No hemos enfundado la espada de Bolívar

06/11/2016
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Hoy, domingo 6 de noviembre, Nicaragua dará paso a un nuevo proceso electoral y ciertamente la alianza que encabezan el FSLN y el Presidente Daniel Ortega triunfará. Esto será un evento muy importante y alegre en el concierto latinoamericano, contrarrestando el reflujo en las elecciones de América del Sur. La bandera Rojinegra volverá a hondear triunfante como cada 19 de Julio, fortalecerá al ALBA y sobre todo los nicaragüenses más pobres seguirán siendo los beneficiados.

 

La siguiente batalla electoral será el 17 de febrero en Ecuador.  Dos escenarios se han movido en días recientes. Por un lado, la derecha va logrando articular alianzas, que si bien a nivel de Candidatos a la Presidencia, no logran concretarse ni aparecen como peligrosas, sí lo son a nivel provincial, de candidatos a la Asamblea, objetivo principal de las diversas coaliciones opositoras que compiten. Ganando el legislativo, esperan una reedición de Paraguay, Honduras o Brasil, o en el mejor de los casos, doblegar las políticas públicas del proyecto de la Revolución Ciudadana.  El otro gran desafío es el frente interno del Movimiento del Gobierno, donde el destape de corrupción en Petroecuador si bien, por un lado, consolida la voluntad de transparencia y honestidad del Presidente Rafael Correa, por otro, sirve de caja de resonancia a los argumentos de enemigo.

 

El gran acierto de la derecha internacional y del think tank estadounidense, es trasladar su identidad de corruptos históricos, hacia los dirigentes de las nuevas democracias. Desafortunadamente en muchos casos las acusaciones tienen asidero, si no en los Presidentes o Presidentas, sí en su entorno. Qué difícil es manejar estos espacios policlasistas, donde empresarios honestos tienen que lidiar con aquellos corruptos y donde los recursos que desembolsa el Estado, para consolidar políticas redistributivas, son de tal magnitud, que despiertan la codicia y apetitos incontrolados en funcionarios que jamás tuvieron otra militancia ni otra formación política, que la del mercado y el consumo y que ven su paso por el Estado, como acceso al botín que jamás soñaron.

 

Las elecciones serán muy difíciles. Lenin Moreno tiene una aceptación inobjetable, no así Jorge Glas. El tema de Petroecuador evidencia la voluntad de transparentar casos de corrupción. La deportación o extradición de los involucrados, ya en boletines de la Interpol, y que al parecer se encuentran en Estados Unidos, en su mayoría, será siempre una carta de negociación para el gobierno estadounidense y las petroempresas corruptoras. Pronto deberían estar aquí los Pareja, los Yanuzeli, los Baquerizo al igual que los Pedro Delgado, los Isaías y los otros corruptos. Enviarlos de regreso, en los siguientes días, será una prueba de la transparencia con la que quiere jugar en nuestras elecciones, el gobierno estadounidense y los poderes fácticos que tiene detrás. De no hacerlo así, sabremos que siguen interviniendo en las decisiones soberanas del Ecuador.

 

No hemos enfundado la Espada de Bolívar y el acero templado debe afilarse hoy, limpiándonos de los corruptos y devolviendo la imagen de corrupción a sus verdaderos propietarios, la derecha neoliberal inventora de los paraísos fiscales y beneficiaria de los dineros más sucios jamás habidos. Uno o veinte funcionarios corruptos no destruyen la democracia conquistada o los bienes redistribuidos, ni la disminución de la pobreza. Sanciones implacables y con fuerza a seguir construyendo el Buen Vivir, el Sumak Kawsay. Jamás debemos permitir que los vendepatria, aunque se hayan disfrazado de verde, nos quiten la fuerza de seguir ocupando los espacios con y para los excluidos. Convencer, movilizar con los jóvenes. Muchas veces es mejor un futbolista popular y honesto que un político que confunde el cargo con su negocio personal. Abrir los locales, convertirlos en casas ciudadanas y no claustros de iluminados. De nada sirve predicar entre los apóstoles. Con mentes lúcidas, manos limpias y corazones ardientes como dice nuestro Presidente Rafael Correa y con los guerreros de la paz como dice nuestro próximo Presidente Lenin Moreno. La Espada de Bolívar está lista para las reconquistas de lo perdido en la Patria Grande, con humildad y firmeza. A Ecuador le toca la enorme responsabilidad de detener el avance del neoliberalismo y de la derecha al inicio del 2017. Solo depende de las decisiones acertadas al elegir a los y las candidatas a asambleístas, por parte de la dirección del Movimiento, del Presidente Rafael Correa y del candidato Lenín Moreno. Una vez inscritos los candidatos solidaridad, disciplina, firmeza y unidad, unidad, unidad, para ganar las elecciones en la primera vuelta.

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/181445
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