Azótate la mocita con la mano en la cabecita….

25/09/2015
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La visita pastoral del papa Francisco a Cuba fue un éxito. Pero que el entusiasmo no embargue; resulta necesario desmitificar la simplificación de un proceso tan complejo. No fue la “mano de dios” quien lo provocó…

 

 

Las agencias de prensa subordinadas al excepcionalismo teológico de la hegemonía angloestadounidense, siguen el periplo del Papa Francisco por Cuba y los EEUU y han bautizado al evento con una frase mistificadora hasta el entuerto, para vincularlo al proceso de normalización de las relaciones bilaterales entre ambos países.

 

A partir de ahí, puede dicho proceso político ser mal discernido como teológico y dependiente de una “voluntad divina” caprichosa conque deshistorizar hasta la amnesia más absurda al recuento de la dominación imperialista contra la isla por parte de esa hegemonía hasta convertirla, en un simple sobrecito de sopa Campbell diluido en las justas exigencias del gobierno revolucionario cubano durante el proceso de normalización vigente.

 

Cuando la política angloestadounidense cimentada en su excepcionalismo, encadena una y otra vez hasta enredar mediante actos jurídicos (ilegales) codificados la estrategia de acoso contra cualquier país inconveniente, se crea un “nudo” funcional a interpretaciones místicas. De antemano se comprende que el papa Francisco en su visita pastoral puede ayudar, pero no viene a echar el buche para solucionar el problema del bloqueo (‘embargo’) vigente contra Cuba desde hace más de medio siglo. Cuando se intenta arrojar la candela sobre el prelado se pretende aliviar o librar de responsabilidad no solo al gobierno de Obama, también a toda la estructura política estadounidense, con el objetivo de forzar a la isla a hacer concesiones de principio que motiven a la voluntad política estadounidense.

 

El pontífice, según ciertas informaciones tuvo una intervención directa con el objetivo de propiciar el consenso para el inicio del proceso entre los dos países. La intervención vaticana en aquellas llamadas conversaciones secretas duraron un año hasta el 17 de diciembre de 2014 –día del cumpleaños del prelado-, cuando fue comunicado por ambas partes el resultado de tales negociaciones y el inicio del proceso de normalización. Puede que le obnubile el cacumen a los seguidores de la banalidad masmediática internacional. Rosa Emilia Elizalde que representando a Cubadebate forma parte del séquito de periodistas acreditados, le hizo una breve entrevista al papa Francisco en el mismo avión que lo trasladaba de Cuba hacia los EEUU ayer en la tarde; el prelado reafirmó su deseo de que ambas parte llegasen a un acuerdo feliz al respecto; y punto. Su real participación en el proceso no va ni tiene que ir más allá de facilitar su comienzo. Lo demás, es política, y el pontífice no tiene como característica personal, en tanto sacerdote, mediar de manera frontal con los entuertos que la dominación capitalista históricamente ha impuesto sobre la región; aboga por la solución de los conflictos bélicos y los desajustes sociales que estos provocan, por las personas víctimas de la violencia que engrosan a la población mundial abultadamente mayoritaria que forma parte de las oleadas desplazadas hacia ningún sitio. Por la negociación y el acercamiento entre las partes en disputa en busca de una negociación pacífica; por los puntos de coincidencia durante esa negociación. Ahí está la frontera. Sus denuncias contra los genocidios y ecocidios que incluyen graves problemas sociales como el desempleo entre los jóvenes, el desproporcionado amor por el dinero, o la ostentación material más idiota. La utilidad de los seres humanos para servir como sentido de la vida, lo convierten en un pontífice acertado y coherente, con relación a quienes lo antecedieron; teniendo en cuenta a la crisis que la misma Iglesia Católica aún atraviesa. Tales principios en su misión pastoral innegablemente sensibilizan a creyentes y no creyentes; puede colaborar y colabora a la solución de graves problemas en el mundo provocados por la acumulación rentista de capital.

 

Pero no exigir la intervención de la “mano de dios” para tapar las barbaridades que el mismo capitalismo no puede o no quiere solucionar, y de las que no se responsabiliza. Inventar otra “mano” que le cubra la cara a la dominación para aliviarla, ¿o dispensarla?, de sus propias atrocidades resulta de un descaro y una irresponsabilidad inhumanas.

 

Partiendo de la siempre contaminada perspectiva de la periodista cubano-americana Nora Gámez, quien labora para el Herald de Miami, se publicó que tres meses antes del histórico anuncio que cambió las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, el cardenal cubano Jaime Ortega le entregó al presidente Barack Obama una carta enviada por el papa Francisco, durante un encuentro secreto que tuvo lugar en la Casa Blanca el 18 de

agosto de 2014.

 

El Papa Francisco envío a Ortega cartas dirigidas a Raúl Castro y a Obama, esta última con la instrucción específica de que debía ser entregada al Presidente en persona. En un breve intercambio en un patio cercano al Rose Garden, el cardenal le entregó a Obama la carta del papa, en la que el pontífice ofrecía “ayudar de cualquier modo” en las negociaciones con Cuba.” i(1)

 

Según el artículo de referencia nunca se supo de este encuentro porque los datos de Ortega nunca aparecieron en el libro de visitas de la Casa Blanca. Lo anterior parte de un artículo de Peter Kornbluh y William LeoGrande publicado el miércoles en la revista Mother Jones, que resume un nuevo capítulo de la reedición de Back Channel to Cuba, The Hidden History of Negotiations Between Washington and Havana, de venta en las librerías en octubre. Se recuerda que Kornbluh dirige el proyecto de documentación sobre Cuba del Archivo Nacional de Seguridad, un centro de la Universidad George Washington, y LeoGrande es profesor de Ciencias Políticas de American University. Back Channel to Cuba recoge cinco décadas de diplomacia secreta y diálogos tras bambalinas entre varios presidentes estadounidenses y básicamente, Fidel Castro. El nuevo capítulo recoge las negociaciones secretas (hubo más de una) entre Obama y Raúl Castro.

 

Es decir, ambos investigadores estadounidenses le sumaron un capítulo al libro ya existente lo que exacerba el interés del mercado. Y a continuación Gámez enuncia algunos argumentos a los que llama explosivos:

 

▪ “La idea de involucrar al papa Francisco en las negociaciones salió de la Casa Blanca, congresistas y cabilderos que buscaban el acercamiento, no del Vaticano.

 

A partir de la colaboración entre EEUU y Cuba para ayudar a la recuperación de Haití, tras el terremoto del 2010, miembros del equipo de la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton, sostuvieron negociaciones secretas con funcionarios cubanos sobre la liberación de Alan Gross, el subcontratista de la USAID que fue encarcelado en Cuba en diciembre del 2009. Para septiembre del 2011, los cubanos ya habían propuesto explícitamente canjear a Gross por los cinco espías cubanos de la Red Avispa.

 

Fueron los negociadores de la Casa Blanca, Ben Rhodes y Ricardo Zúñiga (a quienes Obama encomendó negociar con el gobierno cubano a partir de abril del 2013) quienes propusieron canjear al espía Rolando Sarraf, preso en Cuba, por los restantes miembros de la Red Avispa (René González había sido liberado en el 2011). La idea intentaba destrabar las negociaciones de “un punto muerto”: la Casa Blanca no podía canjear a Gross por los espías cubanos porque no consideraba a Gross un espía.

 

Rhodes y Zuñiga hicieron saber a los cubanos de las intenciones del presidente Obama de relajar las regulaciones sobre viajes y comercio con Cuba durante la reunión final de las negociaciones en el Vaticano en octubre del 2014.

 

La Casa Blanca mantuvo en la oscuridad al Pentágono acerca de las negociaciones para alcanzar un acuerdo con Cuba. Entre quienes sí sabían de las negociaciones estaban el vicepresidente Joe Biden, el jefe del gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough, y Susan Rice, consejera de Seguridad Nacional de la administración Obama. Según los autores, el secretario de Estado, John Kerry, no estuvo al tanto de una reunión secreta de negociaciones que se realizó en junio del 2013, pero se le informó posteriormente.

 

La Casa Blanca, miembros del Congreso y Trimpa Group, una firma de cabildeo, actuaron mancomunadamente para producir las condiciones que permitieron llegar a un acuerdo con Cuba y presentarlo al público estadounidense sin mayores daños políticos para Obama.ii(2)

 

En principio, apelamos a la hipótesis de que sin la bendición, autorizo e indicaciones precisas del llamado Estado Profundoiii(3), hubiese sido improbable que dichas reuniones secretas se materializasen; las instituciones estadounidenses, antes enunciadastributan a ese Estado Profundo. ¿De quién ocultarlo? De la misma ultraderecha cubano-americana que subordinada al ala ídem del partido Republicano estadounidense, es beneficiaria absoluta del presupuesto federal –aún existente- dedicado a la subversión contra la isla. Y de ciertos “lengua largas” que siempre rondan el espacio de las agencias de inteligencia angloestadounidense en busca de carroña fresca. Desde siempre se ha corrido la voz que el smart power de Obama es el autor del proceso. Y como presidente de los EEUU, puede ser discernido como representante de la “mano de dios”.

 

Existe una traza que vincula a ese proceso de normalización de las relaciones bilaterales entre los EEUU y Cuba con la misma crisis económica (¿política?), que atraviesan el sistema capitalista y la hegemonía angloestadounidense. La emergencia de Rusia y (sobre todo) China como Partners importantes de la región latinoamericana y caribeña, el “extrañamiento” que hoy mismo padecen los EEUU y Canadá en esta región, la nueva integración política sin ninguna de esas dos naciones; el empantamiento de los EEUU en el Medio Oriente y la ola de desplazamientos que alcanza la cifra de millones de personas de ese territorio hacia el “oriente” europeo mal soportado por una Unión Europea que se desbarata a si misma debido a la sumisión a los intereses angloestadounidense y a la OTAN. La existencia de gobiernos progresistas en nuestra región que dentro de la nueva integración se empeñan en mantenerla como zona de paz, están elevando la temperatura de la ya difícil situación local y externa de los EEUU.

 

El modo, al parecer, más inteligente consiste en entrarle a la región a través de re-negociar con Cuba una manera o método distinto de lograr los mismos objetivos, acelerando la sucesión de la dirigencia histórica, por una parte, y seudo-teocratizando la puesta en marcha de ese nuevo método; o métodos. Cuídese el papa Francisco del propio sistema político en que vive su cotidianidad la Iglesia Católica, Apostólica y romana. El Estado Profundo, al parecer, le ha destinado una encomienda oculta entre paréntesis, que pudiera consistir en el “ablandamiento” de la sociedad cubana exacerbando y extendiendo la fe religiosa católica como un espacio con perspectiva teológica que busque la solución de los problemas históricos más acuciantes provocados por el bloqueo de marras, a través de concesiones timoratas a los intereses angloestadounidenses que puedan propiciar hendijas, incluso para la actualización de una disidencia local que sustituya a los inútiles -pero leales a los ultraderechistas del ala cubanoamericana de Miami-, “traga dólares” que encabezan a la vigente.

 

Lógicamente la Casa Blanca no podía canjear a Gross por los “espías” cubanos porque no consideraba a Gross un espía. Teniendo en cuenta que la política de los últimos 55 años de los EEUU contra Cuba, desde su excepcionalismo entiende como su derecho hacer de la soberanía de la nación cubana un buñuelo y llevar a la sociedad de la isla, aún si a la fuerza, por el camino pertinente que se someta a sus intereses.

 

Una teleología psiquiátrica es la que define a la hegemonía angloestadounidense. Podría entonces comprenderse que el Estado Profundo –sus componentes-, no está interesado sino en un cambio de método con Cuba que por efectivo rinda los mismos resultados ahorrando dinero de presupuesto a través de materializar el secuestro, nuevamente, de la economía cubana; al saturar de propuestas directas al cuentapropismo o producción privada, ahogue al control estatal político socialista, abriendo el espacio necesario al libre mercado. Lo demás sería envasar la compota.

 

Mientras, entretener a la gente confundiendo al árbol con el bosque.

 

Una funcionaria de la Casa Blanca confirmó a el Nuevo Herald el encuentro entre Ortega y Obama. También que la sugerencia de intercambiar a Sarraf vino del equipo estadounidense “bajo el contexto de que Cuba también estaba realizando concesiones en un número de medidas” y que los cubanos fueron informados de las intenciones de Obama de eliminar restricciones de viaje, comercio y telecomunicaciones, “consistente con el entendimiento mutuo que Cuba iba a liberar a prisioneros políticos al igual que realizar otras concesiones”.iv(4)

 

Lo que en ese enunciado aparece como concesiones no son sino resultados efectivos de la rectificación socialista vigente en Cuba. Si el gobierno de Obama lo interpreta como concesiones es su problema. Aparte de la liberación de los Cinco Héroes Antiterroristas y de sacar a Cuba de la lista angloestadounidense donde según ellos aparecen los países que promueven el terrorismo, no ha hecho algo realmente sustancial para avanzar en el proceso de normalización de las relaciones bilaterales. Si entre Ortega y Obama existe alguna simpatía o acercamiento, que el rol jugado por la Iglesia católica ha estimulado, es un problema entre ellos. La Iglesia católica cubana, también puede necesitar un relevo de dirigencia histórica, sobre todo cuando ha estado durante no poco tiempo del lado de afuera de la candela del bloqueo contra Cuba exigiendo “pureza y justicia” al poder político revolucionario; con independencia de la gravedad de la situación que estuviese atravesando el país. Gracias a dios, soy ateo, no ateista. Y jamás he visto la “mano de dios”. Sino a la de los hombres, que no siempre es tan franca como los asuntos y problemas sociales lo exigen.

 

De todas formas se percibe la intención de restarle al mismo papa Francisco protagonismo en el asunto entre Cuba y los EEUU; “estás aquí porque te llamamos” un comentario que parecería adecuado a la posición e intención hegemónica angloestadounidense. Es decir, cabildearon al pontífice. En el artículo del Herald puede leerse:

 

Kornbluh y LeoGrande alegan que la sugerencia de involucrar al Papa habría venido del congresista Dick Durbin, demócrata por Illinois, en una reunión en septiembre del 2013 en la oficina de Rice. Una funcionaria de la Casa Blanca dijo no tener conocimiento de esta reunión pero señaló que “muchos de los grupos cubanoamericanos estaban sugiriendo que el Vaticano podría estar dispuesto a ayudar en el proceso”.

Pero el artículo destaca que el senador Patrick Leahy –quien fue instrumental en la liberación de Gross y, según se ha revelado, en la trama que concluyó con la inseminación artificial de la esposa del espía cubano Gerardo Hernández envió cartas y mensajes a los cardenales Ortega (La Habana), Theodore McCarrick (Washington) y Sean O’Malley (Boston) en los que los instaba a pedirle al Papa que ayudara a resolver el tema de los prisioneros por cuestiones “humanitarias”.

James Williams, actual director del grupo de cabildeo Engage Cuba y en aquel entonces director de políticas públicas de Trimpa Group, confirmó a el Nuevo Herald que estuvo presente en una reunión reseñada en el artículo con el cardenal O’Malley en la catedral Holy Cross en Boston, en marzo del 2014. Durante el encuentro, el ex consejero de Obama, el abogado Gregory B. Craig, entregó la carta de Leahy al cardenal y varios activistas le explicaron al religioso acerca de los esfuerzos que se estaban realizando para cambiar la política hacia Cuba.

La Casa Blanca también envío al Vaticano un mensaje sobre el interés de Obama de discutir sobre ese tema en una visita a Roma en marzo. En el Vaticano, “Obama le dijo al Papa lo que estábamos haciendo con Cuba y que sería útil si él jugaba un rol”, dijo un funcionario de la Casa Blanca a los autores. Es entonces que el Papa decide enviar las cartas a ambos mandatarios en los que les pide “resolver cuestiones humanitarias de interés común, incluyendo la situación de ciertos prisioneros, para iniciar una nueva fase en las relaciones”.”v(5)

 

Si bien la Iglesia Católica, Apostólica y romana en Cuba durante este proceso de rectificación radical socialista ha colaborado, desde perspectiva humanitaria, a la liberación de los llamados “presos políticos” en la misma persona del cardenal Ortega Alamino, y de manera que aún entendemos tímida critica al bloqueo de los EEUU contra Cuba, entendemos que sus propósitos como es lógico, obedecen a los intereses del Vaticano. Reordenar la Iglesia a nivel mundial, limpiarla de pederastas, ladrones, fornicadores y leonicidas, confrontarse, pero de manera gentil dialogante, con el resto de las religiones, sobre todo los judíos y los musulmanes (que hoy son muchos más que los católicos), y aprovechando las buenas condiciones de nuestra región como zona de paz, aumentar el poder, el número de feligreses y la incidencia de la Iglesia y el mismo Vaticano en la sociedad y en lo social; sin relacionarse con cualquier otra “ideología”, que es modo inteligentemente ideológico de propagar a la ideología propia, han sido y continúan siendo algunos de los objetivos que el papa Francisco persigue durante su reinado como pontífice. Nadie dude de su inteligencia ni de su preparación intelectiva. A no dudarlo, Bergoglio con todo respeto, representa la memoria negativa que en la sociedad argentina mantiene la desmantelada autoproducción burguesa de la época del Plan Cóndor, adaptada al contexto histórico que ya no admite dictaduras militares.

 

Ante el entusiasmo exagerado o júbilo acrítico o banal vivido en Cuba durante su visita, donde algunos locutores o periodistas locales –exceptuando a la locutora santiaguera-, cometieron algunas pifias conceptuales. Ante la disciplina social y la disposición de la población en general en Cuba, muy participativa, respetuosa en momentos como las misas efectuadas donde se guardó real silencio; debemos confesar que a la praxis política socialista que salve a nuestro proyecto sustentable de emancipación le falta sustancia y profundidad. Los valores sociales no desaparecen, desaparecen los espacios que compulsan a manifestarlos.

 

El papa Francisco aterrizó en visita pastoral en los EEUU para continuar la que le ve como su misión: empoderar a la Iglesia Católica y al Vaticano que han sobrevivido a guerras mundiales, golpes de estado, dictaduras, holocaustos, genocidios. Hay diversas religiones pero el ser humano es uno como especie. Lo mejor es no ser demasiado político; por eso Obama y el papa es muy posible que no hablen acerca del bloqueo a Cuba. En ese sentido, su misión terminó el día de su cumpleaños. El 17 de diciembre de 2014.

 

El artículo de Nora Gámez semejando a la sobre adoración de una colonia barata, hiede a partido demócrata para las próxima elecciones, donde supuestamente deberá ganar Hilary Clinton, que necesita a una Cuba desbloqueada pero no liberada de los intereses excepcionales de los EEUU.

 

La “mano de dios” aparece y desaparece solo en los medios capitalistas de prensa. Eso va también para nuestra hermana TeleSur.

 

 

i (1)NORA GAMEZ TORRES / MOTHER JONES. Se revelan los secretos de las negociaciones Cuba-EEUU. Contrainjerencia. 15/09/2015.

http://www.contrainjerencia.com/index.php/?p=109357

ii (2)Ibídem.

iii (3)«Estado profundo» se refiere a un gobierno paralelo secreto organizado por los aparatos militares y de inteligencia, [...] que se implican en acciones de violencia de carácter ilícito [...] yo [quiero] [...] referirme a la más amplia conexión que existe, en EEUU, entre el Estado público constitucionalmente establecido, por un lado, y las fuerzas profundas que se mueven en segundo plano de ese Estado: las fuerzas de la riqueza, del poder y de la violencia que están fuera del gobierno. [...] que sirven de acceso a fuerzas oscuras situadas fuera del marco legal [...] lo que [...] hemos podido observar en EEUU no es tanto una estructura paralela si no más bien una amplia zona o ambiente de contactos entre el Estado público y fuerzas oscuras invisibles[...] y se necesita un concepto como «Estado profundo» para describirla.[...] Obama, [...] ha seguido ampliando el campo de aplicación del secreto dentro del gobierno de EEUU [...] las políticas de guerra de EEUU están cada vez más desvinculadas de la realidad [...] las fuerzas profundas que dominan los dos partidos políticos son ahora tan poderosas, tan coincidentes, y [...] están tan interesadas en las ganancias que la guerra genera, que este presidente está más lejos que nunca de oponerse a ese poder, ni siquiera ahora cuando se hace cada vez más evidente que la era de dominación mundial de EEUU, al igual que sucedió en su tiempo con la de Gran Bretaña, está a punto de terminar [...] el sistema constitucional de contrapoderes ya no se aplica en EEUU, y que los decretos secretos predominan ahora sobre la legislación pública." Peter Dale Scott, Red Voltaire. El gobierno secreto que dirige Estados Unidos. La Haine. 27-04-2014.

http://www.lahaine.org/blog.php?disp=impr&blog=1&p=77162

iv (4)NORA GAMEZ TORRES / MOTHER JONES. Se revelan los secretos de las negociaciones…

v (5) Ibídem.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/172610
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