Puerto Rico: El endeudamiento en la estrategia colonial

21/03/2016
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San Juan, Puerto Rico, 21 de marzo 2016 (NCM) – La insolvencia y el endeudamiento impagable de Puerto Rico tienen antecedentes históricos en decisiones tomadas por Estados Unidos con respecto a esta colonia caribeña en 1900, 1917 y, sobre todo, 1961, asuntos que, sin embargo, no son tomados en cuenta en la discusión sobre gobernar mediante una junta.

 

De acuerdo a los expedientes históricos sobre la deuda, revisados por NCM Noticias, desde por lo menos 1900, EEUU estableció como política estratégica el endeudamiento de Puerto Rico y para 1917 los empréstitos equivalían al doble del presupuesto, lo que se volvió a ver en las cifras de 1959, a pesar de lo cual, en 1961, el Congreso aprobó derogar restricciones con el fin expreso de evitar artificialmente violar el margen prestatario de la colonia.

 

Esa política de promover el endeudamiento a unos niveles que la economía de esta pequeña nación isleña no podía absorber, no se produjo, sin embargo, sin que hubiera voces de alerta y, a principios de los años sesenta, el economista del gobierno Jenaro Baquero advirtió que el país se encaminaba hacia “el día del juicio”. Esto ocurriría, según el asesor, debido a que por ese endeudamiento exagerado, el flujo de fondos hacia el exterior sobrepasaría el total de los fondos que llegaran.

 

Baquero advirtió que, ante eso, habría que desarrollar un superávit de exportaciones “o de lo contrario tendrá que pedir auxilio o declarase en quiebra y expropiar o nacionalizar las inversiones o las ganancias exteriores en la isla”.

 

Por supuesto, las advertencias y pronósticos de Baquero no tuvieron eco en la política del gobierno insular, ni mucho menos en el Congreso, que prefirió escuchar al presidente del Banco Gubernamental de Fomento, Rafael Picó, quien aseguraba que liberar el margen del crédito no representaba riesgo porque Puerto Rico era “conservador” en emitir deuda.

 

“Creo que… siempre hay un correctivo para eso, que es automático y que no tiene que ver con el margen de crédito”, dijo Picó en una audiencia del Congreso en 1959 y agregó que el mecanismo era que “el mercado se mantiene atento todo el tiempo a lo que hacemos y si a ellos les parece que estamos pasándonos de la proporción adecuada de la deuda, enfrentaremos muchos problemas para tomar dinero a préstamo”.

 

Ese dispositivo “automático” de seguridad se vino a activar luego de que la deuda superó al producto nacional bruto y cuando ya, en el período de 2001 a 2012, Puerto Rico emitió una deuda bruta de cerca de 100.000 millones de dólares. De esos, quedó una deuda neta de casi 50 mil millones que se sumó a lo que se arrastraba, sin contar con la acumulación por bonos conocidos como CAPS y a la conversión en deuda de lo que se perdió en sistemas de retiro, para una gran deuda pública total calculada actualmente en 146 mil millones de dólares. 

 

Además, el descalabro económico no se ha detenido desde 2006, lo que agrava la situación de Puerto Rico, que a pesar de ver espantado cómo se reduce la producción de riquezas, se mantiene como exportador de capital. De hecho, esa repatriación de 35.000 millones al año ya corresponde a un tercio de todo el producto interno bruto.

 

En esa situación, el Gobierno ha multiplicado hasta lo insostenible los impuestos, recorta en los servicios y se queda con dinero de la gente de manera provisional, además de adoptar la política pública de que “el país completo” debe responder con sus haberes privados por los bonos que se emitan. Ya se produjo un conato de rebeldía con el alzamiento estudiantil, que la semana pasada se extendió a siete de los once recintos de la Universidad de Puerto Rico y se volvió a escuchar la consigna de “a ver quién tiene la batuta, si el pueblo organizado o el gobierno hijo de puta”.

 

En Washington, el Gobierno no reconoce responsabilidad alguna y lo que se plantea es la posibilidad de enviar una junta para regir Puerto Rico, como si se tratase de incapacidad de la raza puertorriqueña y no el fracaso de su propia política colonial. Tampoco cejan en Wall Street, donde se ha visto colapsar un mercado de 7.000 millones de dólares al año de deuda bruta y es incierto si los pagarés acumulados podrán cumplirse.

 

Nada de esto se veía venir en 1900, cuando a pesar de que ya EEUU había visto cómo sus territorios del oeste se habían endeudado demasiado y restringido el margen prestatario de éstos, aprobó para Puerto Rico márgenes mucho más altos, lo que para 1917 produjo que la deuda pública fuese de más de ocho millones de dólares con un presupuesto de poco más de cuatro millones. En 1959, esa deuda se había multiplicado a casi 500 millones de dólares y el presupuesto era de cerca de la mitad con una proyección de que el límite de dicha deuda se sobrepasaría en 1962 y pronósticos de empeoramiento cada vez mayor.

 

Para EEUU la experiencia del impago de la deuda no es tampoco extraña, pues en 1930 el presidente Herbert Hoover decretó una “moratoria” en el pago de la deuda por la Primera Guerra Mundial y en 1953, el presidente Dwight D. Eisenhower logró elevar artificialmente el margen prestatario federal.

 

De hecho, tan pronto ocurrió eso, la elite autonomista comenzó la planificación para buscar eximir a Puerto Rico del límite de deuda y así poder subirla. En 1955, en reuniones en el Palacio de Santa Catalina, sede de la gobernación, se discutió reclutar al ayudante presidencial Nelson Rockefeller y desatar una campaña de relaciones públicas, mientras que en 1957 se le anunció el propósito a Wall Street, que lo acogió con beneplácito.

 

Ese año de 1957 se inauguró en Broadway el musical “West Side Story”, que presentaba a los puertorriqueños ávidos por el dinero de EEUU pero sin recursos para infraestructura. En 1961, cuando el Congreso aprobó la liberalización, West Side Story” llegó exitosa al cine.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/176192?language=en
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