Schafik Handal y la renovación ideológica (19 de febrero de 1991)

26/08/2015
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Un año antes de la firma de los Acuerdos de Paz, Schafik Handal, en su carácter de secretario general del PCS y miembro de la Comandancia General del FMLN, realiza un viaje a Europa, en el que entre otras tareas, sostiene un intercambio de impresiones con integrantes de la solidaridad internacional radicados en Bonn, Alemania.

 

En esta plática es muy interesante como los acontecimientos vinculados al derrumbe del socialismo real habían incidido en su marco ideológico y lo habían conducido a revisar elementos clave de la hegemonía eurocentrica así como ideas básicas de la teoría marxista, como el papel del proletariado y la alianza obrero-campesina. A continuación presentamos una síntesis de este fructífero encuentro con el movimiento de solidaridad.

 

El impacto de la crisis del socialismo

 

Inicia Schafik la conversación explicando que “la crisis en la Unión Soviética y luego en los países del Este y Centro de Europa, luego la derrota electoral del Frente Sandinista en Nicaragua, acumularon un conjunto de cambios que trajeron un impacto ideológico, un impacto en el pensamiento y en las expectativas de los movimientos de izquierda en América Latina. Pero este impacto ha sido diverso.”

 

Considera que “los movimientos revolucionarios, que estábamos en lucha desde hace tiempo, no tuvimos un impacto desestabilizador. Hay que recordar que cuando se estaba desplomando el muro de Berlín, nosotros estábamos en la ofensiva de noviembre de 1989. Para nosotros trajo una serie de interrogantes y reflexiones, un esfuerzo por analizar y desentrañar las causas de todo lo que había ocurrido, de deducir de ahí conclusiones útiles. En ningún momento esto desestabilizó nuestra lucha. Además, en el propio pueblo salvadoreño tampoco el impacto fue en el sentido de debilitar sus vínculos con el FMLN.”

 

Valora que en Europa “falla una cosa clave, la idea de la victoria del capitalismo, que es una idea vigente aquí en Europa, personalmente creo que eso no va a durar mucho, porque todos esos cambios están desatando fenómenos sociales, económicos, y políticos que van a revertirse más y más sobre Europa Occidental. La avanzada de esa reversión es la ola de inmigrantes y detrás de eso vienen fenómenos de desestabilización, etc., por lo menos esa es nuestra visión.”

 

La ruptura con el eurocentrismo

 

Opina Schafik que “históricamente, todo el pensamiento progresista llegó a América Latina de Europa, desde el liberalismo, luego el socialismo pero ahora está ocurriendo una ruptura, no puede importarse de Europa ya, no coincide, no se engrana una situación con la otra. Entonces las búsquedas del pensamiento progresista en América Latina van en dirección de pensar con cabeza propia, de elaborar diseños que se ajusten a las condiciones de nuestro país y esto es positivo, es un aspecto positivo de esta crisis.”

 

Añade que “claro que hay sectores de la izquierda muy impactados, desde los casos de mayor ingenuidad que han intentado como copiar la perestroika allá en América Latina, allá en sus países, allá en su pensamiento de izquierda hasta otros un poco más elaborados. Pero el espacio de estas disgregaciones es cada día menor.”

 

Puntualiza que “además de esto que ya hable, de esta premisa que no puede hablarse allá de victoria del capitalismo y de una alternativa de desarrollo capitalista para América Latina, está la conducta del imperialismo norteamericano y la crisis de los Estados Unidos, crisis social y económica, sobre todo social, hay regresión social en Estados Unidos.”

 

Informa que “desde el año pasado empezó un movimiento de la izquierda latinoamericana por construir su propia alternativa, renovarse como movimiento revolucionario, como movimiento de izquierda y este esfuerzo desde el comienzo apareció vinculado al esfuerzo por renovar el pensamiento socialista, puesto que en el capitalismo no hay camino para América Latina.”

 

Aclara que “no puede asumirse el socialismo que se derrumbó, un socialismo de estado, lleno de errores en el que había una separación entre socialismo y democracia, un socialismo verticalista en el que el pueblo, las masas no tienen protagonismo. Entonces el año pasado tuvo lugar –a la mitad del año pasado- un encuentro en Sao Paulo, un encuentro de la izquierda latinoamericana, y el tema era ese…la búsqueda.”

 

Analiza Schafik en ese momento que “la idea de partido se está agotando. En su lugar está apareciendo lo que podríamos llamar movimientos en que confluyen movimiento social, bases de las iglesias, bases religiosas, bases cristianas vinculadas a distintas iglesias…pero bases, bases populares; confluyen la organización comunal, todas aquellas otras formas de organización que son capaces de abarcar a la llamada sociedad informal que está vinculada también a la llamada economía informal que es ahora mayoritaria en la mayor parte de países de América Latina.”

 

Reconoce que “tenemos que renovar nuestro pensamiento acerca de los instrumentos de lucha. Y esto tiene que ver con el mayor protagonismo de la masa, no solo en la acción sino también en su decisión. Y tesis como la religión es el opio de los pueblos ya no sirven para nada más que para impedir el desarrollo de la lucha; principios organizativos como el centralismo democrático ya no sirven tampoco. Ahora se va abriendo paso lo que podríamos llamar una democracia centralista, al revés.”

 

Incluso reflexiona que “la idea de la clase obrera, de la alianza obrero-campesino ya no cuadra con la estructura social actual en América Latina, eso dejaría por fuera a la inmensa mayoría de la clase obrera en América Latina, no se agota con esto desde luego, ni pretendemos agotar hoy. Además, son temas por los que empezamos a incursionar. Y la idea de una política y una ideología clasista a la antigua o al estilo europeo, ya sea por el lado del proletariado, ya sea por el lado de otras clases, ya no cabe, no funciona, y en su lugar va surgiendo otra idea, la idea de un sujeto social mucho más amplio, del sujeto social popular podríamos decir, un sujeto que está compuesto por masas trabajadoras pero no exactamente proletarias en el sentido europeo, no, eso no funciona…en el sentido clásico.”

 

Agrega que “estas son algunas pinceladas de todo lo que está pasando en la esfera del pensamiento y del esfuerzo de elaboración de las fuerzas de la izquierda latinoamericana…el papel de la persona es otro problema que está mereciendo atención, del individuo como sujeto de pensamiento dentro del concepto de sujeto social. Esto es nuevo también en el pensamiento de la izquierda latinoamericana y esto permite una mayor fusión, una mayor articulación con el movimiento cristiano popular.”

 

Sobre la Guerra del Golfo (Irak)

 

Estima Schafik que “estados Unidos comenzó necesitando un enemigo, ahora necesita a toda costa una victoria y por eso no acepta ninguna iniciativa de arreglo negociado. Pero hay un viejo dicho de la sabiduría popular que dice:”Dios ciega a quien quiere perder.” Por eso (este) camino ciego no se puede terminar imponiéndose sobre toda la humanidad, no se puede. Y esas son las reales pretensiones de los Estados Unidos, el discurso de Bush ante el Congreso lo dejó claro, transparente y muy temprano.”

 

Agrega que “Estados Unidos va a establecer un nuevo orden, el va a ser el amo del planeta, el va a decir lo que se puede y que no se puede hacer…eso es imposible. Eso está condenado al fracaso, eso no abarca solo al Tercer Mundo, eso abarca también la pretensión sobre Europa, sobre Japón, y eso no es posible…Nuestra visión es así: nosotros no ponemos en duda que el futuro es de los pueblos.”

 

Sobre las próximas elecciones

 

Estaban planteadas elecciones municipales y legislativas para el 10 de marzo de 1991 en lasque participarían por vez primera partidos de izquierda, tanto la Convergencia Democrática como el partido Unión Democrática Nacionalista (UDN), este último vinculado al PCS. Les informa que en esta ocasión la línea del FMLN es la de “mantener una posición crítica con respecto de las elecciones, pero no golpear a los partidos de oposición; comprender y apoyar la lucha de la oposición; no llamaremos a votar por nadie, tampoco llamaremos a no votar y no haremos un boicot militar unilateral.”

 

Se pregunta: “¿Qué diferencia hay con elecciones del pasado?” Y responde: “ya hay un grupo de partidos que está sosteniendo plataforma de lucha muy cercana a la del FMLN y nosotros creemos que esta lucha debe fortalecerse, que debe crecer el frente político de las fuerzas que están en contra de la estrategia del imperialismo, de la estrategia del ejército, de la estrategia de ARENA ahí en El Salvador.”

 

Explica que el FMLN desarrolla una estrategia “que combina cuatro factores: la lucha armada, la lucha política, la negociación y la solidaridad y lucha diplomática internacional. La lucha armada sigue siendo la determinante, pero nosotros estamos contentos que no esté sola ya, que no soplo este la lucha armada y la solidaridad internacional, que se esté desarrollando un frente político muy diverso en que participan las fuerzas sociales, las bases cristianas, los partidos democráticos.”

 

Agrega que “estamos contentes también que hayamos llevado al gobierno, gracias a la ofensiva de noviembre de 1989, que lo hayamos llevado a aceptar no un simple diálogo, sino negociación. Si separamos estos factores entonces ya no hay estrategia posible y al hacer un análisis de cualquiera de ellos siempre hay que verlo en conjunto.”

 

Subraya que “la negociación forma parte de una estrategia integral que busca contribuir a la victoria. Pero la idea de victoria no puede ser la idea simple con que comenzaos la guerra. La victoria es el derrocamiento del actual régimen y la sustitución por nosotros. Eso ya no es así ni puede ser así de acuerdo a los actuales tiempos.”

 

Enfatiza que “la victoria está vinculada al desplazamiento , es cierto, pero a su sustitución, por un poder plural, verdaderamente democrático, es decir, llevado adelante por la acción protagónica del pueblo y nosotros queremos hacer todo lo posible de facilitar que en nuestro país se configure ese fenómeno del movimiento del que había hablado.”

 

Analiza que “el problema que tiene planteado este movimiento no es un cambio de vía sino como combina todas las formas posibles de la acción de manera que puedan acumular la fuerza suficiente para un cambio profundo en la correlación de fuerzas, en el balance de las fuerzas.”

 

Sobre la negociación

 

“Esta es la situación –sostiene Schafik_ en la negociación. Es una batalla, la negociación es un terreno de pelea, de combate no es un proceso de formalización, ni de rendiciones honorables, ni de triunfos fáciles. Y ahí se puede avanzar solo si se avanza en la lucha armada, si se avanza en la lucha política y si se avanza en la pelea internacional de solidaridad y diplomática.”

 

Concluye Schafik asegurando que “ustedes deben tener la seguridad que no les vamos a fallar, nosotros no nos vamos a doblegar, en ningún caso nos vamos a doblegar, aunque la ganen la guerra del Golfo, aunque se nos venga encima el imperialismo con todo su poder ¡Nosotros no nos vamos a doblegar! Muchas gracias…”

 

26 de agosto de 2015

 

https://www.alainet.org/es/articulo/171968?language=en
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