Santos sigue por el suelo y crecerá movilización popular con paros cívicos

03/08/2015
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La crisis económica y social de Colombia sigue profundizándose, arrastrando también la crisis institucional, política y de la gobernabilidad oligárquica. Es la potencia de las masas populares, de su movilización ascendente, la que permitirá encontrar salidas en un sentido progresista y revolucionario, para que fuerzas alternativas asuman el liderazgo de la Colombia del Siglo XXI. El dominio del viejo bloque oligárquico representado por el santouribismo colapso y se derrumba. No hay que hacer concesiones ni dar el brazo a torcer en la lucha por la paz con justicia social y democracia ampliada. Si Santos se cae es problema de él y su camarilla retrograda.

 

Ha sido publicada la última encuesta sobre el estado de la opinión pública nacional. Fue contratada por dos poderosos conglomerados mediáticos, el de los Santos/López de Semana y el de la mafia de Ardila Lula que se expresa en RCN y la FM

 ( http://www.semana.com/nacion/articulo/gran-encuesta-santos-mantiene-29-de-imagen-favorable/436898-3 ).

 

Santos sigue por el suelo, está en el 29% de imagen y el pesimismo y repudio ciudadano está en ascenso.

 

Se deslegitiman las instituciones del régimen oligárquico, el aparato de justicia carcomido por la podredumbre, el parlamento convertido en una guarida delincuencial, las entidades públicas en todos sus niveles territoriales son objeto del despojo por las mafias parapolíticas y feudales y los denominados partidos son una grotesca manifestación del mercantilismo electoral.

 

Los medios de comunicación de masas se perciben como alcantarillas de la mentira, la manipulación y distorsión al servicio de las camarillas dominantes en el Estado burgués.

 

En la base de todo este descrédito, de este generalizado malestar ciudadano esta la rampante crisis económica que cada día se siente con mayor crudeza y severidad en las condiciones de vida de millones de colombianos, aunque todo aparente normalidad.

 

No obstante que los voceros del santismo se empeñan en disfrazar y edulcorar la gravedad de los problemas económicos, ya es imposible desconocer el enorme déficit fiscal, el faltante en la balanza comercial y el desacelere de la economía. Son casi 6 mil millones de dólares el hueco en las finanzas públicas, mientras el desbalance entre exportaciones e importaciones se acerca al 10% del PIB y el crecimiento real del mismo  ya va en el 2,8%, cuando hace algunas semanas se anunciaba un índice superior al 4%, catalogado como el mejor de América Latina.

 

Súmele a lo anterior el inminente reajuste de la tasa de interés en los Estados Unidos y las repercusiones que tal decisión tendrá en el incremento de la deuda externa pública y privada. Ya los magos de la economía neoliberal de la Junta Directiva del Banco de la Republica están demandando nuevos recortes en el gasto público, especialmente el de educación, salud, empleo, descentralización, vivienda, madres comunitarias, familias en acción y tierras.

 

El problema es que todo este caos va a recaer en millones de colombianos que viven en la pobreza y miseria. El hambre crecerá y con la misma la protesta y rebelión popular.

 

El otro problema consiste en que Santos, sus socios políticos de la U, liberales y conservadores, quieren utilizar el proceso de paz para capotear la crisis económica y fiscal que sobrevino.

 

En eso están equivocados. Los niveles de conciencia y organización popular han crecido muy significativamente y las movilizaciones, paros, protestas y bloqueos cívicos están caminando.

 

Hay anuncios de paros cívicos, campesinos, indígenas, en la salud, en el transporte y en los barrios populares de importantes centros urbanos golpeados por el alza de los servicios públicos y el transporte.

 

Lo adecuado es estimular, promover y organizar la movilización popular en los próximos días. Eso no es incompatible con el proceso electoral en curso, pues es necesario utilizar los espacios políticos para escoger alcaldes y gobernadores, como escenarios de denuncia de la corrupción e ilegalidad de las agencias asociadas con el régimen santouribista. Como escenarios para elegir auténticos representantes de las masas populares.

 

Los avances en el proceso de paz deben redundar en la construcción de una correlación de fuerzas favorable a la lucha por los derechos fundamentales y la democracia ampliada.

 

Conviene señalar, para cerrar, que esta crisis tiene como responsables a los principales nombres de la camarilla dominante. Me refiero a Santos, Uribe, Barguil, Benedetti, Barreras, Velasco, SUH, Pardo, Peñalosa, los integrantes del gabinete de la denominada Unidad Nacional, gobernadores y Alcaldes de los grandes centros urbanos.

 

No hay que dar espera. Es urgente propiciar las huelgas y los paros cívicos por todo el territorio nacional.

https://www.alainet.org/es/articulo/171477?language=es
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