La pugna trágica para el 2016

05/01/2016
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

Para el 2016 la pugna trágica se mantiene entre la libertad y la mayor o menor pobreza acumulada.

 

“Yo te quiero libre/ Libre y con amor/ Libre de las sombras…/ Pero no del sol…” Silvio Rodríguez

 

“El socialismo en el siglo XXI, para poder ser la alternativa a la amenaza global que vivimos, ha de ser la afirmación simultánea de ambos. El pan y la libertad.” Julio César Guanche.

 

Durante el 2015 hubo más cambios aparentes que reales.

 

Al menos para Cuba, a la sazón  de aquel anuncio del 17 de diciembre de 2014 por parte de los presidentes de ambos países, que desembocó en la reapertura de embajadas en las ciudades políticas respectivas para iniciar un proceso de intento de normalización de las relaciones bilaterales, que ha avanzado bien poco; o casi nada. De ahí que consideremos que el año 2015 será mucho más largo de lo que auguraban ciertos optimistas que confiaban o confían en la palabra y la voluntad volátil del presidente Barack Hussein Obama,  quien a principios de 2017 terminará su segundo periodo de mandato. Sin que se hubiese vislumbrado el más mínimo gesto o avance hacia el desmantelamiento del bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba.

 

Así es que, simbólicamente, estamos (estaremos) atorados en el mismo 2015 cuando rebasemos la medianoche del 31 de diciembre. Y es que nos mantendremos dentro de la puja impuesta por el mismo bloqueo genocida entre la libertad y la mayor o menor pobreza acumulada. Unos sobre o contra los otros.

 

Desde la institucionalidad, el gobierno revolucionario mantiene su atención concentrada en los cambios mediante rectificación de la economía, el comercio y las finanzas,  en un contexto internacional caracterizado por la imposibilidad de materializar menudencias acarreadas de los mínimos consensos logrados durante el primer año de ese proceso de normalización (posible) de las relaciones bilaterales entre Cuba y los EE.UU. En medio de la contradicción (agravante) gestada desde el mismo bloqueo de estar imposibilitados de apelar a la utilización del dólar estadounidense. De alguna manera lo anterior “espanta” a países, empresas y comerciantes que utilizan esa moneda, ante la posibilidad de ser multados, mediante extraterritorialidad ilegal por el mismo gobierno angloestadounidense. No es un capricho de la parte cubana, de que el desmantelamiento del bloqueo y la devolución a Cuba de la zona  que ocupa la ilegal Base Naval de Guantánamo encabecen al grupo de condiciones sine qua non durante ese proceso de negociación. 

 

Esas dos o tres exhortaciones de Barack Obama al Congreso ultraderechista angloestadounidense para que derogue el criminal bloqueo contra Cuba parece, más bien, un “tira y encoge” previsto por el mismo Estado Profundo estadounidense para el correspondiente disimulo, que mantenga aletargada a Cuba y a la comunidad internacional, mientras crean las condiciones, del lado de adentro de la zona bloqueada (abierta la embajada de los EE.UU. en La Habana) para implementar mediante un cambio de método, los mismos intereses históricos de dominación. Ya hemos advertido acerca de un posible golpe de estupor. Aquí viene el núcleo del problema.

 

Sin aferrarnos en demasía al concepto de Aurelio Alonso, el muy justificado optimismo trágico, observamos que la excesiva concentración de la atención en los problemas económicos y financieros a solucionar, nos puede ir alejando de una praxis política socialista, marxista que asegure la conciencia sobre la ineludible necesidad de la libertad durante la consecución del camino que asegure la sustentabilidad productiva del “pan”. Que el alejamiento o la cercanía a la situación de crisis que aún padecemos sea dilucidada a través del discernimiento erróneo de una supuesta mejoría condicionada por la mayor o menor pobreza acumulada por unos sobre o contra los otros. Porque los remanentes de la crisis que todavía atravesamos legaron un grado de desigualdad muy difícil de reajustar al margen del grado pertinente de una cultura  política que garantice el ejercicio de una praxis socialista.

 

El más de medio siglo de vigencia de ese bloqueo, la vicisitud y la cantidad de trastornos que causa, tienden a introyectar en la población mayoritariamente humilde del país,  la idea alienante de que la solución inminente de momento está en alejarse, cada uno por su cuenta, del estatus de mayor pobreza acumulada, buscando mejorías mediante actitudes sin relación alguna con el aumento de la productividad. El acceso al acopio rentista de (sobre todo) moneda “dura” mediante el cual ir alejándose hacia diferenciación del resto de la población en mayoría. ¿Cuál es el origen de los conflictos migratorios como el que se suscitó por parte de migrantes cubanos en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua?

 

A diferencia de momentos históricos anteriores con el mismo problema provocado por los incumplimientos estadounidenses con los acuerdos  migratorios entre ambos países, hoy los cubanos migrantes, están en disposición de diseñar y ejercer un llamado por investigadores movimiento migratorio en “péndulo”. Salida de Cuba rumbo a los EE.UU., que en correspondencia con la apertura en ese sentido creada por el gobierno cubano desde el 2008, permita un ir y venir de ciudadanos cubanos en condiciones de solvencia como para solucionar problemas económicos a nivel  personal y de familias, sin implicarse en el compromiso con el proceso de rectificación socialista cubano; sobre todo en su dimensión económico-financiero. Es decir, acceder en el “norte” a un modo re-emergente de acumulación rentista, que los aleje de la situación de mayor pobreza acumulada. Y nada que ver con la libertad que equivale a explotación “cero” durante la búsqueda y aseguramiento del “pan”. A pesar de que es una solución  proveniente de la misma década de los 90 del siglo veinte, en plena crisis, su novedad consiste en que existe una porción no despreciable de migrantes cubanos cuya intención está exactamente en mantener a esa “migración pendular”. En el caso de los migrantes asiáticos, es estatus de “péndulo” es algo muy viejo y propagado en el movimiento hacia los EE.UU.

 

A pesar de la cantidad de personas rechazadas durante las grandes colas que se forman frente a la actual embajada estadounidense, antes SINA, hemos conocido de casos que confirman el movimiento “pendular” de forma evidente. Las condiciones exigidas por los funcionarios para el otorgamiento de visas son “desconocidas” y provocan perplejidad en la mayoría de los cubanos aspirantes a ellas. Para muestra algunos botones:

 

  1. Una profesional que labora en una empresa mixta cubana, cuyo hijo llegó a los EEUU a través de Perú y logró trabajo en la misma empresa estadounidense matriz de la subsidiaria peruana en la que laboraba, tras lograr su liberación del núcleo del PCC,  recibió su visa a los EE.UU. para ver a su hijo. Ha realizado cuatro viajes en péndulo, sigue laborando en Cuba y esperará el 2016 con su hijo en Miami.

 

  1. Una dirigente a nivel municipal, tras ser depuesta de su cargo por mal trabajo, y sancionada a ocupar una plaza de menor importancia, gestionó una visa para México. Terminó su horario laboral un viernes por la tarde; al siguiente lunes ya había atravesado la frontera entre México y los EE.UU. amparada por la ley “pies secos, pies mojados”. A través de facebook les ha comentado a sus amigas en Cuba que trabaja actualmente en un hotel en La Florida. Está haciendo las gestiones para iniciar su movimiento “pendular”. 

 

  1. Un anciano jubilado (diabético e hipertenso con buen tratamiento en el policlínico de su barrio habanero) recibió una visa para visitar y ayudar a tres hermanos, ancianos igual que él, residentes hace muchos años en La Florida. De las cinco veces en que ha viajado con visa a los EE.UU., las dos  últimas las ha realizado con su esposa. Aunque no está vinculado a tendencia política alguna, y no vota en las elecciones cubanas –tiene y promueve en público una opinión pésima sobre el gobierno revolucionario-, no solo mantiene su consulta con su médico especialista en el policlínico del barrio (siempre está en Cuba el día del turno médico), sino que además de mantener surtido su stock de medicamentos, hace gestiones aquí para llevarles a sus hermanos medicamentos genéricos cubanos, de comprobada eficacia. Pasará el fin de año en La Florida.

 

  1. Una señora jubilada de Villa Clara, lleva tres años consecutivos yendo a hacer la cola en la antigua SINA, hoy embajada de los EE.UU.; ha sido rechazada la misma cantidad de veces, tiene dos hermanos allá en Miami. Uno de ellos enfermo en estado terminal.

 

Ninguna de las personas es negra o mestiza. Todas convencionalmente “blancas”.

 

Es muy posible que esté en gestación el diseño y manipulación de un tipo de movimiento “pendular” Cuba-EE.UU. con el objetivo de aumentar la ansiedad de una porción mayoritaria de la población cubana de la parte de adentro del bloqueo. Y tal intención está en diametral contradicción con un gesto de voluntad política por parte del gobierno angloestadounidense para aplacarlo o desmantelarlo.

 

A su vez, al interior de Cuba se han gestado espacios de diálogo necesario para el consenso con relación a la opinión expresa, compresión y apoyo a los cambios que vienen suscitándose a tenor de la apertura –término que me provoca cierta turbación-, en la sociedad cubana. La participación popular es aún insuficiente. No porque no se dialogue; sino debido a que la participación amplia, objetividad y profundidad sin cortapisas deja que desear. Los especialistas e investigadores sociales de prestigio que aportan su producción de pensamiento a los efectos, apenas son leídos por el gran público. Una evidente tendencia hacia la banalidad cultural, intelectiva, expedita el camino a las reflexiones superficiales hacia la evicción de los problemas y sus complicaciones imponiendo alternativas que expresen una disminución, aún si epitelial     o intrascendentes en el grado de pobreza acumulada; a cambio de depositarle por adelantado cada vez un grado mayor de subordinación a los modos de explotación.

 

La búsqueda de “pan” sin libertad se ha convertido en una moda popular, junto al desprecio y rechazo “abstracto” por la violencia si ejercida por alguien no autorizado por la hegemonía actual capitalista.

 

Ronda el cuello de las posibilidades de sobrevivencia para revolución cubana una obstinación letal (disimulada) por consensuar a cualquier precio con el gobierno de los EE.UU. para la normalización de la relación bilateral entre ambos países, con o sin desmantelamiento del bloqueo genocida estadounidense contra la isla, junto a cierta “náusea” contra la utilización del término “ideología” como pecaminoso, y la insistencia en determinado ámbito popular por el rechazo a hablar de “política”. En general, salvo excepciones, la religiosidad y sus vínculos tiende a –incluyendo a las religiones de origen africano a veces excesivamente mercantilizadas-  sus vínculos por lo familiar, lo sectario o lo individual.

 

La fragmentación experimentada por la sociedad cubana a partir de la crisis y la reforma de los 90 del siglo veinte, emergió en un vínculo con la amnesia histórica. En una encuesta aparecida en el periódico “Granma”, un grupo cubano de reguetón está seleccionado por encima de dos medallistas olímpicos jóvenes de mucho prestigio. Se aproxima un envejecimiento de la población cubana contra el exiguo 30% de población joven, que podría estar caracterizado por la insuficiencia en la actualización del grado impertinente de cultura política equivalente al de cultura  general. Es decir, nos amenaza una porción no despreciable de personas mayores de 65 años con buena salud física en general, pero con graves limitaciones intelectivas, contra la crisis de nacimientos que padecemos, inmediatamente después del “boom” de los 60 –hoy casi cincuentones-, es decir, desde 1978. Una de las grandes conquistas de la revolución cubana en el ámbito de la justicia social, podría convertirse en un bumerang.  

 

La falta de conciencia crítica en una porción no despreciable de personas nacidas en Cuba en los últimos treinta años, con respecto a la amenaza imperialista angloestadounidense, que incluye la ignorancia o negación del mismo bloqueo criminal contra Cuba, y la ampulosísima promoción de la tarequera tecnológica sobre todo la relacionada con la trasmisión, intercambio y flujo de información ha saturado la atención de algunos hasta llegar a exigirle a Cuba que garantice su amplia cobertura ignorando  las consecuencias del mismo bloqueo.

 

La inadmisible –para Cuba-, segmentación polarizada entre las mayorías populares y una dimensión intelectivamente cultivada (especialistas) que discute entre sus miembros –como si en una junta médica-, los problemas y las alternativas existentes para el país, puede tener consecuencias nefastas. Aún si no se ha reflejado con la sociedad sobre todo la gente de a pié, la sociedad cubana está cambiando hacia el camino pertinente. Solo que para algunos el  proceso va excesivamente lento.

 

A pesar de que en la última reunión ampliada del Consejo de Ministros, se habló de un crecimiento del salario medio, y un no sin tensiones, aumento de la estabilidad de la economía, queda pendiente el diálogo entre la institucionalidad y los trabajadores estatales acerca de la ineludible interacción entre productividad y salario, que comienza a convertirse en el camino para alcanzar a la de la libertad y la igualdad (el “pan”). Ha habido avances en el trabajo sindical en general, pero insuficientes. El empoderamiento del pueblo políticamente organizado para el control democrático de los mandatarios del soberano anda a medio camino.

 

El conflicto se localiza aún en un segmento de la dirigencia media, que en ocasiones evidencia sobre todo en el cumplimiento de los planes y en especial en la esfera de los servicios una puja terrible contra el control popular. Una burocracia compuesta por dirigentes “sulfatados” sumisos aparentemente a las altas esferas; pero intransigentes y déspotas, y hasta corruptos en su relación con los de a pié, podría ser uno de los peores obstáculos contra el avance de la rectificación radical socialista. Junto a la insuficiente utilización de los profesionales de alto nivel científico académico (algo reclamado por el Ministro de Educación Superior en diciembre de 2014, durante una graduación de doctores en diversas ramas de las ciencias). No es de extrañar la existencia de doctores en diversas ramas de las ciencias subordinados a dirigentes medios con gravísimos lastres en su grado de cultura política equivalente al de cultura general. La permanencia en plazas estatales de personas que no cumplen las condiciones mínimas para ese calificador de cargo, aparentemente por pertinencia política. 

 

Durante este 2015 emergió una ofensiva regional de la derecha. Procesos como el de Venezuela Bolivariana –hoy sin mayoría parlamentaria-, Ecuador, o el retroceso de Argentina hacia el neoliberalismo y la crisis por la que atraviesa el gobierno brasileño de Dilma Russef, nos llaman a capítulo, acerca del enfrentamiento contra un retroceso político auspiciado por la hegemonía imperialista angloestadounidense.  

 

Gracias a la solidaridad y a la exquisita sensibilidad humana –solo posible proviniendo de personas que tienen su origen en una cultura ancestral como la aymara-, es que existe una columna dedicada a Cuba en SuraméricaPress. Y que tengo la esperanza de que  continúe para el 2016. Gracias a mi hermano boliviano Jaime Padilla. Si Cuba necesita apoyo para perfeccionar y salvar su proyecto de emancipación y justicia social es ahora. 

 

Si alguien sabe y aprendió acerca de resistir en medio de la noche interminable de un bloqueo imperialista, esos son Cuba y el pueblo cubano en pos de salvar y hacer avanzar a nuestra revolución latinoamericana y caribeña. De la libertad con que  abonar el pan   –nuestro de cada día, el de miga y cáscara-, el del intelecto, el alma y el amor a la tierra, que equivale a la hermandad entre todos los hombres y mujeres en busca de la paz necesaria: pero libres. Esperamos que el gobierno de turno de los EE.UU. lo comprenda y de muestra alguna de voluntad política. Si es que quiere relaciones normales bilaterales con Cuba.

 

En respuesta a un artículo escrito por Roberto Veigas, donde debate los criterios de un trabajo anterior de Guanche este último advierte que:

 

“En Cuba existe una extensa zona de la cultura política que es calificable de liberal. Sin embargo, muy pocos se muestran explícitamente como tales. La Constitución cubana establece que el Estado fundamenta su política educacional y cultural en el ideario marxista y martiano. La preeminencia política y legal de la que goza dicha doctrina -en su interpretación oficial- complejiza la discusión pública entre ideologías abiertamente expresadas. La eventualidad de que alguien pueda ser acusado de tener problemas «político-ideológicos» lo confirma: no remite a debates ideológicos, sino al control de las «desviaciones» de una única ideología legitimada. Esta realidad es una de las causas probables del empobrecimiento de la discusión cubana típicamente ideológica. Buena parte de ese liberalismo -que se adquiere mayoritariamente en el «mercado negro»- y de ese marxismo (-leninismo) -que toca por la «libreta de abastecimiento»- es de una insuficiencia teórica espectacular.”[1]

 

Más adelante cuando  se pregunta a sí mismo ¿para qué sirve la democracia? –en Cuba-, responde:

 

“Debería servir para permitirles a los seres humanos vivir algo nuevo bajo el sol. Debería servir para expandir la vida cotidiana de los seres humanos al permitirles transformar las condiciones de sus elecciones vitales. En ese sentido, podría servir en Cuba para obtener derechos concretos: impedir que se les grite «palestinos» a los orientales en el Estadio Latinoamericano, para lograr que dos personas del mismo sexo puedan amarse abiertamente, para conseguir techo y comida dignos para todos, para decidir sobre la introducción de transgénicos en el país, para participar de las decisiones sobre lo que producimos y lo que consumimos, para combatir la desigualdad, las discriminaciones por cualquier motivo, y para promover la diversidad. Existe una antigua conquista democrática, llamada isegoría, que hoy ha sido diluida globalmente en la libertad de expresión, sin ser lo mismo. Significa la igualdad universal en el uso de la palabra. (La libertad de expresión es algo mucho menor a la isegoría, pues no se preocupa por quienes no pueden expresarse, sino por garantizarles esa libertad a los que ya pueden hacerlo). He aquí, quizás, una manera de encontrarnos sin renunciar a las diferencias, en un lugar compartido para que otras personas se incorporen a este diálogo: entender la democracia como un espacio donde todas las palabras sean pronunciadas por iguales, tengan igual valor, y, cuando sean comunes, puedan traducirse en derechos.”[2]

 

En Venezuela Bolivariana, la búsqueda revolucionaria de la libertad propició que la ultraderecha cerrase el grifo de la comida al pueblo. Los EE.UU. se lo cerraron a Cuba hace más de medio siglo,  y no parecen tener intenciones reales de cambiar. Cada vez que alguien va camino de la libertad debe estar dispuesto a morirse de hambre,  o a conquistarlos (pan y libertad) al precio que sea necesario. 

 

Por ese camino, más o menos, debe bregar la rectificación socialista radical cubana, si queremos salir del modelo inservible, o de cualquier rémora que se vincule a un modo de explotación. Deberá ser la interacción ineludible entre la libertad y el pan; en democracia absoluta.

 

 

[1] POR UN CONSENSO PARA LA DEMOCRACIA. Julio César Guanche. CUBA POSIBLE (No. 19-2015) Pág.34

[2] Ibídem. Pág.40

https://www.alainet.org/es/articulo/174538
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS