¿De qué "toma" habla la oposición?

La MUD: asedio sostenido a la democracia y la paz

01/09/2016
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 fuego
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La oposición venezolana convocó a una “Toma de Caracas” para el 1ro de septiembre de 2016 con la finalidad de exigir, con acciones de calle, la renuncia del presidente Nicolás Maduro o acelerar el proceso de referendo revocatorio para su mandato.

 

La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, realizó una exposición exhaustiva en donde explicó cuál debe ser el proceso correcto para solicitar la activación de este novedoso mecanismo de contraloría sobre los cargos de elección popular, indicando además cuáles deben los tiempos para que tal proceso se concrete y sea efectivo.

 

Esta explicación no fue suficiente para la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), figura que reúne a algunos partidos de la derecha venezolana y que convoca a la movilización nacional con punto final en la ciudad capital de la República Bolivariana de Venezuela. Ellos quieres revocatorio sí o sí.

 

Explicación del Poder Electoral: la constitucionalidad

 

El pasado martes 9 de agosto el CNE, organismo rector encargado de los 19 procesos electorales realizados en Venezuela, en voz de su presidenta Tibisay Lucena, realizó una exposición transmitida por los medios de comunicación, públicos y privados, explicando detalladamente cuáles son los lapsos de tiempo y los procedimientos para llevar a cabo cualquier tipo de votación, con base a las Leyes y a estos mismos comicios.

 

La MUD, entregó ante el Poder Electoral la solicitud oficial para iniciar un proceso de referendo revocatorio para el presidente Nicolás Maduro. Este mecanismo debe activarse luego de la mitad del mandato del funcionario sometido a evaluación del electorado. Nicolás Maduro cumplió con este requisito el 10 de enero de 2016, sin embargo, la MUD esperó hasta abril para iniciar el proceso. De igual forma, pese a la presión que se ha ejercido sobre la opinión pública y el Poder Electoral una y otra vez en estos últimos meses para que acelere, a la fuerza, los lapsos para realizar la consulta popular en este año 2016, no fue sino hasta el pasado 2 de agosto que se hizo la solicitud formal al CNE para la recolección del 20% de las firmas.

 

Como lo establecen los mecanismo para la activación del proceso de consulta popular, el pasado lunes 28 de agosto, el Consejo Nacional Electoral informó que la fecha para la recolección del 20% de las rúbricas necesarias para continuar con el proceso que busca activarse, es decir, 3.914.420 firmas de venezolanos y venezolanas en condición legal para ejercer el derecho al sufragio, será entre el 24 y 30 de octubre de este año.

 

Esta ya no es la excusa para una movilización que trae consigo una convocatoria colmada de violencia y de amenazas en contra de la Revolución Bolivariana y de la tranquilidad del pueblo venezolano.

 

Marchas opositoras: acciones violentas en la norma

 

Desde la llegada del presidente Hugo Chávez, grupos opositores, articulados a los principales partidos políticas de derecha en Venezuela, que ejercieron el poder del estado hasta que el pueblo a través del sufragio les arrebató el poder, han intentando ejecutar planes desestabilizadores en las diferentes movilizaciones convocadas por ellos mismos. Recordemos.

 

Una de las más grandes, la más publicitada, convocada, argumentada y justificada por los medios de comunicación privados durante semanas, fue la que tendría como fecha el 11 de Abril de 2002 y que concluyó en un golpe de Estado.

 

La zona de concentración: la sede de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en Chuao, al este de la ciudad de Caracas, hoy sede de la Universidad Nacional Experimental de las de Fuerzas Armadas (Unefa).

 

Como un plan macabro, esta marcha fue dirigida “espontáneamente” al centro de Caracas para tomar el Palacio de Miraflores, lugar en donde se encontraba el Presidente de la República y una masiva concentración de partidarios del chavismo. Se buscaba la confrontación popular y generar el hecho comunicacional para el golpe.

La historia ha comprobado que ni la marcha opositora ni la concentración chavista se consiguieron, pero el plan salió según lo establecido en el guión. Los medios de comunicación se prestaron al juego político para consolidar el golpe; la violencia se apoderó del momento y Chávez iba a ser asesinado.

 

Francotiradores pagados por la oposición asesinaron a 19 venezolanos y venezolanas, mientras los medios de comunicación con un manejo de los planos de cámara recreaba la escena de un conflicto cuerpo a cuerpo entre el pueblo, siendo este el comienzo de la ruptura del hilo constitucional que duró cuatro días; tan sólo cuatro días de terror, de persecución, de amenazas y de más muerte que rememoraron a la colectividad los momentos de horros de la democracia representativa de la Cuarta República.

 

El golpe fue revertido por la fuerza del pueblo en el año 2002 y en la sensación colectiva, hoy, la convocatoria nuevamente a una “marcha sin retorno”, a la “toma de Caracas”, a “Limpiar Venezuela”, a “Terminar con esto” de mano de la MUD, hace inevitable el paralelismo con que esta marcha, después de 14 años, es el llamado a un golpe de estado.

 

Tres años de asedio a la democracia y la paz

 

Eventos violentos han acompañado los últimos tres años la movilización de calle de la derecha venezolana, a fin de desestabilizar de forma irreversible el gobierno del presidente Nicolás Maduro Moros. Ha sido un plan con ensayos previos y que ha amalgamado en este caso dimensiones electorales, económicas, sociales y comunicacionales, sin disociación alguna.

 

El Plan denominado “La Salida”, liderado por el dirigente del partido político de ultraderecha Voluntad Popular, Leopoldo López, convocó una marcha “sin retorno” y “hasta que termine esto”, mismas consignas usadas para este 1 de septiembre, que culminó con destrozos al patrimonio público en la ciudad de Caracas, con asedio y agresión a la sede de la Fiscalía General de la República, instituciones públicas, educativas y en contra de la vida de venezolanos y venezolanas.

 

Estos actos violentos fueron foco para las llamadas “Güarimbas”, las segundas propiciada por los opositores venezolanos desde la llegada de la Revolución (las primeras en el año 2007), logrando secuestrar a millones de personas en todo el país con el cierre total de calles y avenidas con barricadas de árboles, cauchos, escombros, basura y hasta ratones, perros y gatos guindados, quemados, como signo de terror y poder. Organismos de seguridad junto con el pueblo, lograron restablecer el orden público luego de varias semanas, luego de 43 venezolanos y venezolanas asesinadas y más de 800 heridos de gravedad por los hechos de violencia.

Leopoldo López hoy se encuentra preso y sentenciado por la responsabilidad sobre estos hechos.

 

La avenida Libertador de Caracas fue escenario de nuevos intentos de violencia el pasado mes de mayo de este mismo año. Esta troncal representa una de las principales vías para acceder desde el este de la ciudad al Municipio Bolivariano Libertador, zona en donde se encuentra el centro político y administrativo del país tales como ministerios, instituciones, sedes de los Poderes Públicos y el Palacio Presidencial. Bajo la misma consigna de “toma de Caracas”, un grupo de manifestantes convocados a la misma, con el fin de ejercer presión sobre el CNE, generaron destrozos al espacio público, sitiaron por horas la zona con la quema de objetos en barricadas e intentaron asesinar a dos mujeres pertenecientes a la Policía Nacional Bolivariana (PNB) a golpes; una de ellas pudo escapar, la otra sufrió daños graves ocasionados por los golpes.

 

Este 1 de septiembre la MUD, reitera el llamado a una toma de la capital venezolana, con el único objetivo de continuar la presión sobre el CNE e intentar presionar al órgano comicial para acelerar un Referendo Revocatorio que debe seguir sus pasos. Ya el CNE ha hecho pública las fechas para iniciar el proceso de recolección de firmas, entonces ¿por qué continuar con la movilización?, ¿cuáles son los verdaderos objetivos de una marcha en este contexto de asedio a la democracia?, interrogantes con certezas que hoy, rezan sobre la marcha de la MUD.

 

Plan a 2 manos: desestabilización e intervención extranjera.

 

Los ataques internacionales hacia Venezuela y al gobierno del presidente Nicolás Maduro no han cesado. Esta movilización ha marchado en su convocatoria, con el ritmo de la restauración conservadora en los mecanismo de integración regional y el asedio internacional sobre la República Bolivariana de Venezuela.

 

Un actor político, animador de este escenario, ha sido el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quién solicitó el pasado mes de mayo la activación de Carta Democrática en Venezuela, con la definitiva intensión de propiciar una intervención militar al país. Es bien sabido por todos y todas, lo que pasa cuando los gringos meten sus narices en asuntos que no son de su competencia. Las crisis y guerras fortalecen progresivamente emporios económicos: los pueblos ponemos los muertos no más.

 

Si bien, ese intento fue frustrado en el seno del organismo en el mes de julio, Almagro continua en marcha y entra por otra arista. Pues es el mismo plan, finalmente.

Se ha reunido en reiteradas oportunidades con prófugos de la justicia venezolana como Carlos Vecchio, dirigente del partido político Voluntar Popular, brazo violento de la MUD. También, mantiene comunicación con el antes mencionado, Leopoldo López. Ha sostenido encuentro con el Presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup e interlocutores intermedios de la MUD. Van tejiendo así el mismo entramado de presión sobre el orden democrático del país.

 

Es así, como a inicios del pasado mes de agosto, la OEA, acompañada por 15 de sus países miembros, emitieron un comunicado en el que exigen se cumplan “sin demoras” los lapsos para activar el revocatorio. Sólo Venezuela, acompañada de Ecuador y Bolivia, establece en su Carta Magna este particular mecanismo de evaluación a cualquier representante de un cargo de elección popular. Sin embargo, se exhorta contundentemente a Venezuela y sus organismos al cumplimiento del referendo.

 

Paralelo a este proceso, “triple alianza” de Mercosur, profundiza un clima de conflicto regional al desconocer a un gobierno legítimo como lo es el venezolano, para ejercer como establece el mecanismo la PPT.

 

Argentina, Paraguay y Brasil, este último representado por un presidente producto de un golpe de Estado que se consumó el día de ayer, ponen en duda la capacidad de Venezuela para asumir las riendas del organismo hasta diciembre como corresponde, de acuerdo a los estatutos del bloque regional. Asimismo, no acatarán ningún llamado a reunión que sea emitido por este país.

 

En esa misma matriz de opinión, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, quién ejercerá el cargo hasta finales de este año 2016, mostró preocupación por una supuesta “crisis humanitaria” creada por la inestabilidad política del país, evidenciando así la alineación diplomática sobre Venezuela.

 

1 de septiembre: ¿de qué va esta nueva macha?

 

Cuatro hechos han sido característicos de las últimas semanas en el llamado a la movilización:

 

El primero, fue la captura el 19 de junio en el estado Cojedes, al centro del país, de Gabriel San Miguel y Francisco Márquez, ambos dirigentes del partido Voluntad Popular, con una carga de cocaína. Esto generó inmediatas reacciones de la dirigencia de este partido en defensa de sus militantes y desmintiendo los cargos de los que se les acusan: tráfico de drogas y promover hechos violentos. Ambos, fueron procesados y actualmente se encuentran detenidos.

 

El segundo, la captura de Yon Goicochea, ex dirigente estudiantil y líder de los hechos de calle en el año 2007, militante también del partido Voluntad Popular, a quién le fueron incautados el pasado 27 de agosto cordones para la detonación de explosivos. También procesado y detenido.

 

El tercero, el intento de fuga del también condenado por las Güarimbas en el año 2011, Daniel Ceballos, dirigente de Voluntad Popular, quién gozaba de arresto domiciliario y que por investigaciones del Servicio de Inteligencia de Venezuela, se probó avanzaba en un plan de fuga para encabezar acciones este 1 de septiembre.

 

Finalmente, la denuncia de ensayos mediáticos en varios puntos del país, que recrean y friccionan la represión por parte de cuerpos de seguridad en contra del pueblo, junto con la incautación de réplicas de armas de fuego y uniformes de la Guardia Nacional Bolivariana en el estado Carabobo, al centro del país, donde fueron detenidas Génesis Caruso y Eddy Villamizar.

 

Otros hechos como la captura de bandas paramilitarizadas en las cercanías del Palacio de Miraflores, el desmarque de artistas que habían promovido la convocatoria a la “Toma de Caracas”, anunciando que no participarán en la misma, así como el no consenso en las consignas y objetivos de convocatoria por parte de los sectores de la MUD, dan razón de intereses cruzados y de objetivos confusos sobre el desenlace de la misma. La epopeya que busca evocarse el día de hoy, en un plan continuado de asedio a la paz, con antecedentes en la historia próxima del país, con desenlaces en hechos de violencia sostenida ¿buscan recrearse hoy?, ¿por qué cocaína, explosivos, uniformes camuflados y fugas si se evoca la paz del país en esta “Toma”?. En la opinión pública se escuchan planteamientos de no querer evocar hechos de violencia que reconstruyan una ruta como la del 2002, el 2007 o el 2011.

 

Amaneció, es 1 de septiembre y el pueblo dice en el metro de Caracas, en las calles, en las colas: queremos paz.

 

Venezuela, 1ro de septiembre de 2016

 

http://www.albatv.org/La-MUD-asedio-sostenido-a-la.html

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/179907
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