Cuántos partidos debe haber en Cuba para semantizarla como una “democracia potable”?

12/06/2015
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

El Sr. Farber insiste desde “afuera” en la necesidad de hacer implotar el “unipartidismo” cubano. Es la deshistorización de la memoria histórica (o memoria a largo plazo) como un elemento subversivo por activar dentro de la sociedad cubana en pos del desmantelamiento del mismo proceso revolucionario.

 

El nueve de junio de 2015 apareció en Rebelión.org, extraído de Havana Times, un artículo de Samuel Farber: Sobre el partido único en Cuba cuyo primer párrafo advierte que:

 

“En Cuba el multipartidismo es una cuestión muy controvertida con la que solo unos pocos críticos de izquierda del régimen cubano han querido lidiar. Me parece necesario profundizar en ese tema para aclarar mucha de la confusión existente alrededor de ese tópico.” (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=199751 )

 

Lidiar con Farber es una tarea semejante a la del sicótico que la emprende a trompadas contra su propio espejo; casi siempre por la misma causa, la de hacer pasar por legítima la aspiración de deshistorizar la acumulación histórica cubana. Para evitar que algún puñetazo de esos –perdido-, me roce he de limitarme a dar algunos argumentos a tenor de esa recarga “farbiana”.

 

Las recién iniciadas conversaciones entre Cuba y los EE.UU. para tratar de normalizar las relaciones bilaterales entre ambos países, es un excelente momento para el intento de devastar la legitimidad política de la revolución cubana durante esos diálogos. Teniendo en cuenta que los EE.UU. –su política- están en proceso de implementar un cambio inédito de estrategia hacia Cuba, cuyos intereses continúan siendo los mismos. Casualmente uno de esos intereses estaría en deslegitimar políticamente a la dirección de la revolución en la Isla, argumentando su desactualización histórica, y la necesidad urgente de desarticular el PCC a través de endilgarle a la sociedad cubana la tendencia hacia un supuesto multipartidismo que permita a determinados elementos afines a la política angloestadounidense insertar dentro de la cotidianidad cubana los andamios que puedan armar un regreso a la autoproducción burguesa, en versión estadounidense de libertad en la desigualdad.

 

Existe por parte de los órganos de inteligencia angloestadounidense y ciertos acólitos europeos y de nuestra región, una atención harto persistente hacia la juventud cubana dentro de la Isla como terreno “fértil” en el cual cosechar toda la amnesia histórica posible, a través de desacreditar a la dirigencia histórica de la revolución cubana; como el momento de “pasar la página” hacia una deshistorización del poder político angloestadounidense en ejercicio. Hay, de sobra, muchos dispositivos culturales para la transmisión e intercambio de información hacia la forja de un conocimiento banalizado con que despolitizar a los asuntos y problemas sociales; en función de dejar al PCC sin soporte de respaldo popular.

 

  1. El socialismo en Cuba es consecuencia histórica de las luchas sociales por la independencia, la soberanía del país, desde hace más de un siglo. No fue importado desde afuera.

 

  1. El actual PCC es heredero del Partido Revolucionario Cubano fundado por José Martí para la gestación y continuidad de la guerra de independencia -1895 a 1901-, que a partir del Movimiento 26 de julio que tuvo su bautizo en el asalto al Cuartel Moncada en 1953, y posteriormente la fundación del Ejército Rebelde, tras el desembarco del yate Granma en Alegría de Pío, llegó al poder mediante una guerra popular que por primera vez fundó una república descolonizada de la dominación angloestadounidense.

 

  1. Tras un proceso no exento de confrontaciones contra, no solo la autoproducción burguesa, también otros grupos que se volvieron contra la radicalización socialista de la revolución cubana -1959 a 1961-, que apoyados por los órganos de inteligencia estadounidenses nos impusieron una “guerra civil” incluida la derrotada invasión por Playa Girón, la revolución cubana y su partido comunista se afianzaron como hegemonía en medio de un genocida bloqueo estadounidense que aún se mantiene.

 

  1. ¿Errores, insuficiencias, problemas? Por supuesto; los de carácter interno y los provocados por una política yanqui que ya dura la friolera de once presidentes de los cuales solo tres quedan vivos –exceptuando a Obama-; ninguno de ellos pudo doblegar a la revolución socialista cubana. ¿La razón fundamental? La hegemonía y dirección política del Partido Comunista de Cuba.

 

  1. En la actual sociedad cubana un apabullante porciento de esa disidencia política existente; que por ciento es exigua dentro del total de la población del país y sin proyecto político social alguno que ofrecer, ha sido y es subvencionada por el gobierno imperialista de los EE.UU., que en su afán de doblegarnos ha cometido el dislate de soportar material y financieramente a una serie de personas sin disposición alguna al compromiso con su país de origen; incluso apoyan  la continuidad del bloqueo contra la Isla. ¿Quién aquí, en su sano juicio, votaría por alguien que apoye la continuidad del bloqueo imperialista contra Cuba hacia una “democracia” de la libertad en la desigualdad; o busque la anexión de la Isla a los EE.UU.?

 

  1. La disidencia antes mencionada posee una representación insuficiente entre la intelectualidad del país. Entre los objetivos fundamentales no está la discusión acerca de un imposible multipartidismo que busca el regreso de la sociedad cubana al redil de la dominación imperialista.

 

  1. Es una responsabilidad del gobierno revolucionario y del PCC garantizar la rectificación radical Socialista que implemente el cambio necesario del ya inoperante modelo existente, teniendo en cuenta que las condiciones imperantes dentro de la sociedad capitalista actual resultan insostenibles para la mayoría de la población del planeta.

 

Continuar insistiendo, con subterfugios seudo académicos y  la propagación de una situación imaginaria que dista mucho de la realidad imperante en el  país, citar a la CTC –Central de Trabajadores de Cuba-, como “una correa de transmisión” de algo a estas alturas, equivale a tener los pies y la cabeza en Júpiter. Desde hace un buen rato las secciones sindicales se están enfrentando a los problemas laborales y de las empresas de una manera inédita hace un cuarto de siglo. El noticiero nacional de televisión presenta estos problemas casi diariamente; por supuesto no para desprestigiar a la revolución sino para perfeccionarla.

 

El bloqueo angloestadounidense contra Cuba es un acto genocida que dura ya más de medio siglo. Se ha sufrido mucho para defender la soberanía del país. Pero a su vez ha sido el mejor de los seminarios contra el capitalismo y su dominación imperialista. Incluso, la mayoría de las personas que viajan o emigran fuera del país, lo hacen teniendo muchísimas cosas claras.  En otro artículo comenté acerca de quienes viajan (desafectos o no) constantemente a los EE.UU. o Europa, y el día de consulta con su médico en La Habana, están puntuales en la sala de espera del hospital o el policlínico. O quienes viajan llevando un bolso con sus medicinas personales y las recomendaciones de su médico cubano. ¿Puede sustituirlo el Obamacare?

 

Separar las conquistas sociales y políticas del socialismo cubano del PCC, equivale a tratar de abrir los ojos ante la luz solar. Ha sido el Partido Comunista de Cuba como soporte de la hegemonía de la revolución dentro de la sociedad cubana el fundamento de su permanencia histórica. ¿A quién le extendió su mano Obama en la última Cumbre de las Américas, a Berta Soler?

 

Farber debe estar padeciendo serios síntomas de dispersión psiquiátrica. Teniendo en cuenta la posibilidad de que crea aunque sea en un tercio las cosas que escribe. También viven en Cuba personas que ni remotamente simpatizan con la revolución socialista cubana. Y hasta dan sus criterios desde aquí a los medios internacionales, gozan de prestigio en lo que hacen, si es que lo merecen; y hasta tienen sus seguidores, aún si “guatacas”.  Eso no puede darle pie al Sr. Farber para comentar que:

 

“El sistema imperante en Cuba parece ir en vías de una transformación, que probablemente se acelerará después que los líderes históricos de la Revolución hayan fallecido, al modelo de capitalismo de estado de estilo sino-vietnamita bajo la dirección del PCC. Por lo tanto, aunque las circunstancias históricas cambien significativamente, la necesidad de que el sistema de monopolio de partido único con sus correas de transmisión sea abolido continuará en vigor.”

 

¿De que “modelo” habla el Sr. Farber? ¿Acaso posee una consulta de quimioterapia política en la sala de su casa? Nosotros mismos no estamos seguros sino de lo queremos o aspiramos, el futuro no se puede “modelizar”, menos en un mundo tan complicado y criminalmente desigual. Nuestro problema no es precisamente la existencia o no de un partido único en Cuba, sino la sustentabilidad de una propuesta de rectificación socialista a la altura del programa histórico de nuestra revolución, aún incumplido.

 

Quien desee otro partido puede irse a otro lugar, o tratar de hacer campaña electoral en Cuba, si lo dejan, porque el chambeloneo electoralista está legalmente prohibido en Cuba. El PCC no propone candidatos ni organiza legalmente las elecciones en Cuba. La probabilidad de un multipartidismo en Cuba, hasta el momento es nula. La gente no está buscando cambiar de partido, sino mejorar aún más su nivel de vida.

 

Es lamentable que el Sr. Farber comente poco o nada acerca del modelo de capitalismo angloestadounidense y su bipartidismo. 

https://www.alainet.org/es/articulo/170340?language=en
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS