Traición a la paz (I)

09/06/2015
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ECUADOR, viernes 5 de junio del 2015 El silencio impune y la PAZ mortal

 

Hoy, registramos ciento veinte años del inicio de la Revolución Liberal y ciento tres (103) años de impunidad de los victimarios del General Eloy Alfaro Delgado, asesinado un 28 de enero de 1912, lo cual avergüenza la historia de los escribanos oficiales.  El juego perverso y encubridor de fiscalias, juzgados y cortes, niegan las sentencias justas pero principalmente ocultan la lógica violenta del poder y la cultura cobarde del oportunismo histórico.  El magnicidio de Don Eloy, del Tigre del Bulu-Bulu Pedro J. Montero, Jaime Roldós, Omar Torrijos y los intentos de magnicidios, tiene constantes históricas y actores criminales con perfiles comunes en diferentes periodos de la historia del Ecuador y de América Latina:

 

·            La causa principal de todo magnicidio es cambiar, reorientar o controlar las políticas económicas del Estado y sus vínculos con el modelo o el modo de producción en la sociedad.

 

·            Las causas dependientes de todo magnicidio es el control o toma de poder del Estado, por un sector del poder económico, ideológico o/y político,   coaligado con aliados nacionales y externos.  Los aliados externos son fuerzas económicas, militares y de inteligencia, que pueden configurar una coalición regional con intereses supranacionales que subordinan los intereses y la soberanía nacional de un país; y, pueden constituirse por tanto, en la causa principal del magnicidio.

 

·            En el campo político-coyuntural en la ejecución de un magnicidio hay Actores de Interés Principal, que son: gerentes-propietarios empresariales, propietarios de periódicos, jerarcas religiosos, mandos militares, mandos policiales, jefes de Inteligencia, dirigentes políticos opositores, funcionarios de alta jerarquía del Estado complotados, en particular los del Poder Ejecutivo.

 

·            Hay Actores Dependientes o bajo las órdenes encubiertas de Actores de Interés Principal.  Estos Actores actúan en el campo operativo para la ejecución de un magnicidio: unidades o personas con especialidades operativas militares y de inteligencia, Jefes de unidades especiales que no responden a la cadena de mando institucional de los Consejos de Seguridad, Comando Conjunto, Comandancias, etc. editorialistas de periódicos nacionales o propietarios de periódicos locales; jueces o fiscales vendidos,  etc.

 

·             En el campo psicológico operativo hay actores diversos traidores o desleales del círculo de confianza del Líder, que por acción, omisión, cobardía o incapacidad, se convierten en  cómplices, encubridores, traidores, ejecutores directos, funcionales estúpidos, incapaces consuetudinarios o beneficiarios “ingenuos” del magnicidio organizado por los actores principales.  Estos actores del campo psicológico-operativo son los más peligrosos.

 

Las luces de la historia

 

En consecuencia, el Coronel Olmedo Alfaro Paredes hijo legítimo del General Eloy Alfaro Delgado [1], Doctor José Peralta, ex Canciller de Ecuador en la Administración del Presidente Alfaro[2], Doctor Pío Jaramillo Alvarado [3] Fiscal del Ecuador, desde las luces de la historia, acusamos al General Leonidas Plaza Gutierrez, General Comandante en Jefe del Ejercito del Ecuador y a José Cevallos Jefe de Cocheros de la Presidencia de la República durante la administración de Carlos Freire Zaldumbide Encargado del Poder Ejecutivo, de ser el principal autor intelectual y principal autor material, respectivamente del asesinato del General Eloy Alfaro Delgado y ex presidente de la república del Ecuador.   Esto ocurre este 28 de enero de 1912 en la Penitenciaria Nacional de Quito [4] cárcel situada al sur de la ciudad, en el marco de operaciones de la fuerza pública con mando institucional y grupos de militares vestidos de paisanos y civiles aparentemente sin mando o control liderados por funcionarios de la Secreta [5] del gobierno del Encargado del Poder Ejecutivo, doctor Carlos Freile Zaldumbide.

 

El registro que presentamos del "28E-Stado de Situación" es desde los días previos al 28 de enero de 1912, hasta el evento mismo de asesinato del General Eloy Alfaro Delgado.  Señalo el primer registro con sitio, día y año:

 

Guayaquil, viernes 05 de enero de 1912 La paz es una tentación 

El ex presidente de Ecuador el General Eloy Alfaro Delgado, líder de la Revolución Liberal del 5 de junio de 1985, regresa a Ecuador de su asilo en Panamá, y realiza un manifiesto “A LA NACIÓN”:

 

“En la actualidad la familia ecuatoriana se encuentra en plena discordia y á punto de entrar en una guerra fratricida, cruenta y dolorosa.  En tales circunstancias no he trepidado en abandonar mi retiro para mediar amistosamente con el objeto de que se llegue á buen acuerdo entre las secciones de la República que se encuentran regidas por gobiernos diferentes “ ... El patriotismo me impone (la) misión de paz...”[6] (OA36)

 

Quito, miércoles 10 de enero de 1912 -09H30 Pérfida humanidad

El diario La Constitución” número 45, órgano donde escriben miembros del Poder Ejecutivo, se esta distribuyendo en Quito desde la mañana.  En su página editorial dice:

“... si él viene (Eloy Alfaro) será para que el pueblo de Quito haga con esa gente lo que el pueblo de Lima hizo con los Gutierrez”

Hace referencia a cuatro militares hermanos que en 1872 dieron un golpe de Estado fallido, y tres de ellos fueron asesinados, arrastrados e incendiados en plazas de Lima por sectores de la población civil y militares vestidos de paisanos[7].

 

Quito, jueves 11 de enero de 1912 -09H00 Predicción siniestra.

El diario El Comercio de Quito, número 1855 en su editorial de este 11 de enero exige 

“... acabar, de una vez para siempre, con todos estos elementos nocivos para la República.  Tal vez la justicia haya unido a Montero con Alfaro para ejercer sobre ellos sus inexorables vindicaciones”.

 

Durán, lunes 22 de enero de 1912 -13h00   ¿Tratado de Paz?

 

Los Generales de origen liberal, el uno Leonidas Plaza Gutierrez, jefe militar del Gobierno central vinculado con los terratenientes serranos, confrontado militarmente con Pedro J. Montero, Jefe Militar de la región centro y sur de la costa ecuatoriana vinculado con la burguesia emergente agroexportadora de la costa ecuatoriana, confluyen por intermediación de Eloy Alfaro en la parroquia de Durán cercana a Guayaquil y firman un Tratado de Paz.  Parte de su contenido es el siguiente:

 

“Los señores General don Leonidas Plaza Gutierrez, General en Jefe del Ejercito, y General Pedro J. Montero, Jefe Supremo del Gobierno Seccional, con el propósito de evitar la continuación de la guerra civil y su consiguiente derramamiento de sangre ecuatoriana, han acordado bajo su palabra de honor, las siguientes bases de paz, a saber:

 

1.- El Gobierno ... concederá amplias garantías a las personas civiles y militares que ... hayan tomado parte en el movimiento político del 28 de diciembre de 1911...”

5.- El Sr. General Pedro J. Montero ordenará La cesación de hostilidades en todos los lugares de la República donde hubiera fuerzas en armas bajo su dependencia...”

8.-... hacen constar aquí su agradecimiento a los Cónsules de los Estados Unidos de Norte América y de la Gran Bretaña...por sus buenos oficios en este arreglo decoroso de paz ...”[8]

 

Guayaquil, lunes 22 de enero de 1912 –19H00 a 21H00   Pérfida traición

 

Los preparativos del magnicidio de Alfaro empieza a configurarse, cuando el General Plaza que había firmado el Tratado de Paz, lo traiciona y ordena su detención y de los líderes liberales:

El General Eloy Alfaro y Montero principiaron a entregar las armas y cumplir el pacto, cuando un grupo de placistas, atacó la guardia de la Gobernación, y fue rechazado...  A pesar de ello el Caudillo radical siguió en su empeño de llenar literalmente las estipulaciones de Durán...  Alfaro se retiró a una casa particular, sin hacer misterio alguno... lo comunicó a varias personas; seguro como estaba, de que lo protegían su absoluta inculpabilidad y la fe pública empeñada en un Tratado de Paz.”  (JP190)

 

“Copiamos de uno de los diarios:  Unos niños... de modesta condición, suministraron la noticia de que habían visto penetrar a los tres generales en una casa, situada en la calle Chimborazo, intersección con la de la Municipalidad, detrás de la Jefatura de la Zona (militar)”.  (OA135).

 

“Plaza lo supo también; y los esbirros procedieron a capturar al Viejo Luchador, como si fuera un criminal... trataron de llevarlos al alojamiento del Batallón Marañón, compuesto de conservadores en su mayor parte, los que ansiaban asesinar al derrocador del conservadorismo garciano...  Julio Andrade (General) se opuso enérgicamente a ese plan homicida, y condujo en persona al ilustre vencido y a sus compañeros de desgracia, a la Casa de la Gobernación” (JP191).

 

Guayaquil, lunes 22 de enero de 1912 –21H00  Los traidores se comunican

 

Leonidas Plaza Gutierrez, General en Jefe del Ejército envía un telegrama al Presidente encargado del Ejecutivo Freile Zaldumbide y Ministros del Gobierno central en Quito, el siguiente texto:

“En estos momentos me acaban de comunicar que ha sido capturado el General Eloy Alfaro, y he ordenado su prisión en el Batallón Marañón a cargo del Coronel Sierra...”  (JP191).

En esos minutos Plaza no conocía aun que el General Julio Andrade había intervenido y acompañó a los presos a la Casa de la Gobernación.

 

Guaranda miércoles 24 de enero de 1912  Fuerzas Armadas o Armados con fuerza

 

Un telegrama de jefes y oficiales militares de la plaza de Guaranda envían un telegrama al Encargado del Poder Ejecutivo: 

“De estricto acuerdo con la voluntad nacional y las leyes militares, perentoriamente pedimos a usted, señor Presidente, que los incalificables Eloy Alfaro, Pedro J. Montero, Flavio Alfaro, Ulpiano Páez y demás cómplices sean pasados por las armas como traidores, sus bienes confiscados a favor de las viudas y huérfanos de los defensores de la Constitución, y, en consecuencia sus nombres sean borrados del escalafón militar” (PJ56).

 

Guayaquil jueves 25 de enero de 1912    Juicio Militar contra el General

 

El Ministro de la Guerra Juan Francisco Navarro presente en Guayaquil para que se den cumplimiento a las disposiciones del Gobierno Central, envía el siguiente telegrama a Carlos Freire Zaldumbide Encargado del Poder Ejecutivo y ministros:

“Quito.- De conformidad con lo resuelto por el Supremo Gobierno, y ateniéndose a las instrucciones que traje, he ordenado al señor General en Jefe del Ejército (Leonidas Plaza) que proceda a decretar el juicio militar contra los altos Jefes del Ejercito rebelde.  En esta virtud, el General Plaza ha decretado la formación de un Consejo de Guerra, para que, de acuerdo con el Código Militar, proceda a juzgar a los culpables.  El Consejo está ya reunido, bajo la presidencia del Coronel Alejandro Sierra....,  El juicio ha empezado por el General Montero, por ser este el mayor responsable de  los rebeldes...”  (JP219)

 

Guayaquil, jueves 25 de enero de 1912 -19H30 Veredicto y muerte de Montero

 

En el salón principal del edificio de la Gobernación de la provincia del Guayas, teniendo como testigos a sus futuros victimarios, el General Montero “El tigre del Bulu-Bulu, es enjuiciado:

“El Consejo de Guerra acababa de pronunciar su veredicto (16 años de prisión y degradación militar)...  La soldadesca disfrazada arremetió rabiosa y feroz, contra el inerme preso; dando voces de muerte, en el mismo recinto en que actuaba el tribunal a presencia del General Plaza y de sus principales subalternos.  Montero, que jamás había temido la muerte, se irguió en el momento del supremo peligro... y el Teniente Alipio Sotomayor, oficial de guardia en el local del Consejo de Guerra, le disparó un tiro de pistola que hizo blanco.  El Comandante César Guerrero, Ayudante de Campo del General Plaza, disparó también su revolver al mismo tiempo sobre la inerme víctima, la que cayó de bruces...”[9] (JP226-227).

 

Guayaquil, jueves 25 de enero de 1912 -21H00  Victimarios a sangre y fuego

 

Los militares del Batallón Marañón que tiene el mando el Coronel Alejandro Sierra que preside el Consejo de Guerra, son los mismos que “manu militare” se regodean con la muerte:

 

“Los soldados y el populacho disfrazados dispararon sobre el cuerpo de Montero tal número de balas y bayonetazos que los fusiles parece que fácilmente pasaban de un lado a otro sin dificultad.  Después prepararon un horno de maderas y con kerosén lo incendiaron” (OA50))

 

Tres días después, a las 12H15 del 28 de enero actuarán nuevamente los victimarios con eficiencia criminal y sin contratiempos políticos, los fiscales, jueces, investigadores, constitucionalistas; los actores principales, secundarios consumarían un magnicidio, el de Don Eloy Alfaro y tendríamos en coro con José Peralta, preguntarnos:

 

¿Puede darse felonía mas repugnantes, traición mas nauseabunda, emboscada mas criminal y espantosa? (JP184)

 

Es tan simple la respuesta pero tan compleja su aprehensión.  Los magnicidios responden a una lógica de poder y al estado de confrontación de fuerzas.  Los actores de estas fuerzas, se sienten o representan en su accionar los intereses de grupos económicos integrantes de clases retardatarias o emergentes, los interés corporativos-institucionales de la Fuerza Armada o de la Fuerza Policial, organismos de Inteligencia, Iglesia, gremio de periodistas o medios de comunicación, partidos políticos, organismos de los poderes del Estado, etc.  Estos sucesos al desestabilizar el funcionamiento “normal” de la sociedad y del Estado, ponen en tensión e incertidumbre la lógica de existencia y funcionamiento de estas fuerzas.  La actitud de estas fuerzas o sectores de las mismas, es casi instintiva, reaccionando sus integrantes como “cuerpo” para mantener la institucionalidad estable y funcionando.  Esto termina convirtiendo a sectores de la sociedad y poderes del Estado, en referentes de la ignominia, la ceguera absoluta o la complicidad encubierta de magnicidios de líderes nacionales.

 

Anexo:

 

calendario 1912

- Fernando Garzón Orellana. Ecuador.  Arquitecto Urbanista.  Actualmente Consultor de Desarrollo y Planificación Regional-Urbano.  Estudios en Gerencia Política y Gobernabilidad, Gerencia Empresarial y Gestión de Proyectos, Gerencia Socia y Auditoria Ambiental.  Docencia y Consultoría en la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, Universidad Estatal de Guayaquil, Universidad Metropolitana, Universidad Península de Santa Elena-UPSE.  Investigador Asociado de la Universidad de Almería- España. Consultor y Asesor de NN.UU, ESQUEL, BID, UICN, ILDIS.  Gerente Técnico del Fondo de Inversión Social del Ecuador, Coordinador del Programa de Asistencia Técnica para la Gestión Ambiental para Gobiernos locales, Coordinador Nacional del Programa de Protección Social - PPS, Director del Plan de Desarrollo y Conservación de Galápagos; Asesor de Naciones Unidas de Director de Programa de Gestión de Comunidades Indígenas amazónicas Shuar y Achuar; Gerente de Desarrollo del Gobierno Provincial de Santa Elena.  En la Función Pública ha sido Asesor Nacional de la Defensoria del Pueblo de Ecuador, Asesor de la Vicepresidencia de la Asamblea Nacional del Ecuador 2009, Secretario Técnico del Ministerio Coordinador de la Política 2008; Subsecretario de Desarrollo Organizacional del Ministerio de Gobierno, 2007; Asesor de Ministro de Bienestar Social 2000-2001; Secretario Particular de Ministro de Gobierno 1996-1997. fgarzon@gye.satnet.net



[1] Los pronunciamientos de Olmedo Alfaro en todo este estudio, son citas del libro de su autoría:  “El asesinato del General Eloy Alfaro” Editorial El Conejo.  Quito, Ecuador.  Enero 2012.  Segunda edición.  (la primera edición fue en marzo 1912)

[2] Los pronunciamientos de José Peralta en todo este estudio, son citas del libro de su autoría:  “Eloy Alfaro y sus victimarios”.  Edición Segunda.  Corporación José Peralta.  Cuenca Ecuador.  1953. (La primera edición fue publicada en Lima en 1918)

[3] Los pronunciamientos del Abg. Pío Jaramillo Alvarado en todo este estudio, son citas de “La victimación del general Eloy Alfaro y sus tenientes” que contiene la acusación en su calidad de fiscal, presentada ante el Juez Letrado Doctor Carlos Gómez quien intervino en el juicio desde enero de 1913, después de un año de iniciado el sumario por la muerte de Eloy Alfaro y sus acompañantes.  Publicación “Estudios Históricos, Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana.  1960. En adelante las citas de Pío Jaramillo se realizarán con sus siglas (PJ) y número de página de la obra citad.

[4] Denominada comúnmente como “Penitenciaria” o “Panóptico”

[5] La Secreta corresponde a agentes policiales integrantes de la Oficina de Investigaciones y Estadísticas del Ministerio del Interior y que incluía a espías, operadores y también a los cocheros de autoridades nacionales.  Fue creada en 1898 como parte de la modernización del Estado impulsada en el primer gobierno de Eloy Alfaro.  En la segunda década de 1910 a 1920 pasó a denominarse Jefatura de Investigaciones y Pesquisas que a igual al Sistema Nacional de Cárceles, dependía directamente del Ministro del Interior y del Presidente de la República.  Los Archivos Históricos Clasificados del Ministerio del Interior contienen las órdenes superiores y los informes de los agentes que participaron en operaciones durante el magnicidio de Eloy Alfaro.  También se accede a informaciones importantes a través del  Fondo Prisiones del Archivo Nacional de Historia (ANHQ), los expedientes de las “Actas de Visitas de Cárcel” de las comitivas de la Corte Superior de Justicia desde 1887 hasta 1927, y la “Serie Copiadores” del ANHQ

[6] Alfaro Paredes Olmedo.  “El asesinato del General Eloy Alfaro”.  Cita en paginas 37, Editorial El Conejo.  Quito, Ecuador.  Enero 2012 (Primera Edición Marzo 1912).  En adelante se realizarán las citas directamente con las siglas OA y el número de página.

[7] En Lima – Perú el 26 de julio de 1872 cuatro coroneles hermanos de apellido Gutierrez, dan un golpe de estado y forman un gobierno de facto.  Se produce una rebelión popular en contra del gobierno militar y tres de ellos fueron asesinados, colgados y quemados.

[8] Alfaro Paredes Olmedo.  “El asesinato del General Eloy Alfaro”.  Cita en páginas 43 y 44, Editorial El Conejo.  Quito, Ecuador.  Enero 2012 (Primera Edición Marzo 1912).  En adelante se realizarán las citas directamente con las siglas OA y el número de página.

[9] Peralta José.  “Eloy Alfaro y sus victimarios”   Página 227.  Edición Segunda.  Corporación José Peralta.  Cuenca Ecuador.  1953.  En adelante se realizarán las citas directamente con las siglas JP y el número de página.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/170248
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