En Argentina...la historia no termina mañana...

24/11/2015
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Cualquiera sea el signo político de las personas, éstas han de comprender que la historia del mundo no tiene su fin mañana y menos lo tienen sus distintas expresiones en todos los ámbitos del ser humano; de manera pues, que no contemplar los reveses o contratiempos que pudiera ocurrir, es carecer de un pensamiento dialéctico y las contradicciones son las que dinamizan, son el carburante de la historia.

 

Lo anterior viene a propósito a lo acontecido en Argentina con sus elecciones presidenciales, donde la ultraderecha se hizo con la máxima magistratura, y desde luego, aplicará la política neoliberal y que a pesar de tener Argentina un pasado reciente de los que significó el neoliberalismo a ultranza, el pueblo se inclinó por dicho modelo político y por un margen mínimo se impuso sobre otra gruesa cantidad de pueblo que se opone al modelo económico imperante en el mundo capitalista. Son lecciones contradictorias de la historia.

 

La política es razón y fuerza, se puede tener la razón histórica pero si se carece de la fuerza es poco o nada lo que se puede avanzar, caso contrario, se puede contar con la fuerza pero se carece de la razón; además, que la política, es un cálculo interactivo, planifica tú pero también planifica la otredad.

 

De manera pues, que están desplegadas dos fuerzas sobre el terreno de la lucha de clases, dos adversarios enconados están en puja por el poder, el poder que va indicar, que se puede hacer o que no se puede hacer; por lo tanto, es de supervivencia optar por el poder, por la supremacía para hacer lo que se quiere hacer como proyecto político programático, de lo contrario es rumiar el reconcomio, la frustración.

 

La advertencia indicada es que nadie cante victoria, o por lo menos, que sepa administrarla bien, porque en todas partes hay pueblos impacientes que pasaran por encima de cualquier adversidad, de cualquier accidente de la historia.

 

No se puede avanzar en la lucha de clases si no hay un acumulado de fuerzas sociales de diversos signos y características y de espacios sociales disímiles, basta la pregunta fría y dura: ¿suman o no suman? Nadie es descartable...

 

El arte de la guerra ha sido llevado a distintos espacios más allá e inclusive de la política, pero veámoslo desde la política, el Neoliberalismo avanzará hacia su metamorfosis al fascismo a pesar que haga todo el esfuerzo mediático y psicológico de apropiarse, de secuestrar, las banderas de la libertad y la democracia que siempre han levantado los pueblos honestos del mundo, he allí otro escenario de la lucha de clases donde están confrontados las concepciones éticas de la vida, de la razón de existir para beneficio y beneplácito de las grandes mayorías, en tanto que el Imperio, las oligarquías y sus partidos fascistas apuestan a sus exclusivos intereses pero con un discurso que aparencialmente arropa a la mayoría.

 

El resto de los pueblos de América Latina y el Caribe, así como el resto del mundo, han de aprender la lección, hoy el dilema mundial es: civilización o barbarie, los pueblos no cargaran sobre sus espaldas la pesada cruz del capitalismo – imperialismo, no lo decimos como compensación de corazones heridos, gobernar no es lo mismo que estar en oposición, en ambas facetas el Imperio y las oligarquía echan su empujoncito de manera abierta o solapada, todo está según la base de su óptica y de su interés imperial, ya está más que demostrado que ellos no tienen amigos, tienen son intereses, la luna de miel bonaerense no será un romance permanente, ya tenemos como antecedente el Caracazo en Venezuela, con su cuantiosa cantidad de muertos a escasos días del inicio del gobierno que una vez que ganó las elecciones ya tenía un pacto con el Fondo Monetario Internacional y tan pronto ganó el candidato del partido Acción Democrática pensó que lo que vendría días posteriores era fácil, un error de cálculo, la espontaneidad del pueblo arrasó con una institucionalidad que quedó en entredicho, dejó una presidencia tambaleante y la escena de la lucha de clases fue asumida por el pueblo y emergió de las catacumbas, se validaron nuevos actores, nuevas lecturas y surgió la Revolución Socialista Bolivariana, la ignición fue el 27 y 28 de febrero del año 1.989, de manera que el pueblo venezolano fue y es un pueblo que salió desde esa fecha a la calle y aún hoy no ha regresado a sus casas.

 

No menos es doloroso, cuando la Revolución nicaragüense, tuvo que entregar el gobierno a la derecha y esos son permanentes aprendizajes y recomposición de las fuerzas.

 

Sin recomposición de las fuerzas, del conocimiento de las políticas de alianzas, de saber el curso y en cuál momento está el vigor y la consciencia de un pueblo y sobretodo la precisión hasta quirúrgica de elaboración del Programa que a decir de palabras leninistas “Es lo que se aspira y por lo que se lucha” y por supuesto, la Plataforma de Lucha, que son las reivindicaciones históricas por las cuales hay que levantar banderas y salir en su defensa o en  su conquista. 

 

Cuando empiecen aplicar las políticas neoliberales en Argentina el gobierno de derecha de Macri entrará en una fase dilemática, pasar de la justificación de las medidas neoliberales sin ningún resultado beneficioso para el pueblo, tendrá entonces que quitarse de un todo la careta y arremeter contra el pueblo violando sus derechos humanos, aperturando cárceles, asesinando, todo bajo el estímulo del Imperio norteamericano, ubicando en una situación volátil la lucha de clases, lo otro, que es ilusorio que Macri reconocerá los derechos histórico del pueblo argentino. Ese dilema lo tendrá que resolver el gobierno de Macri y la lucha de clases.

 

En experiencia del Socialismo Bolivariano en Venezuela, aun así del camino ascendente, se necesitan de duras y amargas lecciones que paulatinamente la hemos vivido, de traiciones, egos, vacilaciones, deserciones, hasta nada más y menos, que la desaparición física del líder natural, pero también la heroicidad de hombres y mujeres, de lecciones que dejan una impronta por su valentía y coraje del pueblo venezolano, allí va la Revolución Socialista Bolivariana, remando, contra las conjuras, las adversidades, las debilidades ¿qué tenemos que aprender lecciones? si, las tenemos que aprender y afinar también, pero son lecciones que los tiempos van sacando de su arsenal en el cálculo interactivo y de la propia acumulación de fuerza y de la razón, que nadie crea...pero la Historia no termina mañana...vendrán nuevos días y la fe, las convicciones, la voluntad y la conciencia de los pueblos se rejuvenecerá con el rocío de los históricos amaneceres.

 

- Facebook / Gaspar Velásquez Morillo, Blog El Mural de Gaspar, gasparvelasquez4824@gmail.com, @gasparvelasquez

https://www.alainet.org/es/articulo/173794?language=en
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