Hábitat III

22/11/2016
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Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento No. 519: Las agendas del Hábitat 22/11/2016

Del 17 al 20 de octubre, Quito fue sede de la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Vivienda y el Desarrollo Urbano Sostenible –Hábitat III–, que registró una asistencia record para un evento de este tipo: más de 40 mil personas participaron en los diversos eventos oficiales y actividades paralelas.

 

La Conferencia adoptó la Nueva Agenda Urbana (NAU)[1], cuyo contenido de 175 artículos ya fue consensuado en septiembre, tras dos años de negociaciones.  La NAU, a la vez que sitúa el reto de los asentamientos humanos en la agenda del Desarrollo Sostenible Post-2015, afirma tres principios: no dejar a nadie atrás, economías urbanas sostenibles e inclusivas y sostenibilidad ambiental.  Entre los conceptos y lineamientos fundamentales que promueve la Agenda para que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes, sostenibles y participativas, se incluyen: la densificación urbana, en lugar de la extensión del perímetro de las ciudades; el uso mixto del suelo, en lugar de la zonificación; la preservación de los paisajes y recursos naturales y los espacios públicos para todos.  Además, pone énfasis en el vínculo urbano-rural.

 

Como es usual en las conferencias mundiales de la ONU, la agenda adoptada no es vinculante, pero sí establece un marco referencial para la adopción de políticas, que en muchos casos orienta la actuación de los gobiernos nacionales, intermedios y locales, a la vez que presta mayor legitimidad a la acción de actores no-estatales (de las organizaciones ciudadanas, pero también de la empresa privada, siempre presente –e influyente– en estos espacios).  Además, en esta oportunidad se han incluido mecanismos de monitoreo y revisión sobre los avances en la implementación de la agenda.

 

Actores de la sociedad civil señalan algunos logros importantes en la NAU, en particular en referencia al Derecho a la Ciudad, ya que es la primera vez que un documento de la ONU hace referencia a este Derecho (art. 11)[2].  Este concepto, resultado de una larga lucha popular, refiere al derecho de todos los habitantes, presentes y futuros, temporales y permanentes, de utilizar, ocupar y producir ciudades, pueblos y asentamientos que sean justos, inclusivos y sostenibles, y que sean entendidos como un bien común esencial para una vida plena y digna.  Si bien no es aún un derecho consagrado en la ONU, la NAU sí incorpora esta visión y saluda que haya gobiernos locales y nacionales que le han reconocido.  Además, a lo largo de la Agenda de Quito hay referencias a planteamientos relacionados con el Derecho a la Ciudad.[3]

 

A la par de la Conferencia intergubernamental, la ciudad fue escenario de diversos eventos paralelos.  Entre ellos, la Asamblea Mundial de Gobiernos Locales y Regionales, la Asamblea General de la Organización de Regiones Unidas, un encuentro de gobiernos intermedios, un foro de gobiernos locales y diversas exposiciones.  Además, desde el sector académico y organizaciones sociales se organizaron tres eventos: Hábitat III Alternativo; el Encuentro de Alternativas Urbanas y Sujetos de la Transformación; y Resistencia Popular Hábitat III que, con distintos enfoques, pusieron en escenario debates e intercambio de experiencias, que se plasmaron en sus propias agendas urbanas y territoriales.

 

 

- Texto introductorio de la edición 519 (noviembre) de la revista América Latina en Movimiento de ALAI titulada: Las agendas del Hábitat. http://www.alainet.org/es/revistas/519

 

https://www.alainet.org/es/articulo/181856?language=es
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