sucesivamente; pero vale la pena reflexionar al respecto, sin desconocer lo problemático de la corrupción, pero quizá señalando que la misma es más una consecuencia derivada de otros problemas de mayor centralidad.

 

La corrupción entendida, en sentido general, podríamos decir que hace referencia a la apropiación privada e ilegal de recursos públicos o el uso de posiciones de poder para favorecer los propios intereses o de los allegados –vale la pena señalar que no hay un tipo penal específico que la defina-, no hay duda que está relacionada con otros dos grandes y graves problemas, el primero la tendencia muy arraigada regionalmente de considerar que lo fundamental en la vida es ‘hacer plata’, como sea, habría que agregar y esto por supuesto lo potenció la cultura propia de ‘traquetos’ y narcotraficantes, que llevó a cambios fuertes de valores en segmentos de la sociedad y por consiguiente apropiarse de los recursos públicos era uno de los caminos más expeditos para lograr este cometido. Mucho del daño causado por el narcotráfico en nuestra sociedad está relacionado con esta cultura que tomó fuerza y aceptación en segmentos de la sociedad. El segundo, la debilidad histórica del Estado colombiano, por ello la tendencia recurrente a utilizar la coerción para suplir su aceptación social, fuente de la fortaleza de un Estado y por supuesto, asociado a lo anterior, la fuerte incredibilidad de importantes sectores de la sociedad en lo estatal; al Estado como no se le tiene confianza, fuente de la legitimidad, tampoco se le quieren pagar los impuestos –hemos escuchado fuertes críticas al aumento del IVA del 16 al 19% y se nos olvida que gobiernos considerados de centro-izquierda como el de Uruguay o la Argentina de los Kirchner tiene IVA por encima del 20%-, igualmente se desconocen las normas como prácticas casi cotidianas, lo que se resume bien en las conocidas expresiones, ’todo vale’, ‘mientras no me digan nada hago lo que me parezca’, ‘las normas son para violarlas’; esto acompañado por la ineficacia del Estado en mantener el orden social y la convivencia, en capturar y castigar a los delincuentes, con una justicia que poco y nada funciona.

 

Lo anterior lleva a concluir que más que la lucha contra la corrupción con iniciativas que en ocasiones son más mediáticas que efectivas, se trata de trabajar en cambios de mayor profundidad y de mediano plazo y que apunten a construir una confianza en el Estado y sus instituciones, a un respeto por lo público, como lo que pertenece a todos y debe ser cuidado por todos y a considerar que no todo vale para hacer plata.

 

Adenda: Hay que darle prioridad a la implementación del Acuerdo con las FARC, de allí se puede derivar, del trabajo de la Misión Especial Electoral, reformas de fondo sobre el funcionamiento del sistema electoral, de los partidos políticos y del mismo Congreso, en cuanto a su elección.

 

- Alejo Vargas Velásquez, Profesor Universidad Nacional, Colombia

 

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/182701?language=es
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