Del viejo al nuevo continente
- Opinión
La II CUMBRE CELAC-UE, se desarrolló en Bruselas, Bélgica, los días 10 y 11 de junio/2015, siendo un encuentro necesario en un momento oportuno.
Para comentar que está sucediendo ahora, hay que hacerlo también revisando qué sucedió anteriormente, la historia del Viejo Continente con nuestra Región tiene más de cinco siglos; desde que el Nuevo Continente fue encontrado, no descubierto, se convirtió en hijo adoptivo, pero forzado.
Llegaron con la cruz, pero también con la espada, y durante el tiempo transcurrido han utilizado todo tipos de armas, y de la unión de razas surgieron otras, que en su quehacer cotidiano modificaron el estatus de esta Región.
Las gestas libertadoras en todo nuestro continente logró la independencia política de las Metrópolis Coloniales, pasando después por varias vicisitudes hasta llegar a los procesos democráticos, lo que fue otro momento que abría mayores espacios para ir logrando la independencia económica, y en estos momentos existe un nuevo mapa político y económico.
En ese orden, la nueva América Latina y el Caribe son un poco más que menos, aunque continúa siendo la de mayor desigualdad, lo que constituye otro reto para cada uno de los países que la conforman.
Los procesos que se han venido llevando a cabo para la integración regional, la van caracterizando como un bloque importante, como es el caso de la propia CELAC, además de MERCOSUR, UNASUR. CARICOM, ALBA y PETROCARIBE, los que apuntan a un desarrollo armónico, proporcional, y sostenible en lo económico y social, sin exclusión, siendo esta su principal fortaleza.
La existencia de otros bloques como el BRICS, y países con un potencial económico como China y Rusia, con los cuales la CELAC ha iniciado otro tipo de relaciones, contribuye también a que el Viejo Continente observe y valore nuevas oportunidades de inversiones, intercambios comerciales, tecnologías y de talento humano, en la renovada Región, teniendo que ser sobre bases diferentes, las que incluyen la igualdad y respeto a la soberanía de cada país.
Hubo consenso en los aspectos políticos, en especial para Venezuela y Cuba, pero tanto en esa dirección como en la económica, hay un camino por recorrer.
Por otro lado, América Latina y el Caribe tendrán que utilizar toda su inteligencia y capacidades, para lograr un balance justo y equilibrado.
El debate, las propuestas y acuerdos, tendrán que tomarse de la mano, para que de forma progresiva fructifiquen los cambios en el necesario desarrollo económico y social de nuestros países.
Llegó el momento de decir adiós a las viejas armas y darle la bienvenida a las nuevas, las de paz, cooperación y desarrollo integral para todos.
Prof. Ad. Jorge Cosme Casulo
Universidad de ciencias médicas
Santiago de cuba, cuba
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