El país que se lega y el que se hereda. (I)

13/11/2015
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Si uno pasa de los cincuenta años de edad en Cuba está legando un país; no es su heredero.

 

“Le señalas la luna a un tonto y se quedará mirando al dedo”

aforismo chino

 

Josefina Vidal, quien está al frente de la dirección de América del Norte de la cancillería cubana, y encabezó por la parte de Cuba esta última ronda de negociaciones entre la parte cubana y la estadounidense celebrada en los EEUU, ha ratificado que el desmantelamiento del bloqueo angloestadounidense contra la isla es una condición indispensable para la normalización de las relaciones bilaterales entre ambos países.

 

Todo parece indicar que ha llegado el momento preciso para definir las cuestiones esenciales durante ese proceso hacia una posible normalización.

 

El gobierno revolucionario de Cuba tiene absoluta conciencia del país que debe legar; más allá de los ditirambos que algunas voces locales que se autodenominan independientes barruntan a favor del tipo de nación que ellas quieren heredar; de sumisión acelerada a los intereses angloestadounidenses. Lo complicado está en que tales voces en no pocas ocasiones se dilucidan al margen de algún nivel de responsabilidad y compromiso con el proyecto emancipatorio socialista cubano. O con proyecto político alguno.

 

A pesar de las acusaciones sibilinas del gobierno angloestadounidense acerca de la violación de los derechos humanos en Cuba, estas voces han tenido la libertad de decir lo que les ha venido en ganas, aun cuando esto signifique una distorsión de la realidad históricamente contextualizada en la isla. Tienen acceso a reconocimiento social en su esfera profesional, a distinciones nacionales tras haber recorrido todas las posibilidades educativas y actos de justicia social que de manera gratuita garantiza el sistema desde hace más de medio siglo; con independencia de que uno esté a favor o no del proyecto socialista. En un mondo donde todos los derechos y los accesos están sobre politizados por la autoproducción burguesa. Para estas voces, Cuba jamás ha estado bloqueada porque ellas han buscado siempre la manera de despolitizarse, descomprometerse de relación alguna con el país que ha garantizado lo que son.

 

Por lo general estas voces corresponden a individuos que frisan o rebasan los cincuenta años de edad (recordemos que Cuba es casi un país de viejos), pero que se consideran herederos de algo; no legatarios. Así, de paso, se liberan de la responsabilidad social de dar cuentas acerca de lo que hicieron o dejaron de hacer; y de sus consecuencias.

 

La cultura del capitalismo sublima a la dimensión del éxito personal, como la única opción legitimable por sobre el discernimiento de los principios y valores que soporten a una ética del comportamiento, a tenor con la norma de libertad en la desigualdad que rige desde la hegemonía angloestadounidense.

 

Los resultados del proceso de normalización de las relaciones bilaterales entre los EEUU y Cuba dependerán, del lado de la isla, de la responsabilidad política e ideológica de la dirección de la revolución cubana por legar desde el pasado y el presente hacia el futuro, una nación soberana soportada por la justicia social efectiva.

 

El hijo de un comerciante de barrio, por muy talentoso que sea pero carente de responsabilidad política y compromiso social, es improbable que tenga la capacidad para asumirse como legatario o heredero de algo tan esencial como el destino soberano de una nación.

 

Por nuestra parte entendemos que la hegemonía angloestadounidense como guía de la vida que debe ser, hace mucho hiede a huevo clueco; y se soporta en una dominación militarista, acoso político y económico, y la “garantía financiera” de un trozo de papel timbrado que es más una promesa incierta que la indemnidad de pagar algo.

 

No existe normalización posible de las relaciones bilaterales entre los EEUU y Cuba al margen del desmantelamiento del bloqueo a Cuba y de la ilegal base naval estadounidense en Guantánamo. Los EEUU no tienen derecho alguno de aferrase a Cuba para evitar una debacle inevitable de su hegemonía dentro del sistema capitalista.

 

Nosotros los “tembas”[1] comprometidos con el proyecto de emancipación socialista cubano estamos concientes a cabalidad de cuál país queremos legar; teniendo en cuenta lo que ya hemos heredado: un país soberano e independiente.

 

[1] En Cuba popularmente se les llama de esa manera a quienes entran en la cincuentena de edad.

https://www.alainet.org/es/articulo/173611
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