Tergiversación histórica

07/11/2016
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En distintos momentos algunos personajes han tratado de que olvidemos nuestra historia, entre ellos, lo ha manifestado el propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, algunos mal llamados académicos y politiqueros que han adoptado la ciudadanía estadounidense y el pasado de ellos o de su familia está vinculado con las penurias, las torturas y asesinatos que padeció nuestra población en tiempos de Batista.

 

Precisamente el tratar de “limpiar” la imagen del sátrapa de Kukines es algo en lo que se ha estado trabajando durante años, sobre todo, considerando que el gobierno estadounidense tiene depositada su mayor confianza en los que estuvieron vinculados con aquel régimen o sus descendientes y esos son los que aspira que regresen a Cuba para ocupar cargos dirigentes en el gobierno de “transición” que piensan imponer.

 

No podemos olvidar que la derrota del régimen batistiano, fue una derrota para Estados Unidos, que suministraba armas, equipos y dinero para combatir a las fuerzas que se encontraban luchando en las montañas y entrenaba a los torturadores y asesinos de los que en las ciudades luchaban contra el régimen el 10 de marzo. En momento alguno el gobierno de Estados Unidos señalo las violaciones de los derechos humanos que se cometían en Cuba en aquella época, ni los asesinatos que costaron a nuestro pueblo 20,000 vidas de sus mejores hijos.

 

Dentro de los esfuerzos realizados en esta innoble labor, pudiéramos citar, que hace algunos años, se llevó a cabo un “seminario científico” organizado por la Universidad Internacional de la Florida (FIU) titulado “Cuba entre votos y balas (1952-1958)”.

 

Este “seminario”, al igual que otras actividades en la que se encuentra involucrada la Universidad Internacional de la Florida, contó con el beneplácito y el financiamiento (esto último muy importante) de distintas agencias del gobierno de Estados Unidos, autorizado esto por la administración Obama, entre las que se destacan la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID).

 

La idea principal que se trató de exponer en dicho “seminario” era que “El fracaso de las fuerzas moderadas contra el régimen de Fulgencio Batista y la incapacidad de la prensa de ejercer un rol medular, alentaron el éxito de la revolución castrista.”

 

Aquí se expuso el primer elemento de tergiversación sobre la historia de Cuba. Se trata de hacer ver que el éxito de la revolución cubana se debió al fracaso de las fuerzas moderadas y a la incapacidad de la prensa.

 

Las llamadas “fuerzas moderadas”, formadas por los politiqueros tradicionales que le hacían el juego a Batista y participaban en las elecciones que se convocaban, para dar la impresión de que existía una “democracia” y que el país se encontraba en plena normalidad, inclusive, con la existencia de una “oposición” al gobierno.

 

Tampoco puede hablarse de la incapacidad de la prensa, en todo caso debería aclarase que la mayoría de la prensa existente en el país defendía a Batista y ocultaba los desmanes de su régimen a cambio de una jugosa subvención. Existieron algunas honrosas excepciones en la prensa nacional que aprovechaban los momentos en que la censura gubernamental se levantaba, para informar al pueblo de la situación real del país.

 

La prensa que realmente informaba al pueblo era la prensa clandestina, Radio Rebelde, el periódico Sierra Maestra, la Carta Semanal, los volantes que emitían las células clandestinas y algún que otro ingenioso ardid que utilizando la televisión nacional llegaba a toda la población, como el anuncio del CERO TRES C.

 

En resumen, este fue un análisis mal intencionado y falta de objetividad por parte de los participantes del “seminario” de la FIU, que no toma en consideración la situación social en que vivía el pueblo cubano, el régimen asesino y torturador a que estaba sometido, el desempleo, las penurias que sufría el campesinado, el total abandono higiénico sanitario en que se encontraba nuestro pueblo, las dificultades para tratar de recibir una atención médica adecuada, el sistema educacional totalmente abandonado y destruido, la dominación extranjera, en este caso principalmente estadounidense, de toda nuestra economía y la atrasada industria del país.

 

Como buenos capitalistas, no tomaron en consideración las condiciones objetivas en que vivía nuestro pueblo, lo que originó una explosión revolucionaria generalizada, liderada por aquellos que verdaderamente estaban dispuestos a defender los derechos del pueblo cubano, auténticos seguidores de los mambises que lucharon en nuestras guerras por la independencia y soberanía de Cuba.

 

Uno de los ponentes del “seminario”, la señora Uva de Aragón, en aquellos momentos subdirectora del Instituto de Estudios Cubanos (CRI) de la propia universidad, trató de circunscribir la oposición al régimen de Batista a los partidos Autentico y Ortodoxo. Con esto trató de negar beligerancia a otras fuerzas que se enfrentaron a la tiranía desde los primeros momentos y hacer creer que el partido Ortodoxo participó en las componendas electorales organizadas para dar reconocimiento al tirano, cuando la realidad fue otra.

 

Cuando se habló de protestas contra la dictadura se le da importancia solamente a las de los alumnos de la Universidad de Oriente y las de la Federación Estudiantil Universitaria. Aquí también se trató de desconocer la lucha que llevaron a cabo los obreros, los campesinos, los estudiantes en general de toda Cuba, las agrupaciones femeninas y los movimientos revolucionaros como el 26 de Julio, el Directorio Revolucionario y el Partido Socialista Popular, todo esto, evidentemente, tratando de minimizar la importancia de estos sectores y organizaciones en el triunfo popular.

 

El señor Alejandro Armengol atribuyó el éxito revolucionario a dos factores, uno de ellos la represión batistiana (con lo cual coincidimos como uno de los varios factores, no dos), el segundo factor al que se refirió fue al “uso de la propaganda”. ¿De qué propaganda estaba hablando Armengol? Aquí nuevamente se trató de tergiversar la historia.

 

¿Dónde estaba este señor? En Cuba la única propaganda que existía era la que el régimen de Batista permitía. El Movimiento 26 de julio contaba con una estación de radio, Radio Rebelde que transmitía desde la Sierra Maestra y que constantemente era interferida para que no se pudiera escuchar en las ciudades. El periódico Sierra Maestra, la Carta Semanal y algunos otros no eran más que órganos de una limitada circulación, que se imprimían en la clandestinidad y que su sola tenencia podía costar una paliza, la cárcel y en algunos casos la muerte. El mejor medio informativo con que contaban los revolucionarios era “Radio Bemba” que era la circulación de noticias de uno a otro ciudadano para poder violar la censura y el control de la propaganda por parte de la tiranía.

 

Según Armengol “Washington decretó el embargo de armas a la Isla”. Otra tergiversación más. Las armas estadounidenses siguieron llegando hasta última hora.

 

¿Quién suministró las armas con que se llenó el tren blindado que debía llegar hasta la provincia de Oriente? El mismo que el Che descarriló en Santa Clara en los últimos días de diciembre del 58.

 

¿De qué país venían las bombas que tiraban los aviones contra la población de la Sierra Maestra y contra la propia ciudad de Santa Clara? Negar estas realidades es tratar de engañar, de alterar la historia, con un argumento que solamente los incautos y los fanáticos de derecha pudieran creer.

 

Otro señor, llamado Rafael Rojas, del que se dice es historiador y ensayista, planteó en el “seminario”, como un bastión de la oposición a Batista, a Carlos Márquez Sterling y su llamado Partido del Pueblo Libre que en 1958 jugó a la oposición ante el candidato de Batista, Andrés Rivero Agüero. Rojas planteó que Márquez Sterling concebía la “transición política” por medio de la votación, pero que la abstención y el fraude electoral le dieron la victoria a Rivero Agüero.

 

Nuevamente la tergiversación se pone de manifiesto. El único propósito lógico de Márquez Sterling con su aspiración era legitimar el triunfo de Rivero Agüero, como si hubiera existido una contienda entre dos partidos políticos. El Partido del Pueblo Libre nunca existió anteriormente en la historia política de Cuba, fue organizado para la farsa electoral. En aquellos momentos, donde la lucha insurreccional era más cruenta, pensar en una transición política por medio de la votación. Era además de ilógico, mal intencionado.

 

Esa era la época en que el gobierno de Estados Unidos estaba buscando una fórmula que impidiera la toma del poder por los revolucionarios que peleaban contra Batista. La CIA había conversado con Justo Carrillo para que diera un golpe de estado con militares “no comprometidos”, para escamotear el triunfo revolucionario. Otras acciones se emprendieron para que no triunfara la revolución, incluyendo, el tratar, en la Sierra Maestra, de asesinar a Fidel.

 

Nadie piense, ni el más ingenuo, que la aparición en este “seminario”, patrocinado por la CIA, de la figura de Márquez Sterling es un hecho casual o fruto de una profunda investigación histórica. El tratar de reivindicarlo es un interés común de la Agencia y de la señora Uva de Aragón, uno de los organizadores del “seminario”, miembro de la dirección de la FIU e hija adoptiva del mencionado politiquero.

 

En los planes enemigos, desde hace bastante tiempo, se trata de tergiversar la historia, de que nos olvidemos de nuestra tradición de lucha, de resaltar falsos líderes o sus descendientes, que en el futuro puedan tratar de eclipsar a los que verdaderamente lucharon por nuestra soberanía a independencia y venir a reclamar un lugar, que ni les corresponde, ni se lo ganaron.

 

El gobierno de Estados Unidos y sus asalariados, consideran que este es un buen momento para crear la confusión dentro de las filas revolucionarias y el olvidar o tergiversar nuestra historia, es una acción más dentro de las que han emprendido y continuarán emprendiendo, para tratar de lograr la vuelta al pasado, tener nuevamente a Cuba en sus manos.

 

Estoy completamente seguro que fracasarán en su empeño, porque la verdad y la razón están de nuestro lado.

 

5 de noviembre del 2016

 

- Dr. Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba) sarahnes@cubarte.cult.cu

 

https://www.alainet.org/es/articulo/181478
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