Cataluña, costo para España y la Unión Europea

28/09/2015
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  • Opinión
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*Triunfan los independentistas en las elecciones del 27/S

 

*Muestra de un estado fallido y una UE que se desintegra

 

*Rajoy, o demanda o se queda quieto hasta diciembre

 

El día “D” para Cataluña llegó. Y fue decisivo. El más buscado y quizá más deseado tiempo atrás. Porque no es una expresión nueva y mucho menos improvisada, el proceso independentista como tal sí es novedoso, ahora que llegó el momento de iniciarlo.

 

El proceso en marcha fue llevado y traído, con una serie de amenazas y tantas otras campañas de desprestigio dirigidas a los ciudadanos para que votaran en contra, tanto por parte del gobierno de Mariano Rajoy como la derecha que encabeza el Partido Popular (PP), pero a los dos les falló. O mejor dicho, el deseo de autonomía entre los catalanes resultó más grande de lo previsible; por eso la incertidumbre de los resultados, antes del domingo.

 

Así, con calificativos de “artificial”, “real o no”, “con, o dentro de una cuestionada democracia”, aparentemente sin “un problema de fondo entre el estado de Cataluña y el Estado español”, el caso es que este 27 de septiembre 2015 (el 27/S catalán) en las urnas los ciudadanos han votado marcadamente la boleta con el “sí”. Los resultados, no definitivos pero con el 96% del escrutinio, el conteo otorga a “Junts pel Sí” mayoría absoluta, para 62 escaños y CUP (Candidatura D’Unitat Popular) se queda con 10.

 

Se trata de un resultado que marca el inicio de un proceso que se llevará los próximos 18 meses, con rumbo a la independencia catalana del Estado español. Los pasos comprenden, tras el “sí”, primeramente: el debate ciudadano sobre la importancia del proceso constituyente y al mismo tiempo la preparación de la “Estructura del Estado” desde los encargados de gobierno; segundo: la “Declaración de Independencia” por el Parlamento. Luego vienen “elecciones constituyentes”, para la elaboración por parte del Congreso Constituyente, de la Constitución catalana. Para rematar con un “Referéndum” que formalice aprobando lo que será la “Constitución del Estado de Cataluña”.

 

Uf!!! Eso suena a independentismo puro. No solo de España, como en este caso, sino también al comienzo del fin de la llamada “Unión Europea” [hace tiempo, desde que no funciona porque nació coja, hablamos de la (des)UE]. En otras palabras: el 27/S es la campanada para el inicio del desmembramiento de la UE, la des-Unión Europea. El de España, una muestra clara del fallido experimento el de la UE, comprobado con hechos.

 

Un proceso que estaría iniciando desde el rompimiento de los nacionalismos. En este caso bajo la responsabilidad del gobierno español de Mariano Rajoy, como antes el de José María Aznar —ambos del Partido Popular—, pero que le alcanza también al Partido Socialista Obrero Español, durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Es decir, un quebranto para los últimos gobiernos de España.

 

Pero con un ambiente desde la UE que se presta para este tipo de separatismos. Que también es una forma de abandono de la zona euro. Es y seguirá siendo la alternativa para otros estados. Es decir, de aquellos países para los cuales el conglomerado llamado UE se ha convertido más en una suerte de cinturón de castigo, que los conduce al desastre económico, político y sobre todo social, que a un campo de oportunidades para alcanzar un desarrollo paralelo a los más desarrollados en igualdad de circunstancias.

 

En este sentido, Grecia pudo ser el primer país en poner los puntos sobre las íes e iniciar el proceso de abandono de la zona euro, pero sus gobernantes recularon; no estaban listos, no estuvieron a la altura histórica y tampoco consiguieron el respaldo suficiente de los ciudadanos helenos a quienes Syriza no informó ni preparó lo suficiente.

 

Pero esa es la ruta. Lo quiera o no Rajoy, y lo acepte o no la Troika. Salvo que una vez constituida en nuevo Estado, Cataluña solicite su ingreso a la UE. Eso será otro cantar, no ajeno a un retroceso. Pero mirando hacia el futuro, un reingreso dependerá de cómo enfrenten, y con cuántas trabas y candados, el proceso que apenas comienza. La bandera política de Artur Mas, está en su mejor momento.

 

Entretanto, la jornada del 27/S sí que ha sido “histórica”, o “inédita”. “Junts pel Sí” es la coalición que aparecía arriba en las encuestas. Conformada por la Convergencia Democrática de Cataluña de Mas y Esquerra Republicana de Oriol Junqueras. Al frente colocaron a Raül Romeva. Con el 99.67% alcanzó 62 escaños (39.57%), de un total de 135 del Parlamento. El segundo lugar, con el 17.91% fue para “Ciutadans” (Ciudadanos), la alternativa opositora a los independentistas, con 25 escaños, que dejó atrás al PP (Partido Popular) y al PSC (Partido Socialista de Cataluña). Inés Arrimadas es la candidata de la Generalitat.

 

El tercer lugar (12.72%) con 16 escaños, fue para el PSC, socialdemócratas que abogan por el catalanismo federalista. En cuarto, con el 8.93% queda “CataluyaSíqueesPot” (Cataluña Sí que Puede), 11 lugares, ni aboga ni apoya la independencia. Quinto, PP con 8.5% y 11 escaños. CUP, independentista y de izquierda, con el 8.21 logra 10 espacios en el Parlamento. Y otras fuerzas que, con menos del 2% de los votos, no alcanzan representación legislativa.

 

La unidad del primero y el quinto lugar, JxSí y CUP les da 72 escaños, donde la mayoría absoluta son 68, pero no tienen el 50% o mayoría de los votos, lo que abre de todos modos las vías del independentismo catalán. Pero al mismo tiempo las rebatiñas, porque no tienen la mayoría de los votantes, enfrentarán a un gobierno que les es contrario y a su propia “heterodoxia”, como califica El País. Por sus diferencias en cuanto a las formas y los tiempos de ir por la independencia. La CUP se volvió clave para lo que sigue.

 

Las contrariedades seguirán: que si la salida del euro afectará de muchas maneras a la economía catalana; que en sus exportaciones a España entrarán en vigor las tarifas del “exterior”; que si el PIB es elevado de todos modos se verá afectado en su competitividad si sigue utilizando el euro, etcétera. Ejemplos de que por todos lados, incluida la parte económica, arreciará la ofensiva del gobierno central de Rajoy.

 

Una primera circunstancia es que dicho gobierno se apresure en demandar cualquier aspecto del actual proceso, como la mayoría de votos no alcanzada para descalificar la mayoría de escaños. Y asuntos relacionados con indagatorias judiciales a Artur Mas. La otra es que Rajoy comprenda que nada puede hacer y dejar todo para fin de año, cuando el día 20 de diciembre se realicen elecciones generales, para ver a quién le toca arreglar la papa caliente.

 

Lo cierto es que el gobierno de Rajoy tratará de impedir los avances. Pero deberá recordar que el proceso del 27/S se ha realizado en el marco de la Constitución. Y que el mal gobierno español de las últimas décadas, sumados los reclamos que le tiene el pueblo catalán al central, y el contexto de una UE fallida, le dio pie a Cataluña para abrigar la esperanza de su autonomía.

 

La UE se lo reclamará a Rajoy, más el pueblo catalán puede dar una lección al resto de pueblos que orbitan ya entorno a los centros de la des UE, con tantos reclamos como los tienen griegos, los portugueses, los italianos, los irlandeses, etcétera. Porque el engranaje de la UE está haciendo agua, el euro en entredicho.

 

 

 

Correo: sgonzalez@reportemexico.com.mx

Twitter: @sal_briceo.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/172668?language=es
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