Hábitat y seguridad ciudadana

18/10/2016
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El Ministro del Interior del Ecuador, José Serrano, define el papel principal de la Policía “…como los garantes del pleno ejercicio de los derechos humanos de la ciudadanía”.  Todo el resto gira alrededor de ello.

 

 Con esta visión es evidente que hablamos de una idea radicalmente distinta de lo que es el concepto militarista y securitista de las policías. La ideología dominante, aquella del mercado, nos coloca en una competencia entre los seres humanos, donde para sobrevivir hay que pisar al prójimo y para enriquecerse hay que robar. Recomiendo leer el artículo de Oscar Ugarteche y Jorge Zaldívar en ALAI, Gran banca = ¿crimen organizado?  

 

 Esta breve investigación nos confirma que estamos en manos de gángsters de codicia ilimitada, a quienes poco o nada les importa, no sólo el resto del mundo, mucho menos el mundo pobre, sino que no les importan sus propios clientes rubios, germánicos y anglos.  En el Ecuador de la Revolución Ciudadana, el Ministro del Interior se preocupa por los derechos humanos y la organización de los barrios, para garantizar la seguridad ciudadana.

 

Para el Hábitat del siglo XXI debemos ocuparnos solidariamente de construir ciudades menos desiguales, de ocupar los espacios públicos de encuentro ciudadano con la participación colectiva de la población. Este concepto de seguridad ciudadana está muy distante de aquella policía estadounidense que anda matando jóvenes, viejos y adolescentes, sólo por ser negros. Este concepto de Seguridad Ciudadana, que se maneja en el Ecuador, pasa por la eficiencia en el combate al crimen organizado, la eficiencia y formación de la institución policial, pero pieza fundamental es la organización ciudadana que es un factor de ocupación pacífica del espacio territorial de su propio hábitat. Es un factor de ejercicio democrático para planificar y garantizar una “convivencia social pacífica” que permita el desarrollo diferente de las ciudades. Por ahora esto es el inicio, aún hay mucho por hacer, pero debe continuarse con el del trabajo de formación de la Policía Nacional, con el trabajo de organización ciudadana, con parroquias y municipios, hasta que la solidaridad se expanda como una mancha de aceite en el Hábitat.

 

 Sin una capacidad ideológica de combate al mercadismo, poco o nada podremos hacer. Ecuador ha comenzado y sus resultados se muestran en el combate a la pobreza y en los resultados sobre la seguridad.

 

Hoy hay una disminución de 11 mil delitos menores y sobre el tema de homicidios y asesinatos, se pasó de 18 a 5 asesinatos por cada cien mil habitantes, en menos de 7 años, cifras que asombran a los expertos y que colocan al país entre los más seguros de la Región, junto con Nicaragua, Chile y Uruguay. Son enormes avances que deben ser sostenidos en el tiempo porque es una tarea larga y compleja. Perder este horizonte y este ritmo nos puede hacer retroceder de manera dramática. Para ello la continuidad de la Revolución Ciudadana, es fundamental.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/181043
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