El “voto étnico”: una mayor explicación

09/03/2016
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

Para una mejor comprensión del significado del “voto étnico” en El Perú, y otros países del área andina, escribimos las siguientes reflexiones.

 

Un pueblo empieza a verse en el espejo; y se da cuenta que quienes lo gobiernan no se parecen a él; que más bien son muy parecidos a los invasores españoles, comprobando que en efecto, son sus descendientes.

 

Después de 300 años de colonialismo, alguien tiene que decirles a sus habitantes, que no son feos, ni brutos, ni ignorantes. Porque en cada raza hay belleza y la suya ha sido víctima de una sistemática “alienación estética”; igualmente que no se puede medir la inteligencia con la misma regla en diferentes culturas, ya que el coeficiente de inteligencia C. I. de la cultura europea, no sirve para personas que tienen una “lógica andina”, que es diametralmente diferente a la occidental; que la ignorancia sólo es relativa, porque mientras desconocen la cultura europea (incluyendo el idioma castellano), dominan la cultura y tecnología andina, con la que producen utilizando adecuadamente la ecología, geografía, genética; conviviendo socialmente con la reciprocidad; con la que viven en equilibrio con el resto de la naturaleza, siendo un ejemplo para el mundo capitalista depredador. (Ver declaraciones últimas de Leornardo Di Caprio ganador del Oscar)

 

Y fue el gobierno reformista del general Velazco Alvarado (hasta 1975), con su política cultural, que revaloró el idioma y la cultura andina. Con los concursos literarios y artísticos “Inkarri” y con la obligada difusión de la cultura nacional por todos los medios de comunicación; específicamente del quechua, con el que se leían y escribían las noticias. A lo que hay que sumar el reconocimiento en RRPP de cerca de 3 mil comunidades andinas, que controlan más de la mitad de la tierras con potencial agrícola del territorio nacional y en las que viven más de un tercio de la población del país. Hasta Alan García, siguiendo esa inercia, en su primer gobierno realizó los “rimanacuy”, que fueron diálogos con la población andina, en su propio idioma.

 

Si algunas reformas no funcionaron en el régimen velazquista, su primavera cultural andina, 15 años después rinde sus primeros frutos con la elección de Fujimori en el año 1990. En busca de su identidad se produce el cambio del “patrón electoral paradigmático”, por el que se votaba por grandes políticos en razón de sus capacidades, (en especial para convencer), por el “patrón electoral étnico”.

 

Ese cambio se hace explícito, cuando en el año 2009, (22 de julio) el diario El Comercio publica una encuesta de IPSOS S.A. que rebela que el 44 por ciento de los electores votan teniendo en cuenta la raza de los candidatos… Y el 35 por ciento de ellos votarían por candidatos que fueran indígenas, andinos o amazónicos y mestizos. Sólo el 5 por ciento por blancos y el 3 por ciento por afro descendientes. En números absolutos, más de 10 millones de electores votarían teniendo en cuenta la raza del candidato, mientras unos 7 millones, lo harían por candidatos mestizos y andinos… Es decir, emitirían “voto étnico”, de manera consciente.

 

Pero insistentes estudios demuestran que el 70 por ciento de los electores votan por “sentimiento”, emiten votos emotivos, que no son racionales. Por lo tanto no toman en cuenta el partido, la propuesta política o el plan de gobierno.

 

Así como los votos “paradigmático” y “étnico” son votos conscientes, racionales, que expresan lo que el elector quiere; los votos por “simpatía” y “empatía” son los votos inconscientes y por lo tanto irracionales. Mientras la simpatía hace votar por los candidatos que trasmiten estados de ánimo (cólera, alegría, tristeza, etc.): la empatía, hace votar como resultado de la compresión de las emociones de los candidatos, hasta el punto de ponerse en el lugar del candidato.

 

Por eso la empatía – étnica se tiene por candidatos somáticamente iguales a los electores, que con sólo “verles la cara”, se percibe que son serranos, inmigrantes salidos de la pobreza provinciana, emprendedores y exitosos (como aspiran ser los electores andinos).

 

Sin mediar ningún razonamiento, sin tener en cuenta su partido o propuesta, votan por ellos. Por “empatía – étnica”.

 

La mejor comprobación de la vigencia del “voto étnico” está en que Keiko Fujimori encabeza la intención de voto con un 30 por ciento, mientras Alan García ocupa el quinto lugar con algo más del 5 por ciento. ¿La Fujimori es mejor oradora, expositora, polemista o estadista, que García? Entonces ya no está funcionando el “voto por paradigmas”. Sino el “empático – étnico”, que favorece falaz e impostoramente a Keiko, que se beneficia por los rasgos orientales de su origen japonés, rasgos que son más parecidos a los rasgos andinos .

 

Los demás candidatos como Kuczynski, así los vistan como “equecos”, con chullos y ponchos seguirán apareciendo como criollos, gringos, disfrazados.

 

Otra comprobación final de la vigencia del “voto étnico”, tanto consciente como inconsciente, es la mayoritaria presencia de alcaldes de origen andino en las ciudades de los departamentos del sur del Perú. Es suficiente ver sus apellidos, para saber su origen.

 

Finalmente podemos afirmar que el “voto étnico” es decisivo en el siguiente proceso electoral del Perú y de él dependerá quien salga elegido presidente. Por el momento, sólo teniéndolo en cuenta, no sabemos quién ganará las elecciones, pero si sabemos quién no las ganará.

 

Y no aventuramos mayores pronósticos, porque hasta ahora, ni siquiera se sabe quiénes serán, finalmente los candidatos…

 

https://www.alainet.org/es/articulo/175941
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS