No nos dejemos tentar: descifremos a Colombia

05/10/2015
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A medida que pasan los días pienso que vamos entendiendo.

 

A Chávez lo oímos decir que a Uribe “le faltaron cojones”, quien con arrogancia habría dicho “me falto tiempo para una invasión armada a Venezuela”.

 

¿Qué nos pasó que no pudimos seguirle la ruta a las fechorías sanguinarias de Uribe al tiempo que iba trazando las coordenadas legales de una invasión silente?

 

El gobierno colombiano en el despliegue del Plan Colombia/2000, fue tomando medidas internas, adecuadas a las exigencias gringas del control de las fronteras con Ecuador y Venezuela.

 

Con Uribe presidente/2004, encubrieron las operación de desplazamiento de paramilitares hacia las fronteras, iban acondicionando el terreno, brindándole dispositivos seguros a los negocios del narcoestado, a la misma vez, que aterrorizaban el cuerpo social bolivariano, cumpliendo el mandato del Plan Colombia de trabajar por derrotar a Chávez, al tiempo que usaban el apoyo de la tecnología de la fuerza militar gringa pretendiendo exterminar al ejército guerrillero.

 

Como si poco. Uribe toma resoluciones jurídicas. Recrea la figura del ‘Cambista’/Pastrana 2000, personaje tramposo, quien con autonomía del Banco Central de Colombia, está autorizado para dictar formulas de ‘paridad cambiaría/bolívar/peso/dólar’. Y resuelve, legalizar el contrabando, nacionalizando la extracción de productos venezolanos al cruzar la frontera.

 

Dos resoluciones jurídicas que convierten negocios ilícitos en legales, resolviendo el tráfico de los dineros del narco y de la gasolina venezolana y sin más, generando actividades de ingreso seguro para el consumo diario de los ciudadanos colombianos en frontera.

 

En el 2006, Uribe pretendió extender hacia Venezuela el Tratado de libre comercio/TLC, negociado con los Estados Unidos, valiéndose de la clausula de la supranacionalidad de compromisos entre los miembros de la Comunidad Andina/CAN y Chávez, se zafó. En el 2007, pretendió atrapar a Chávez con el ‘Canje Humanitario’ inculpándolo de conexiones narcoguerrilleras y Chávez, estableció vínculos directos con los Camaradas para alcanzar la Paz.

 

A la vez que Chávez no se dejaba atrapar, el gobierno colombiano, construía en la frontera redes de apoyo a los fabricantes negociantes de narcóticos y a los comerciantes internacionales de la gasolina venezolana; permitiendo ingreso y consumo a los pobladores facilitadores del contrabando nacionalizado y financiamiento a las acciones contrarrevolucionarias en Venezuela.

 

Derrotado el golpe/2002 y el sabotaje petrolero a PDVSA/2003, ganado el Referendo Revocatorio/2004, rescatada y certificada las riquezas de la Faja Petrolífera del Orinoco/2008 y ganada la Enmienda Constitucional a la reelección/2009. Avanzando PETROCARIBE/ALBA y UNASUR, Chávez ‘pica y se extiende’. La contrarrevolución arremete. En la arremetida fueron implementando una estrategia con dispositivos novedosos en espera de ‘la ausencia’ de Chávez.

 

Vale pensar, que haciendo uso de las resoluciones jurídicas colombianas, los órganos de la contrarrevolución, se propusieron socavar los logros de la revolución bolivariana con ‘curiosas’ herramientas. Juntaron, las acciones violentas de calle/guarimbas, asesinatos selectivos, atrevido uso de comportamientos paramilitares con formulas expansivas del rumor de terror e incertidumbre/ acaparamiento coordinado, especulación intencional, convocatoria por redes…y todas otras de perversidades inimaginables durante 2013/2014/2015.

 

Sin embargo, bien es recordar que para esos años ya gobernaba Santos y que Uribe no dio todos los frutos que esperaban en la Casa Blanca ni en Bogotá.

 

Hagamos Memoria

 

Entre Colombia y los Estados Unidos existe un Acuerdo Militar desde 1952. Al Acuerdo original le van sumando compromisos [complicidades] según las circunstancias.

 

En el 2007 le pusieron una coletilla-que dice así- “enfrentar las amenazas comunes a la paz, la estabilidad, la libertad y la democracia” y llegado el 2009 lo precisaron: “el objetivo de las nuevas instalaciones concedidas por Colombia a los Estados Unidos [Bases], aplicando operaciones de espectro completo, es enfrentar las amenazas de la insurgencia terrorista apoyada en el narco y de los gobiernos contrarios a Estados Unidos”. Tan claro como el canto del gallo.

 

Así las cosas asume Santos/2010 y comienza Chávez a despedirse/2011.

 

En 2015 podemos reconocer que la ofensiva contrarrevolucionaria viene hilando fino, con intenciones criminales monto el ataque e hizo un uso inteligente de las medidas internas del gobierno colombiano en la frontera. Al tiempo, en la revolución seguíamos decomisando y denunciando toneladas de contrabando, sin percatarnos de las fuerzas desplegadas desde el entramado legal colombiano usado por los contrarrevolucionarios venezolanos ‘guapos y apoyados’.

 

Una vez entendiendo y al tanto de lo complejo de la situación, es tarea revolucionaria escuchar el clamor de apoyo a la decisión constitucional del cierre de la frontera y a las declaratoria soberanas de estados de excepción. Nicolás Maduro y el equipo cívico-militar del Alto Mando Político de la Revolución logro un rotundo triunfo con su decisión. Tomemos el tiempo necesario.

 

Cumpliendo con el dicho popular ‘zapatero a tu zapato’, con cautela sin pausa ni cediendo a ‘tentaciones’. Abriendo mis entendederas, sugiero que no caigamos en situación de riesgo al dejarnos llevar [tentar] por propuestas sonoras de ‘Acuerdos Binacionales’ y/o ‘Acuerdos de Complementariedad Económica’ y/o por el estatuto de ‘Zonas Económicas Especiales’.

 

Atención, en el trecho de Cúcuta a la Guajira el problema NO es de comercio [o como dicen otros económico]. No se trata, como en otros momentos, de cómo resolver la producción y el intercambio binacional y/o el comercio en los ‘pasos de frontera’.

 

Una vez más hagamos Memoria

 

Las relaciones económicas-comerciales legales entre Colombia y Venezuela se rigieron por las Normas y Resoluciones del Acuerdo de Cartagena/Pacto Andino desde 1974 a 1996. Condiciones que cambiaron en 1996/1997 con la creación de la Comunidad Andina/CAN y el Sistema de Administración de la Integración/SAI. Al Pacto Andino lo adecuaron con la CAN y el SAI, a los requisitos prácticos impuestos por las políticas del Ajuste Neoliberal continental, en espera del marco general del Área de libre comercio de las Américas/ALCA, pendiente de firmarse en enero 2005.

 

Es historia. Chávez después de Mar del Plata/5 de noviembre de 2005, decidido el rechazo a la firma del ALCA y conociendo las intenciones de Uribe de extender el TLC negociado con los Estados Unidos, el 22 de abril de 2006 Venezuela Denuncia a la CAN. Como todo Tratado la salida toma su tiempo. Venezuela debió esperar 5 años cumpliendo compromisos adquiridos, quedando libre de la CAN en abril de 2011.

 

A finales de 2010 Colombia y Venezuela cruzaron los primeros papeles para futuros Acuerdos. El TLC/ Colombia-Estados Unidos se activo 2010, con el gobierno de Santos.

 

Alerta. Todo lo que firmemos con Colombia conviene el respeto de los Acuerdos entre otros y de las Resoluciones políticas del gobierno del Estado de Colombia, es el caso de las decisiones jurídicas tomadas en la frontera. Prohibido olvidar, que cualquiera sea el gobierno, Colombia está amarrada al TLC, al eje del Pacífico y que su territorio está preñado de Bases Militares gringas, y sus fronteras blindadas con decisiones que legalizan ilícitos.

 

En el entre tiempo las relaciones comerciales [económicas] comenzaron a regirse por Convenios entre partes contratantes, de importación y exportación entre empresas privadas comerciales. Las filiales transnacionales huyendo de la revolución bolivariana y en espera de la firma del ALCA/2005, registraron su domicilio en Colombia y desde el 2011 presionan a Venezuela.

 

Presionaron por la necesidad de importar materia prima y combustible y sobre-facturando las exportaciones de productos finales negociados entre matrices y filiales transnacionales. En este entre tiempo: 2011/2015, son variadas las voces que han venido proponiendo ‘Acuerdos Binacionales entre empresas mixtas’ localizables en la zona fronteriza. Propuesta poco feliz y de gran riesgo, solo cuatro de los muchos argumentos al debate.

 

** Así como desde Venezuela pedimos respeto a nuestro Proceso Constituyente, debemos respeto al otro/Tratado Fundacional de UNASUR: dos concepciones de mundo/vecinos en frontera. Respetar a Colombia implica tratarla con todo: TLC & Bases Militares. No es cualquier riesgo ‘su con todo’.

 

** Respetar a Colombia significa que el socio capitalista/inversionista colombiano en cualquier empresa mixta colombo-venezolana, establecida en la zona binacional, trae con/en ella los compromisos de ‘Protección al Inversionista’, es decir, empresas con estatuto internacional de Estado [susceptible de arbitraje internacional entre iguales]/CIADI. Volveríamos a condiciones superadas por la Misión Chávez.

 

** Pensar que pactar, con empresarios colombo-usamericanos, da lo mismo que pactar con empresas de Estados aliados y/o de pueblos hermanos, es saber poco del legado de Chávez. En los ‘Tratados Estratégicos’ firmados con Rusia, China, Irán y en los Acuerdos multilaterales de MERCOSUR, ALBA, PETROCARIBE y/o en los valores éticos del Tratado político de UNASUR; en unos las condiciones son de apoyos entre aliados luchando por un mundo multipolar, otros requieren de decisiones políticas de organismos nacionales y/o responden a la presión de movimientos populares.

 

**Debemos prohibirnos caer en tentaciones por propuestas matizadas de palabras apetecibles, tales como: ‘complementariedad productiva’, cuando conocemos de los compromisos internacionales del gobierno y de los empresarios transnacionales colombianos. Compromisos que ponen en riesgo logros y el futuro de la revolución bolivariana. Colombia es un actor contrarrevolucionario clave en la región, es territorio Atlántico, Pacífico, Amazónico, Andino y vecino de la principal reserva de energía del planeta/Venezuela.

 

Concluyo, no sin temor.

 

Para evadir el ‘Todo o Nada’. Venezuela debe hacerse de un planteamiento pragmático [Por Ahora] circunstancial; vendrán tiempos de Paz para Colombia. Volvamos, sin temer, a las formula sencillas del intercambio- a-lo-tradicional.

 

1.-Contratos de ‘Compra y Venta’ entre empresas Colombianas y Venezolanas ubicadas en la frontera de aquí y de allá. 2.-Convenios de importación y exportación, fijando precios por lotes de mercancías, según las estructuras de costos nacionales. 3.-Establecimientos comerciales supervisados de venta de gasolina, precios a convenir entre los gobiernos y/o entre Ecopetrol y PDVSA, ubicados como enclaves en territorio colombiano.

 

Hacernos de una verdad: NO se trata de comercio ni de relaciones económicas binacionales ‘entre buenos vecinos’. Los tiempos son otros y han de ser otros a futuro. En toda la extensión de frontera terrestre y marítima, no hay otra fórmula para Venezuela que no sea la de blindar la revolución ocupando/poblando el territorio nuestro venezolano con colectivos comuneros cultores de la tierra Patria, cumpliendo el llamado de Chávez en el ‘Plan de la Patria’ extendiendo ‘el socialismo territorial’, practicando la geometría del poder de Comuna o Nada.

 

Con cautela sin querer hacer hoy lo que requiere de tiempos futuros: la descomposición del Imperio unipolar y el cultivo de Latinoamérica y el Caribe como territorio de Paz. Hay señales a futuro cercano de tener pobladores vecinos aliados cultivando relaciones en Paz

 

No nos desesperemos. No perdamos la ocasión del triunfo logrado con el apoyo decidido de cerrar la frontera con Colombia. No dejemos la pasión de de preguntarnos ¿Qué haría Chávez? ¿Qué haría el Chávez que llevamos dentro?

 

6 octubre 2015

 

https://www.alainet.org/es/articulo/172939?language=es
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