Con sólo 6 indígenas en la OMPI discuten problemática mundial de pueblos originarios

04/06/2016
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La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), celebró en Ginebra, del 30 de mayo al 3 de junio, la 30ª sesión del Comité Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimientos Tradicionales y Folclore (CIG).

 

El Comité incorporó dentro de su agenda dos eventos importantes para los pueblos indígenas: un Foro de consulta y como parte de la reunión, un punto específico sobre la participación de las comunidades indígenas y locales.

 

Al conclave arribaron por sus propios medios solo seis representaciones indígenas ante el insuficiente respaldo de sus respectivos países, por lo que realizarán una recomendación a la Organización de las Naciones Unida (ONU), para que en el marco de la consulta sobre las mejores formas de participación indígena en estos espacios, se pida a los gobiernos apoyar a los representantes nativos para esto.

 

La escasa asistencia de estos pueblos, fue un tema para quienes arribaron tanto al Foro de Consulta como al panel indígena, donde reconocieron que la participación de comunidades locales en este debate es pobre e insuficiente.

 

A la OMPI, solo acuden organizaciones acreditadas dentro de la OMPI, en el caso indígena a partir de 2005 pero solo como observadores, es una reunión intergubernamental.

 

Para el experto Kuna, Dad Neba de Panamá, los temas abordados sobre conocimientos tradicionales, expresiones culturales, folclore y recursos genéticos, son trascendentales para el devenir de los pueblos indígenas.

 

Las discusiones, apuntan los especialistas indios, son complejas, pues se está examinando el acceso a recursos genéticos, cuyos trabajos se llevaron días de análisis. Este tema no cuenta con el consenso de los mismos Estados y cada uno de los países defiende sus intereses.

 

En entrevista, para el líder kuna, también representante de la Agencia Internacional de Prensa Indígena (AIPIN) en Panamá, uno de los pocos que ha logrado profundizar en la temática, es lamentable que la 30ª sesión de la OMPI, tuviera poca presencia de representantes indígenas, no obstante que en el tema se juega la supervivencia misma de las sociedades originarias, dado que se revisó el Instrumento Jurídico Internacional para la Protección de los Conocimientos Tradicionales, Recursos Genéticos y Expresiones Tradicionales Culturales.

 

Estas reflexiones formaron parte de los tantos rubros profundizados por los delegados indígenas, quienes advirtieron que el instrumento jurídico puede ser avalado por los países sin el conocimiento y consentimiento de los pueblos nativos.

 

El punto 6 de la agenda referente a la participación de las comunidades indígenas y locales, se abordaron los casos de Nueva Zelanda, Sudáfrica y Costa Rica.

 

En la mesa discernieron sobre el tema Aroha Te Pareake Mead, de las Tribus Ngati Awa y Ngati Porou de Nueva Zelanda, Presidenta de la Comisión de Política Ambiental, Económica y Social de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos (UICN)

 

Compartieron la discusión Willem Collin Louw, Secretario del Consejo Khomani San de Sudáfrica, así como Alancay Morales Garro, del Pueblo Brunka de Costa Rica.

 

Alancay Morales, subrayó la importancia que en cualquier medida a adoptar que afecten a los pueblos indígenas, se parta de lo que establece el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

 

Los panelistas coincidieron en que los pueblos indígenas son capaces de resguardar sus conocimientos tradicionales por sí mismos, que están dispuestos a ofrecerlos a la humanidad siempre y cuando sus derechos fundamentales de definición y control, estén protegidos por la comunidad internacional.

 

Denunciaron del despojo de conocimientos tradicionales y recursos genéticos, de algunas compañías, por medio de patentes mal otorgadas, cuando el control del conocimiento debe de recaer en los mismos pueblos originarios.

 

Para los exponentes, es urgente un instrumento internacional de propiedad intelectual y pueblos indígenas, donde se incluya la innovación, mejoramiento en las políticas económicas y sociales, incluyendo los derechos económicos.

 

Recordaron que en la primera mesa redonda en 1998 en la OMPI sobre propiedad intelectual, se reconoció que los recursos genéticos deben ser desarrollados por los propios pueblos indígenas para proteger sus comunidades, dado que plantas, animales y naturaleza en general tienen significado sagrados para ellos, y habrá que resguardarlos de la explotación de terceros.

 

Alancay, refirió que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), considera importante referirse a la propiedad de los pueblos indígenas sobre sus recursos o riqueza genética existente en sus territorios y los conocimientos tradicionales.

 

Para la Corte, es justo que los pueblos indígenas se vean beneficiados por la explotación, industrialización o comercialización, de sus recursos, conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales.

 

El panel concluyó que es significativo y trascendental que los pueblos indígenas estén de acuerdo con los instrumentos tanto nacionales como internacionales.

 

Dentro de sus conclusiones la Mesa pide a la OMPI diseñar algún mecanismo que asegure la participación de los pueblos indígenas del Abya Yala y del resto del Planeta.

 

En su exposición el experto Brunka, dio a conocer que el Borrador de la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Organización de Estados Americanos (OEA), reconoce más puntualmente estos derechos.

 

El artículo XXVIII de la Declaración Americana, sobre la  Protección del patrimonio cultural y de la propiedad intelectual, recomienda a los Estados que con la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas, se adopten medidas necesarias para que los acuerdos y regímenes nacionales o internacionales provean el reconocimiento y la protección adecuada del patrimonio cultural y la propiedad intelectual asociada a dicho patrimonio de las sociedades originarias.

 

En esta adopción, apuntan, se realizarán consultas encaminadas a obtener el consentimiento libre previo, libre e informado de los pueblos indígenas.

 

Las preocupaciones de los liderazgos indígenas son claras, ante la intención de los países en alcanzar un consenso de un instrumento jurídico internacional al respecto y, que puede conllevar riesgos para las sociedades originarias, quienes se encuentran al margen de estas disputas.

 

La Trigésima sesión en la OMPI, examinó el Documento Consolidado en Relación con la Propiedad Intelectual y los Recursos Genéticos. El texto en cuestión, es resultado de acuerdos alcanzados por el Comité Intergubernamental de la OMPI sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimientos Tradicional y Folclore (el CIG).

 

La propuesta pretende ser la base de un Instrumento Internacional, en relación con la Propiedad Intelectual que aseguren la protección eficaz y equilibrada de los recursos genéticos, los conocimientos tradicionales y las expresiones culturales tradicionales, que sirvan de punto de partida para las reuniones del Comité.

 

En su preámbulo, el Documento Consolidado, en su mayoría entre corchetes, manifiesta que velará porque se respeten los derechos de las comunidades locales y los pueblos indígenas, sobre sus recursos genéticos incluido el principio del consentimiento previo y la participación plena y efectiva de conformidad con los acuerdos internacionales, especialmente con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

 

El borrador señala que las oficinas de patentes impondrán un requisito obligatorio de divulgación, estipulado en el instrumento jurídico internacional cuando el patentamiento de recursos genéticos perjudique los intereses de las comunidades locales y pueblos indígenas.

 

Durante la sesión del jueves 2 de junio, en la revisión del citado boceto los relatores buscaron incorporar las propuestas de los Estados, dejando fuera la propuesta indígena referente al significado de la Madre Tierra para las sociedades originarias, destacó el además, líder de la Asociación Kunas Unidos por Napguana, Dad Neba identificado en la sociedad occidental como  Nelson De León Kantule.

 

El Comité Intergubernamental sobre Propiedad Intelectual y Recursos Genéticos, Conocimientos Tradicionales y Folclore (CIG), ha sostenido negociaciones para el manuscrito. En él han participado Estados, la OMPI, organismos multilaterales y ONG’s y, actualmente algunos indígenas.

 

El año establecido para presentar el instrumento es 2017, donde la Asamblea General de la OMPI ponderará los avances efectuados y tomará una decisión para convocar a una Conferencia Diplomática.

 

Estados Unidos, la Comunidad Europea, Francia, se caracterizan por ser el bloque opositor a la posición de Estados que se pronuncia a favor de los derechos de los pueblos indígenas.

 

En el último día de sesión, no se tuvieron avances, fue evidente la confrontación entre el grupo africano, Estados Unidos y Canadá.

 

Para estos países, los conocimientos, tradiciones y los recursos genéticos patentados no cuentan como derechos de los pueblos indígenas.

 

La postura indígena es que son sus pueblos y comunidades dueños de los recursos en sus territorios, derechos reconocidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, en el Artículo 8J del Convenio sobre Diversidad Biológica, así como en el Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).

 

El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) es un tratado internacional jurídicamente vinculante con tres objetivos principales: la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos. Su objetivo general es promover medidas que conduzcan a un futuro sostenible, indica su presentación.

 

Los indígenas en la OMPI

 

En 2005 la Asamblea General de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, avaló la participación de los pueblos indígenas.

 

Desde 2009, fecha que se puso en marcha el programa de la OMPI de becas para miembros de pueblos indígenas, las comunidades indígenas y locales, en la  División de Conocimientos Tradicionales en diversas cuestiones de interés para sus lugares de origen.

 

La Asamblea de la OMPI, ha solicitado a los Estados miembros contribuir al Fondo de contribuciones voluntarias para las comunidades indígenas y locales acreditadas.

 

Según reportes, las dos últimas sesiones ningún país ha contribuido al Fondo, por lo que incluso los escasos organismos indígenas acreditados en la OMPI, no han logrado  acudir a las sesiones y solo los gobiernos envían a sus delegaciones.

 

Estados miembros

 

Los 188 estados miembros de la OMPI determinan la orientación estratégica y las actividades de la Organización a través de sus órganos decisorios.

 

Para convertirse en miembro, un estado debe depositar un instrumento de ratificación o de adhesión en poder del Director General.

 

México, se adhirió a la OMPI en 1975.

 

El país tiene como información de contacto de la OMPI, al Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR)  http://www.indautor.gob.mx, y al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI)  http://www.impi.gob.mx/

 

México a través de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), realizó entre 2008 y 2011 un ejercicio de consulta sobre mecanismos para la protección de los conocimientos tradicionales, expresiones culturales, recursos naturales, biológicos y genéticos de los pueblos indígenas, cuyos resultados permanecen en las gavetas de sus archivos.

 

- Genaro Bautista / AIPIN

 

 

https://www.alainet.org/es/articulo/177923
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