El viernes (5), día que marcó la apertura de los Juegos Olímpicos de 2016, Río de Janeiro fue escenario de protestas masivas contra el presidente interino Michel Temer y el golpe de estado en curso en el país. Aunque la ciudad respire el ambiente olímpico, activistas y movimientos sociales marcharon por Copacabana con el lema "Fuera Temer. Ningún derecho menos. Contra la calamidad olímpica!"

Los movimientos estiman en 30.000 el número de manifestantes que salieron a las calles para denunciar la ilegalidad de la destitución de la Presidenta Dilma Rousseff y los retrocesos impuestos por el nuevo gobierno, la agenda impuesta por el gobierno incluye, por ejemplo, cortes de los gastos públicos y la retirada de los derechos laborales.

Evitando los abucheos

Varios diarios informaron, a lo largo de la semana, la preparación de una operación técnica para cubrir los abucheos durante el discurso de Michel Temer en la ceremonia inaugural de los juegos. Poco acostumbrado a las críticas, el Presidente ilegítimo contaba con la ayuda con la inserción de efectos sonoros en los intervalos de su discurso, incluso tuvo que renunciar a ser anunciado como autoridad presente.

Antes que la caldera olímpica sea encendida, Temer tuvo que cumplir con el protocolo y declarar abiertos los juegos. Lo hizo rápidamente, bajo abucheos. Una vejación olímpica.

Epidemia de banderas y carteles

No fue sólo en las calles que el golpe tuvo que lidiar con las manifestaciones en defensa de la democracia. Durante los juegos de fútbol feminino que se produjeron en los días 3 y 4 de agosto, hubo un inicio de ola de carteles y pancartas contra Michel Temer.

En respuesta al movimiento, el gobierno advirtió que los críticos tendrán que enfrentar las consecuencias. En video ampliamente difundido en las redes sociales, advierten sobre la prohibición.

Con la reacción del gobierno interino y el orden que los equipos de seguridad veten las manifestaciones políticas no es posible decir si las fotos continuan a inundar las redes sociales.

En la noche del jueves (4), el cantante Chico Buarque expresó su desaprobación con el nuevo gobierno. En un evento promovido por una ocupación de artistas contra Temer, el icono de la música popular brasileña cantó la música "A pesar de usted".

La canción es una de las más emblemáticas músicas de protesta del artista, que no la cantava desde la década de 1970, período de dictadura militar que castigaba Brasil. Momento marcante de las letras, dedicado en 2016 a Temer dice : “A pesar de usted, mañana ha de ser otro día”.

Traducción por Jenny Dauvergne