El drama peruano: calcos, copia…y falsificaciones

16/11/2015
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Como está claro el neoliberalismo político-económico no solo se encargó de sepultar las bases intelectuales de un Perú del primer cuarto del siglo XX contestatario y vehementemente creativo, también se sepultaron las bases del clamor por la implantación de la decencia y genuinidad política. En los últimos meses el Perú ha sufrido una de las más ignominiosas síntesis de la descomposición institucional de un mercantilizado Estado putrefacto - no laico - convertido en una real cueva de sinvergüenzas. Territorio de piratas que siguen creyendo que el Perú fue perpetuado como el salvaje paraíso del saqueo y la impunidad sacralizada por un Dios cómplice del arrebato patológico de una jauría de voraces cleptómanos de lo ajeno. Esto es  historia conocida, una escalofriante pagina de autoengaños y falsas imágenes de una nación que no existe. En palabras de Cesar Hildebrant: “Nos creemos un país especial, tocado por la fortuna, privilegiado por el poder de nuestra gente, por la diversidad de nuestros cutis y paisajes. Lo que no somos es una nación y eso es lo que no nos atrevemos a reconocer. Lo que no somos es un proyecto superior y eso es lo que los políticos nunca dirán por que su proyecto es el autoengaño”. [1]

 

¿Qué se puede esperar de una seudo democracia que blinda calcos, copias y falsificaciones con dogmática y férrea defensa de un “orden constitucional” vergonzoso y pisoteado por un grupo inescrupuloso de lobistas. Mercaderes de la voluntad de un pueblo maltratado por su propia desorientación y letargia política?  ¿Que se puede esperar de un sacrosanto concordato dirigido por un controversial personaje - el Cardenal Juan Luis Cipriani - acusado por plagiar, entiéndase apropiación ilícita de ideas, importantes fragmentos del libro “Communio” de Joseph Raztinger ex Sumo Pontífice Benedicto XVI? [2] El prelado peruano incurrió en un eficiente acto de auto-absolución señalando: “Toda mi labor pastoral, también este artículo periodístico, tiene como base y sustento las enseñanzas del mismo Cristo, de los Papas y de la Doctrina social de la Iglesia (...) Este patrimonio común de nuestra fe no tiene, por decirlo así, una propiedad intelectual…Lamento que la brevedad del espacio me llevó a omitir las fuentes y reconozco este error”[3] Y, esta no fue la primera vez, reincidió en el error.[4]  

 

¿Qué se puede esperar en el paraíso eterno del saqueo y el crimen impunemente organizado cuando un presidente nacido en Japón quien falsificó su partida de nacimiento haciéndose nacer en el Perú se auto organizó un autogolpe de Estado para legitimar – constitucionalmente - el ingreso del sistema económico responsable de la perpetuación de políticas de saqueo y repartición de bienes de este sangrante paraíso de ilusiones y autoengaños?

 

En este contexto de “aventureros de la política”, profesionales de la retorica de la mentira y especialistas del saqueo y robo legitimado, el Perú sufre la acción desvergonzada de una desequilibrada pareja presidencial acompañada de un entorno inescrupulosamente cómplice, fieles seguidores de la maestría criminal de los mandatarios anteriores y la mano “oscura” del lobby de asesores provenientes del intocable Washington y de las megas corporaciones financieras. ¿Qué podemos seguir esperando en un paraíso del saqueo y el crimen impunemente organizado donde el mandatario “democráticamente elegido” no es – al final de cuentas – quien “manda” sino aquel poder oculto detrás del trono? ¿Qué podemos esperar en el paraíso del saqueo y crimen impunemente organizado si el mandatario y la primera dama traicionaron la razón por la cual habían sido elegidos – devolver la decencia soberana al Perú – accediendo al secuestro de Washington y las corporaciones financieras y comerciales?

 

Como parte de una agredida generación de los ’80, maltratada por el terror financiero de políticas foráneas y erradas estrategias de resistencia, no espero nada de aquellos representantes del sistema de la falsificación y el fraude impune. Sin embargo, considero que el optimismo debe rebasar atroces errores y desquiciados kamisaques de la política. Coincido en mucho con el maestro de la comunicación César Hildebrant, pero considero no apropiado su – razonable – descargo pesimista, cuando coloca en la misma “canasta de hierbas” a la candidata a la presidencia Verónika Méndoza de la coalición de partidos políticos y movimientos sociales Frente Amplio. Hildebrant sostiene: “De Verónika – y otras hierbas – no es preciso decir mucho. Sólo que no tiene ninguna posibilidad de ganar. Felizmente”. [5] Como uno de los poquísimos representantes de la decencia periodística César, en mi opinión, sin lugar a dudas, es el abanderado, pero como agorero de la voluntad del pueblo – de la cual me siento parte, aun encontrándome fuera de mi tierra - creo que es una aventura adivinatoria que se podría alinearse con las más cuestionadas agencias encuestadoras como parasitarias representantes del statu quo, y él lo sabe perfectamente.

 

Lo que muchas personas esperamos es que este paraíso del saqueo y crimen impunemente organizado sea transformado desde sus raíces reconstruyéndose desde sus propios recursos y masacradas identidades. Basta caminar los cerros de la periferia limeña de los conos y poblados del interior del Perú para darnos cuenta de la inhumana insensibilidad y populismo político de esta podrida república satélite del poder y el saqueo institucionalizado, a las pruebas nos remitimos. Esperamos que las siguientes elecciones no sean puestas en la tarima de las discusiones de que lo joven es “inútil” y lo viejo “sabio”. Cuando una periodista le observó a Verónika Méndoza sobre la decepcionante gestión del otrora joven Alan García Pérez ella respondió que no es cuestión de juventud sino de responsabilidad y es eso lo que no solo esperamos, sino queremos construir colectivamente, una generación, no de jóvenes o viejos responsables, sino una generación decente, que ni copie, ni falsifique modelos politicos-economicos, todo por el contario, que sea capaz de desbordarse de autenticidad y humano compromiso codo a codo con los sectores excluidos en este paraíso del saqueo y crimen impunemente organizado. Apostamos por la decencia, creemos en la honestidad de personas como Verónika Mendoza y la fuerza ético-moral que la respalda. [6]

 

14/11/15

 

[1] “César Hildebrant En sus Trece” 13/11/15 Fuente: http://www.hildebrandtensustrece.com

[2] “Sentido primaveral de nuestra historia”, El Comercio, 09/08/15.

[4] “Tú tienes la palabra”

[5] César Hildebrant En sus Trece, 13/11/15.

https://www.alainet.org/es/articulo/173629
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