El portaaviones, un artefacto que cada vez se acerca más a la chatarra

16/11/2015
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  • Opinión
Foto: Contrainjerencia porta aviones
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El autismo político de la hegemonía angloestadounidense le está jugando una mala pasada a su estrategia tecno-militarista.

 

Hace unos días el gobierno chino a través de su vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, emitió un comunicado en el que le advertía al gobierno angloestadounidense que un portaviones del ejército yanqui se había aproximado demasiado dentro de aguas jurisdiccionales chinas.

 

La primera impresión, al menos del lado de acá del mundo fue que los EEUU maniobraban de manera provocadora en busca, como siempre de un conflicto. Cuando la realidad está en que quienes deben tener mucho cuidado dentro del proceso obligatorio de disuasión son los mismos angloestadounidenses.

 

Y es que, el centro de estudios New American Security ha publicado recientemente un informe del experto Henry Hendrix[1] que señala que el principal punto débil de los grupos de portaaviones son sus propios aviones, cuyo alcance es limitado, ante el desarrollo de medios de disuasión, especialmente misiles capaces de atacar los portaaviones, permitirá reducir su capacidad de aproximarse a una distancia suficiente y desplegar de forma efectiva su aviación.

 

La agravante surgió de la decisión, tomada hace dos décadas por parte de los gobiernos estadounidenses, de privilegiar los portaaviones ligeros, maniobrables y polivalentes, pero no de largo alcance; un error, porque aunque ellos sean más rápidos y baratos, el alcance limitado de sus aviones amenaza toda la estrategia norteamericana que se encuentra en el origen de los grupos de portaaviones.

 

En nuestra región el respeto por los portaviones ha sido histórico, de niños recordamos, que cuando los EEUU hablaban de tomar cartas en un asunto regional en la noticias de los medios lo primero que se desplegaba era la foto de un portaviones. Los filmes de guerra en Hollywood los explotaban hasta el cansancio, tanto en el cine como en la televisión. A partir de la primera crisis de la hegemonía estadounidense de 1968-¿?, dicha imagen se reforzó.

 

Resulta que en Contrainjerencia apareció una nota que advierte que durante el reciente desfile militar en Pekín por la victoria en la segunda guerra mundial (193¿?-1945), China mostró su misil DF-21D “Asesino de Portaaviones”, que tiene un alcance de más de 1.450 Km. y una altísima velocidad. Se trata del primer misil balístico de largo alcance basado en tierra que es capaz de destruir un portaaviones y su grupo de apoyo en movimiento, y que amenaza el potencial marítimo estadounidense. El Instituto Naval de EEUU determinó en 2009 que la carga explosiva de un solo misil de este tipo es suficiente para hundir un portaaviones y que no existe en la actualidad “ningún medio de defensa contra él”. Esto obliga a los portaaviones estadounidenses a mantenerse alejados de las costas chinas. Así es que la advertencia de la cancillería china lleva una fuerte implicación disuasoria.

 

La nota termina comentando que algunos analistas opinan que estas armas pueden transformar los portaaviones, los principales pilares de la estrategia naval de EEUU, en enormes desechos y lograr lo mismo que los japoneses hicieron con la flota norteamericana durante el ataque a la base militar de Pearl Harbor en 1941.

 

La sola “muela” por más diplomáticamente inteligente que sea, no obligará a entrar en el redil a la agresividad imperialista de los EEUU y comparsa. Lamentablemente, la verdadera disuasión se hará efectiva a través de la superación tecnológica anticapitalista. En pos de una auténtica multipolaridad que lleve a todos esos recursos tecno-militares camino de convertirse en chatarra para el reciclaje de materias primas.

 

Cuba, 16/11/2015

 

[1] Ver: CONTRAINJERENCIA » Portaaviones estadounidenses: ¿Gigantes con pies de barro? 04/11/2015.  http://www.contrainjerencia.com/index.php/?p=111319

https://www.alainet.org/es/articulo/173637
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