Trump perdió las elecciones

11/11/2016
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
not mein
-A +A

Según oficiales de las elecciones presidenciales de EEUU que publica la CNN la ventaja de Clinton sobre Trump se amplía a más de 300,000 votos y el 0.3% de diferencia. La demócrata supera los 60 millones mientras que el republicano no llega a tal cifra.

 

Al igual que en el 2000 un republicano gana la Casa Blanca tras haber perdido en las urnas debido al antidemocrático colegio electoral.

 

Me temo que Trump, como Bush, va a querer traspasar su inicial impopularidad provocando guerras o conflictos como el que el anterior gobernante de su partido hizo en el 2001.

 

Cuan antidemocrático es EEUU. Un país con menos del 5% de la población mundial se erige en el policía global cuyas armas superan a las de las 10 restantes potencias y todos los demás ejércitos nucleares juntos.

 

No obstante, solo la mitad de ese menos del 5% de la población mundial vota en las presidenciales norteamericanas y de ellos una leve mayoría votó por quien acaba de perder.

 

Una rebelión callejera recorre EEUU y veremos hasta qué punto se produce un contagio general y cómo los sindicatos, la juventud y los inmigrantes responderán al ascenso de Trump.

 

La trompeta de los retrógrados

 

El triunfo de Bush, un miembro del partido de Bush que es más machista, halcón, racista y grosero que él

 

Los latinos de EEUU y de UK en peligro con el triunfo de Donald Trump, quien plantea expulsar a cada uno de los 12 millones de inmigrantes irregulares (la mayor parte son hispanos) y construir un muro gigantesco que separe a su potencia de Latinoamérica.

 

Rompiendo la alternancia en el poder de los Bush y los Clinton

 

Al inicio de las postulaciones de precandidatos en EEUU se pensaba que la disputa final para ver quien remplazaría a Barack Obama iba a ser entre un Bush y una Clinton.

 

Ambas dinastías han tenido a alguien suyo en la Casa Blanca desde enero 1981 hasta enero 2009, 28 años consecutivos. George Bush padre fue vicepresidente en 1981-89 y luego presidente por cuatro años más. En 1993 Bill Clinton evitó que él fuera reelecto y se mantuvo 8 años en la presidencia. Luego George W Bush hijo fue presidente en 2001-2009. Para entonces todo parecía que alguien del clan Clinton (con Hillary la antigua primera dama de Bill) iba a encabezar a los demócratas para hacer que éstos volviesen al poder. Sin embargo, irrumpió el primer candidato negro que llegaría a administrar la Casa Blanca.

 

Al parecer Obama había roto esa tradicional alternancia en el poder entre dos familias, aunque Hillary fue designada como su Secretaria de Estado, lo que equivale a su principal ministro, y como su predilecta para sucederla en las internas demócratas.

 

Hasta julio 2014 parecía que se repetiría un nuevo duelo entre dos familias. Hillary Clinton lideraba las encuestas dentro de los demócratas y Jeb Bush dentro de los republicanos. Jeb es el hijo de George Bush y el hermano de George W Bush. Fue gobernador de La Florida cuando este Estado por escaso margen le dio su respaldo a George W Bush quien así pudo llegar a la Casa Blanca pese a haber sacado medio millón de votos menos que el vicepresidente de Bill Clinton. Jeb cuenta con su favor ser tan fuerte en un Estado tan clave, ser un Bush y estar casado con una latina, integrante de la minoría que ha estado terminando inclinando la balanza en favor de uno u otro partido en los últimos comicios generales.

 

Extraño mundo en el que vivimos. El cargo más importante del planeta, aquel quien decide que países deben ser bombardeados o invadidos en nombre de la ‘democracia’, es electo por menos del 4% de los 7 mil millones de humanos que somos, y, además, teniendo que escoger solo entre dos partidos, los cuales, a su vez, están dominados por dos apellidos.

 

Mientras dentro de los demócratas Hillary Clinton se tornó en la candidata oficial quien acaba de desbancarla ha sido Donald Trump.

 

Trump

 

Trump refleja una polarización que se viene operando en los EEUU siendo él quien representa al ala que desborda por la derecha a los Bush dentro del republicanismo, así como dentro de los demócratas aparece Bernie Sanders, el primer autoproclamado socialista que desborda por la izquierda a los Clinton.

 

Empero, mientras Sanders no logró desplazar a Hillary Clinton de la lid demócrata, Trump relegó a Jeb Bush y a todos sus contrincantes, y ahora acaba de ganar la Casa Blanca.

 

¿Quién es Trump?

 

Él es un total ‘outsider’. Se trata del primer candidato a la presidencia de uno de los dos partidos que siempre se alternan en la Casa Blanca que no ha sido congresista, gobernador, general o director de la CIA. Él nunca ha ejercido cargo público alguno.

 

Trump se enorgullece de ser un ‘billonario’ cuyo salario son $US 250 millones anuales y cuya fortuna oscila entre los 4,5 y los 9 mil millones de dólares. Su riqueza la ha hecho construyendo, pero no viviendas sociales, hospitales o escuelas, sino residencias de lujo, campos privados de golf y, sobre todo, elegantes hoteles y casinos.

 

Dentro de sus prácticas de negocios Trump ha hecho que allegados suyos compren varias casas adyacentes para, al final, vendérselas todas a él y así él puedo demolerlas para hacer lujosos hoteles o casinos. También ha eliminado acreedores al haber declarado en bancarrota 4 consorcios Trump, logrando no quedar afectado.

 

Además, es una estrella televisiva altamente sintonizada. Ha dirigido ‘El Aprendiz’, un programa calcado de uno similar de Inglaterra en el cual el patronal conductor encarga a los concursantes a quienes elimina uno a cada rato maltratándolo con su frase predilecta ‘¡estás despedido!’ Esto hace deleitar al público ante el cual él se presenta como un hombre que tiene la gran virtud de saber lograr dinero y decir las cosas sin pelos en la lengua.

 

Ahora él ha vuelto a ser contratado para animar ‘La Noche del Sábado’ y se ufana de que con ello se ha convertido en el presentador televisivo mejor pagado, algo que demuestra que, por ello, él es ‘el mejor de todos.’

 

Trump fue propietario de la organización de Miss Universo y Miss EEUU.

 

Él ha estado con todos los partidos. Primero fue republicano, luego en 1999-2001 apoyó el intento del billonario Perot de crear un tercer partido a la derecha del resto, después en 2001-2009 estuvo con los demócratas, en 2011-12 volvió a ser independiente, y desde el 2013 hasta ahora es republicano. Nadie puede predecir si él seguirá en ese partido ya que las encuestas afirman que, en caso que él perdiese la nominación republicana, él podría emular a Perot y lanzarse como un tercer candidato amalgamando entre un cuarto y quinto de los votos, algo que, a la postre, beneficiaría a los demócratas.

 

Macho Anglosajón Blanco Protestante

 

Este es el sector que ha liderado a los EEUU desde su fundación hasta ahora.

 

Y es a éste sector que apela Trump. Según ‘The Economist’ no importan los dislates que él pueda cometer pues él sigue siendo una estrella para decenas de millones de telespectadores quienes ven con agrado su falsa franqueza y espíritu de trabajo.

 

Su lema es ‘volver a hacer grande a América’, algo que apela a quienes han visto decrecer a la mega-potencia en el concierto productivo y estratégico mundial.

 

Este septuagenario se las da de un gran galán, a quien todas las mujeres que van a sus programas quieren ‘consciente o inconscientemente’ llevárselo a la cama. Se enorgullece de haberse casado tres veces con distintas modelos y que incluso coqueteó a la Princesa Diana.

 

Él maltrata constantemente a las damas, pero eso causa simpatías entre machistas o gente que festeja el humor negro.

 

De Carly Florina, la única mujer de los 15 precandidatos republicanos, dijo ‘mírenle la cara, ¿alguien podría votar por eso? ¿Se imaginan esa la cara de nuestro próximo presidente?’ Para que no quede duda de su machismo reiteró ‘Quiero decir, ella es una mujer, y no estoy supuesto a hablar malas cosas (de una mujer)’, pero ‘gente, vamos, ¿somos serios?’.

 

De la actriz Bette Midler dijo ‘si bien ella es una mujer extremadamente fea yo debo rechazar decir ello porque debo insistir en ser políticamente correcto’.

 

A Ariana Huffington, la propietaria de la masiva agencia noticiera en línea The Huffington Post”, la describió como ‘una mujer fea por dentro y por fuera’ a quien su marido tuvo razón de dejarla por un hombre.

 

De Megyn Kelly, la presentadora del debate entre aspirantes republicanos para la derechista cadena Fox, sugirió que ella se le agarró con él porque estaba menstruando.

 

A Obama le ha lanzado dardos racistas. Twiteó que sus fuentes muy seguras le habían confirmado que él había nacido en Kenia y durante mucho tiempo hizo campaña que él iba a probar que él no nació en América sino en África negra.

 

Cuando la juventud negra de Baltimore salió a hacer destrozos frente a abusos policiales acusó al primer ‘gran presidente afro-americano’ de no saber controlarlos.

 

Sus peores diatribas las ha conducido contra la mayor minoría norteamericana: los hispanos. Según él “México manda a su gente, pero no manda lo mejor. Está enviando a gente con un montón de problemas (…). Están trayendo drogas, el crimen, a los violadores. Asumo que hay algunos que son buenos”.

 

Para Trump solo hay ‘algunos’ buenos latinos. Esto, aunque ellos, quienes componen entre un sexto y un quinto de la población de EEUU, tienen un promedio salarial equivalente al de la mitad del de los descendientes de europeos.

 

Trump llama a expulsar a 12 millones de indocumentados y a eliminar una ley que siempre ha regido en la historia de EEUU (Todo bebe nacido en América es americano) para poder expulsar incluso a los niños nacidos en ese país si es que sus padres son declarados ‘ilegales’.

 

Para asegurarse que no vuelvan más mexicanos a las tierras que antes compusieron la mitad norte de su país Trump llama a construir la mayor muralla anti-inmigratoria de la historia universal: una que recorra más de 3,000 kilómetros separando a EEUU de Latinoamérica.

 

Según Trump él haría una más barata y eficaz (seguramente hecha por sus constructoras, las cuales ganarían fortunas en ello) y, encima, haría que México la pagara.

 

Contra la ciencia

 

Trump ha declarado que el calentamiento global es ‘un gran cuento’, el cual ha sido fomentado por los chinos para hacer no competitiva a la industria norteamericana.

 

EEUU es la potencia que más viene desarrollando la ciencia y aquella que está demostrando en estos días que en Marte hay agua líquida y que en Plutón y otros mundos puede haber vida extraterrestre.

 

Sin embargo, hay un amplio sector en EEUU que se resiste a la ciencia pues cree que preocuparse en el medio ambiente afecta sus petroleras e inversiones.

 

De otro lado, en EEUU hay un despertar del fanatismo religioso el cual es una reacción al fundamentalismo islámico producido por sus bombardeos.

 

Un nuevo dogmatismo pasa por encima de la Biblia al transformarla en código que sirve para mantener sumisa a la mujer ante el varón, a los trabajadores ante cualquiera de sus patrones y al oscurantismo ante la discusión.

 

De todos los 15 precandidatos republicanos ninguno se declara partidario de la evolución. Algunos, como Ben Carson, el afroamericano que sigue a Trump en los sondeos republicanos, mantiene el dogma adventista de que la tierra y la humanidad se crearon hace menos de 6,000 años atrás.

 

Mitt Romney, el candidato republicano pasado, sigue asegurando que Jesucristo resucitó en las Américas y que todos los amerindios descienden de los israelitas.

 

Trump se reclama presbiteriano y partidario de aquellos pastores que se niegan a reconciliar la Biblia con la ciencia.

 

Trump es opuesto al aborto, los derechos gays e incluso a muchas vacunas.

 

Militarismo

 

Trump sostiene que va a rebajar los impuestos a las corporaciones y erosionará el intento de Obama de crear una seguridad estatal gratuita.

 

Él, sin embargo, dice que no revela sus planes militares pues un buen general no hace eso.

 

No obstante, ha adelantado algunas ideas, incluyendo que él está por incrementar el presupuesto bélico.

 

Él es un hincha de Netanyahu y se ufana que su hija se ha convertido al judaísmo y que tiene nietos de dicho credo. Mientras muchos israelitas cuestionan la manera en la cual Netanyahu provoca a los palestinos y por ende hace peligrar su seguridad, Trump secunda su mano dura contra un Estado palestino y contra Irán, a quien llama a parar antes que se dote de plantas nucleares, y que superará a Netanyahu haciendo una mega-muralla decenas de veces mayor que la que separa a los hebreos de los árabes.

 

Contradictoriamente, en Siria pide que Irán y Rusia les hagan el trabajo sucio de liberarles del ‘Estado Islámico’. Su gran consejo para derrotar a estos binladenistas es súper-bombardearles para luego mandar a la Mobil a fin que rápidamente les seque todas sus reservas petroleras, algo que permitirá grandes ganancias a las corporaciones norteamericanas pero a costa de empobrecer al Medio Oriente.

 

Trump se enfoca mucho en sus ataques a México y a China, a quienes ve como desleales competidores. Ciertamente que sus políticas buscarán revertir la política de relativa buena vecindad con Cuba y otros países contestatarios de Latinoamérica, así como el plan de paz en Colombia.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/181616?language=es
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS