Las elecciones generales en Argentina, del 25 de octubre pasado, no definieron al próximo presidente de la nación, ya que ningún candidato obtuvo más del 45% de los votos ni alcanzó un 40% o más con una diferencia de 10 puntos respecto al segundo, pero sí determinaron a los dos que disputarán la segunda vuelta electoral el próximo 22 de noviembre. Por un lado, el candidato del kirchnerismo, Daniel Scioli, se presentará por el Frente para la Victoria (FpV) gracias al respaldo de un 36,8% de los votos, por el otro, el candidato liberal Mauricio Macri, de la alianza política Cambiemos, principal figura del PRO, llega con el 34,3% de apoyo electoral.

Ambos ocupan actualmente importantes cargos de gestión. Scioli es desde el año 2007 gobernador de la provincia de Buenos Aires, también fue vicepresidente de Néstor Kirchner (2003-2007), diputado nacional, secretario de turismo durante el gobierno de Adolfo Rodríguez Saá (2001-2003) y presidente del partido Justicialista (PJ) hasta el 2014. El candidato oficialista fue elegido por Cristina Fernández como continuador de su proyecto político por contar con una mayor intensión de voto en las encuestas, pero también se especuló con que su imagen más moderada y corrida al centro le permitía sumar a un porcentaje más amplio de electores. Sin embargo, dentro de las filas de la militancia kirchnerista es mirado con recelo y cierta desconfianza acerca de si es o no un auténtico continuador del proyecto.

Mauricio Macri es un empresario volcado a la arena política en 2005, trabajó en varias empresas como Citibank y el Grupo Macri, fue presidente del Club Atlético Boca Juniors desde 1995 al 2008, diputado nacional y jefe de gobierno1 de la ciudad de Buenos Aires desde 2007 hasta la actualidad.

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