Cuba derrota al imperio

07/11/2015
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“Mi onda es la de David”

José Martí

 

¡Contundente!  Ha sido el triunfo de Cuba en la ONU. Un hito fundamental en la lucha de los pueblos contra el dominio imperial. Cuando la democracia es de verdad democracia social, plena de valores espirituales que se levantan contra la prédica neoliberal, no hay forma de que la prédica mercantilista, materialista, triunfe.

 

El mundo ha votado contra la prepotencia imperial, plena de violencia, arbitrariedad e injusticia. La presión de los agentes de EEUU contra los pueblos pequeños ha sido despiadada, pero votaron contra el bloqueo a Cuba. Se cansaron de estar con delitos de lesa humanidad, como el bloqueo en tiempos de paz, que está considerado legalmente como genocidio.

 

Muchos gobiernos han guardado silencio ante diversos delitos sin dolientes, encubiertos por mentiras mediáticas, con la complicidad de órganos de las Naciones Unidas como el Consejo de Seguridad.

 

Pero una de las mejores diplomacias del mundo, como la cubana, fue develando los silencios. La luz de la verdad, avivada por la dignidad, firmeza y valentía del gobierno y el pueblo de Cuba, se encargó de mantener el fuego de la vida, permanentemente iluminando los intersticios plenos de oscuridad de las conciencias subordinadas y haciendo que fuese brotando la semilla de la solidaridad.

 

El pueblo de Cuba fue pasando todas las pruebas: más de cinco décadas de bloqueo, de sabotaje, de terrorismo, la amenaza permanente de una invasión, la quema de los cañaverales, la difusión de virus infecciosos, de subversión permanente, diez años de período especial, que fue agudizado multiplicando la crueldad del bloqueo a través de las leyes Helms-Burton y Torricelli, dejando a Cuba sin combustible, sin comida, sin medios de transporte,  prácticamente sin vínculos comerciales, económicos y financieros por una combinación de bloqueo y el derrumbe de la URSS y la desaparición del campo socialista... Solo le quedó el liderazgo de Fidel, del  Partido Comunista, de miles de líderes sociales, una juventud heroica y un gran pueblo.

 

Después de esta heroica gesta, EEUU no puede resolver las relaciones con Cuba, con melifluas palabras y banalizando la situación. En la ONU el Embajador de EEUU dijo que no esperaban que Cuba presentara de nuevo la resolución sobre el bloqueo después de los pasos que EEUU había dado. Quiso no darse por enterado de que después de una resistencia heroica, los dirigentes cubanos no iban a arriar banderas a cambio de limosnas, lo que dejó claro Raúl Castro ante la Asamblea Nacional de Cuba:

 

“No debe pretenderse que para mejorar las relaciones con los Estados Unidos, Cuba renuncie a las ideas por las que ha luchado durante más de un siglo, por las que su pueblo ha derramado mucha sangre y ha corrido los mayores riesgos.”

 

Cuba sabe que no se puede tener debilidades frente a un poder mundial que es guerrerista, fascista, maltusiano, racista, dictatorial y que se prepara para una guerra planetaria. Este triunfo de Cuba es un aporte a la paz mundial y una demostración de cómo los pueblos pueden derrotar al gobierno mundial dotado del mayor poder militar con el cual ha tratado de chantajear, incluso, a Rusia y China.

 

La moral del pueblo cubano viene de una tradición sembrada por José Martí quien dijo:  

 

“O la república tiene por base el carácter entero de cada uno de sus hijos, el hábito de trabajar con sus manos y pensar por sí propio, el ejercicio integro de sí y el respeto, como de honor de familia, al ejercicio íntegro de los demás; la pasión, en fin, por el decoro del hombre, —o la república no vale una lágrima de nuestras mujeres ni una sola gota de sangre de nuestros bravos”.

 

Frei Beto, refiriéndose al libro Fidel y la Religión, dice: “Es un libro que rescató, gracias a Fidel, la raíz espiritual de Martí, o sea, para Martí no había ninguna separación entre el compromiso de crear un mundo nuevo y el compromiso de creer en los valores espirituales. Fidel fue uno de los pocos líderes socialistas del mundo que ha asumido su formación religiosa como un dato positivo, como un valor. Entonces el libro es un testimonio de vida, no solamente de Fidel, sino de la historia del pueblo de Cuba, que es una historia profundamente espiritual”.

 

El Presidente Chávez resolvió la unión entre socialismo  y religión de tal manera que es posible que un día el pueblo cristiano llegue a mencionar el evangelio según Chávez. Los críticos del socialismo no pueden seguir hablando de este como ayer. La fusión del socialismo con la religión, con la democracia social, participativa y protagónica es un hecho en proceso, que convive con el ateísmo y las más variadas expresiones espirituales. La ultraderecha sigue hablando de dictadura castro-comunista o castro-chavista.

https://www.alainet.org/es/articulo/173490?language=es
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