¡Que Vivan los Estudiantes!
- Opinión
Como lo decía la famosa canción de Violeta Parra de los años 60s y popularizada por Mercedes Sosa, "que vivan los estudiantes..." y seguía la tonada más adelante "me gustan los estudiantes, porque son la levadura, del pan que saldrá del horno con toda su sabrosura", los estudiantes universitarios han jugado un papel relevante en la historia política de nuestro país.
Para referirnos a los últimos seis decenios, que coinciden con el periodo del conflicto armado interno, los estudiantes universitarios se movilizaron activamente contra el gobierno dictatorial del General Gustavo Rojas Pinilla; el 8 y 9 de junio de 1954 se dio una movilización de estudiantes universitarios, especialmente de la Universidad Nacional, conmemorativa de la muerte violenta de estudiantes universitarios, entre ellos Gonzalo Bravo Paez, en los años 20s del siglo anterior; esta manifestación fue reprimida violentamente y se produjeron trece muertes. A raíz de eso, durante varios años el 8 y 9 de junio fueron considerados la fiesta de los estudiantes. Estos hechos de violencia contra los estudiantes universitarios y sus movilizaciones llevaron a que ellos jugaran un rol activo en la caída del gobierno militar el 10 de mayo de 1957 y posteriormente en el plebiscito de 1957, que dio origen al Frente Nacional, como pacto de paz entre liberales y conservadores y así terminar la violencia bipartidista.
A comienzos de los años 90s, luego del asesinato de Luis Carlos Galán por los paramilitares al servicio del cártel del narcotrafico conocido como el 'cartel de Medellín', los estudiantes universitarios, especialmente de Bogotá, generaron un movimiento de movilización reclamando una asamblea nacional constituyente, que luego conocimos en la historia como 'la séptima papeleta' y que tuvo un impacto desencadenante del proceso constituyente de 1991, en el cual por primera vez una diversidad de fuerzas políticas, más allá del bipartidismo liberal-conservador, y en un proceso de concertación social, generaron su gran producto, la nueva constitución para la Colombia moderna.
Hoy estamos viendo, en los estudiantes de las universidades de Bogotá, gestarse un movimiento estudiantil que yo quisiera llamar de 'las banderas blancas', que tiene como objetivo promover el SI en el plebiscito del próximo dos de octubre que refrende los Acuerdos de La Habana, para terminar el conflicto armado, no para derrotar a nadie, sino para abrir las amplias avenidas que posibiliten la construcción de paz, entendida esta no como un paraíso terrenal, sino la posibilidad de disminuir las inequidades sociales, la posibilidad de que regiones golpeadas por el conflicto armado tengan una discriminación positiva en el gasto público, de tal manera que sus pobladores puedan contar con mejores vías de comunicación -ni siquiera las 4G de que tanto se habla-, mejores servicios de educación, salud, vivienda rural y la presencia de un Estado que garantice sus derechos.
Sospecho que los estudiantes universitarios, con su alegría, creatividad y entusiasmo y seguramente con la colaboración de algunos profesores y directivos, van a generar unas sensibilidades ciudadanas y una movilización que va a incidir en el resultado final de la refrendación plebiscitaria. "Me gustan los estudiantes que marchan sobre las ruinas, con la bandera en alto va toda la estudiantina".
Alejo Vargas Velásquez
Profesor Universidad Nacional
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