Mujeres indígenas exigirán “justicia climática” en Cumbre de París

19/11/2015
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 mujeres indigenas
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Decenas de mujeres indígenas de las tres Américas se han pronunciado hoy a favor de exigir “justicia climática” en la próxima Cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP21) que tendrá lugar en diciembre en París.

 

La acción de protesta ha tenido lugar por la gran afectación que sufren las comunidades de mujeres indígenas ante las catástrofes provocadas por el cambio climático.

 

En la acción han participado Juliana Vélez, representante de WeDo, Galina Angarova, representante de la Alianza Global Indígena para el Cambio Climático, los Bosques y el Desarrollo Sostenible, y las mujeres indígenas Caleen Sisk, líder espiritual del pueblo Winnemem Wintu, del Norte de California, y María Everarda Tista, lideresa Maya Achí de Guatemala, que han manifestado cómo sus pueblos son afectados por el cambio climático en las Américas.

 

La acción forma parte de la campaña internacional ‘Llamado Mundial de las Mujeres por la Justicia Climática’, movimiento que une a más de 150 organizaciones de mujeres de todo el globo, y que en esta ocasión realiza su lanzamiento oficial en Guatemala.

 

El pronunciamiento se enmarca en las actividades del VII Encuentro Continental de Mujeres Indígenas de las Américas en Ciudad de Guatemala, evento que reúne a alrededor de 300 mujeres de todo el continente para consensuar una voz propia y colectiva de las organizaciones de mujeres indígenas para el avance sus derechos y de los derechos de sus pueblos.

 

Testimonios de lideresas indígenas

 

Maria Everarda Tista, lideresa Maya Achi, de Corredor Seco (Salamá, Baja Verapaz), dijo: “mi familia y todas las familias de mi comunidad hemos vivido el incremento de la pobreza. Antiguamente, el invierno se vivía desde el mes de abril de cada año y eso hacía que las familias campesinas levantáramos cosecha de maíz y frijol dos veces al año”, que son base de la  alimentación en Guatemala. “Pero hoy sólo levantamos una cosecha al año para el consumo familiar y quienes venden dichos granos básicos elevan el precio del grano.

 

Por otra parte, explica María Everarda, existe otra problemática puntual en las comunidades, la desregulación del ciclo de los recursos hídricos. “Tenemos menos agua y de peor calidad”. Para muchas comunidades, la falta de protección y desaparición de fuentes de agua genera una alta vulnerabilidad territorial y ambiental.

 

La líder espiritual Caleen Sisk encabeza el pueblo Winnemem Wintu, que habita tradicionalmente a las orillas del río McCloud, al norte de California. Es la heredera de una tradición de líderes espirituales larga como sus cabellos. Para Caleen, “los seres humanos nos sentimos cómodos con el clima tal y como lo hemos conocido y queremos que el clima siga igual, pero ya lo hemos alterado enormemente y seguimos alterándolo”. Las sequías, incendios e inundaciones son graves manifestaciones del cambio climático. “El Agua y el Fuego son Grandes Maestros. Queremos controlarlos, pero no podemos. Construir muros para evitar una inundación hace que el río desborde por otro lugar y que deje de fertilizar las tierras de cultivo”.

 

Para Caleen, la mirada del mundo científico a la realidad y las soluciones propuestas sólo contemplan pequeñas parcelas de la vida. “Cuando una fuente se seca en la montaña, los expertos señalan como causa el descenso de nieve ese invierno. Pero nosotros, los Winnemem Wintu miramos a nuestras canciones ancestrales, para ver si ese evento sucedió en nuestro pasado y cómo respondimos a él. Históricamente, hemos realizado danzas rituales para invocar al agua en el pozo, un símbolo de que el ser humano algo hacía mal y que debíamos cambiar. Pero, hoy, en la situación actual de cambio climático, ante esa fuente seca, nuestros relatos antiguos no tienen ninguna referencia. Esa fuente nunca antes se había secado”.

 

Campaña Llamado Mundial por la Justicia Climática

 

La campaña Llamado Mundial de las Mujeres por la Justicia Climática es un movimiento masivo en contra del cambio climático y a favor de la justicia climática. Con motivo de la celebración en diciembre en París de la Cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP21), las mujeres y niñas indígenas exigirán a los Estados adoptar un compromiso que facilite el acceso de las mujeres al financiamiento, la transferencia de tecnologías, y el desarrollo de sus capacidades para enfrentar el cambio climático.

 

Las mujeres indígenas están preocupadas por la falta de justicia y de acciones eficaces para prevenir el cambio climático. Ante las políticas de corporaciones y de Estados, que priorizan el crecimiento y la avaricia por encima de los derechos humanos, las mujeres van a tomar medidas en todos sus ámbitos de actuación, entre ellas grupos de presión, concentraciones, vigilias, etc.

 

Las mujeres tienen ocho demandas: Cambiar el sistema y evitar el cambio climático; evitar el aumento de 1,5º en la temperatura mundial; asegurar la igualdad de género y los derechos humanos en todas las medidas contra el cambio climático; mantener el petróleo y los combustibles fósiles en el suelo; cambiar al uso de energía 100% segura y renovable; implementar la eficiencia energética; reducir los patrones de producción y consumo de todas las personas, especialmente aquellas que más han contribuido a este problema en el mundo desarrollado; y comprometer a los países desarrollados a liderar la lucha contra la crisis climática y a brindar a los países en desarrollo los medios necesarios para mitigar el cambio climático y adaptarse a este, con un espíritu de solidaridad y justicia.

 

Calentamiento global afecta a derechos humanos

 

Una creciente cantidad de grandes catástrofes en todo el mundo, causadas por el cambio climático, han resultado en la muerte de personas, la erradicación de especies y la destrucción de ecosistemas y medios de vida.

 

Entre las comunidades más afectadas se encuentran las mujeres y las niñas indígenas, que si bien no han contribuido a la emisión de gases contaminantes, sí sufren una vulneración de sus derechos humanos a la vida, en el caso de corrimiento de tierras donde están asentadas sus viviendas; a la alimentación, cuando se producen sequías que generan hambrunas; o a la pérdida de hábitats y entornos de pesca, por el aumento del nivel del mar en zonas costeras.

 

A pesar de este escenario, las mujeres indígenas poseen una gran capacidad para adaptarse ante el clima adverso, debido a su rol como portadoras del saber ancestral de sus pueblos y conocimientos sobre el medio ambiente, los bosques, la biodiversidad y la agricultura.

 

 Impactos del cambio climático en Guatemala

 

Guatemala ha sufrido en los últimos años los impactos del exceso de precipitaciones pluviales y episodios de sequía. Estos eventos han producido la pérdida de ecosistemas, la reducción de la calidad y disponibilidad de recursos hídricos, a la par de enfermedades respiratorias e intestinales. Las lluvias torrenciales, inundaciones y sequías han vulnerado el derecho a la alimentación. Particularmente en el caso de las sequías unido a causas estructurales históricas de orden económico y social, los cuadros de desnutrición pasaron a constituirse en cuadros de hambruna.

 

Las poblaciones urbanas con escasos recursos económicos que habitan en asentamientos ubicados en barrancos y laderas están continuamente expuestas a derrumbes y otros desastres provocados por el aumento de las precipitaciones pluviales. Los derechos a la vida, a la salud física y mental no tienen vigencia efectiva.

 

Para mayor información visite www.womenclimatejustice.org

https://www.alainet.org/es/articulo/173722
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