La supercarretera Nasco

04/06/2015
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El dominio geopolítico mundial que proyecta el Gobierno de los Estados Unidos (EEUU) para todo el planeta tiene entre sus prioridades la anexión de Canadá y México al territorio estadounidense, estableciéndose un entramado institucional que daría vida a lo que ya se le denomina Unión de América del Norte (UAN).

 

Con ello se pretende alcanzar una organización al estilo de la Unión Europea, para luego avanzar hacia la Federación de los Estados Unidos de la América del Norte, con la desaparición de las actuales entidades estatales de Canadá y México, que quedarían subordinadas al poder político de EEUU devenido en un centro federal de dirección.

 

 El antecedente más reciente de la programada UAN es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que entró en vigor el 1º de enero de 1994 y reforzó los vínculos de la economía, el comercio y las inversiones entre EEUU, Canadá y México. Diez años después ya se habían alcanzado los principales objetivos neoliberales del Tratado, en los cuales México cargó con la peor parte. Para sustituir el TLCAN, los Jefes de Estado de los tres países crearon la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN) en reunión que sostuvieron en Waco, Texas, el 23 de marzo del 2005

 

La ASPAN busca una “integración profunda” entre sus miembros y, lo que es más importante, incorpora un elemento militar. La nueva organización se estructura en dos Agendas: la Agenda de Prosperidad y la Agenda de Seguridad.

 

 Mediante la Agenda de Prosperidad se prevén normativas de mayor integración que las alcanzadas en el TLCAN. La Agenda de Seguridad tiene la impronta de los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre del 2001. Entre sus objetivos se destaca el interés de Washington por tender un perímetro de seguridad alrededor de toda la América del Norte y no solo en sus fronteras nacionales con México y Canadá.

 

 Principales componente de la Agenda de Seguridad de ASPAN lo constituyen el Comando Norte de Estados Unidos, el  Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD por sus siglas en inglés) y el Comando Sur de los Estados Unidos, que tiene su Cuartel General en la ciudad de Miami.

 

 La ASPAN daría paso a la Unión de América del Norte (UAN), que tendría el objetivo de conformar la plena integración económica de los tres países y una unión política y militar, todo lo cual se están llevando a cabo en absoluto secreto.

 

 Según analistas, ya se ha escogido la denominación de los ciudadanos de dicha Unión. Los hoy mexicanos, canadienses y estadounidenses serían todos: norteamericanos. También se avanza en el campo monetario. Especialistas aseguran que está definida y diseñada la divisa que sustituiría al peso mexicano, al dólar USA y al dólar canadiense. La nueva moneda se denominaría Amero y su entrada en circulación pudiera arruinar a quienes no se les cambiaran sus dólares USA por la nueva divisa.

 

 Como parte de la integración de América del Norte, se avanza en la creación de la infraestructura física territorial que le serviría de base. Al respecto se destaca la supercarretera denominada NASCO por sus siglas en inglés (North America's SuperCorridor Coalition).

 

La NASCO es una red de transportación multimodal de 4 mil Kilómetros de largo y hasta un Kilómetro de ancho, que se construye para unir Canadá, EEUU y México desde Alaska hasta la frontera sur mexicana colindante con Guatemala y Belice, con ramales que conectarían la costa Oeste con la del Este de ese inmenso territorio. La vía, que comenzó a proyectarse en 1994, incluye carreteras para autos y camiones, líneas de ferrocarril, oleoductos, gasoductos, cables de fibra óptica, redes de transmisión de energía eléctrica, entre otros medios, con el objetivo de garantizar el rápido y seguro traslado de personas, cargas, productos energéticos e información a lo largo y ancho de todo el territorio de la proyectada Unión de América del Norte (UAN).

 

 De esta forma, las materias primas que llegan desde Asia a los puertos de aguas profundas del litoral oeste de los tres países y destinadas a la gran industria, se trasladarían rápidamente hacia el centro continental y la costa este del territorio. Con la NASCO pudieran quedar como innecesarios, al menos para la UAN, el Canal de Panamá y el proyectado Canal de Nicaragua.

 

 El primer tramo de esta red trinacional es el Trans Texas Corridor, propuesto desde el 2002.  El itinerario arranca en la ciudad de Laredo, en la frontera con México. Un ramal se dirige a Houston para continuar hasta la frontera con el estado de Luisiana.  Otro ramal se dirige a la frontera del estado de Oklahoma, pasando por las ciudades texanas de San Antonio, Austin y Dallas. Aunque el órgano legislativo de Texas no ha aprobado el proyecto, que quedó en suspenso desde el 2011, la construcción del Corredor se ha iniciado en secreto mediante órdenes ejecutivas del Gobernador de Texas y utilizando el trazado de las carreteras ya existentes.

 

 Otro tramo de NASCO en franca construcción es el Keystone XL Pipeline, un oleoducto que trasladaría el petróleo desde el oeste de Canadá hasta Texas, desembocando en el Golfo de México a la altura de la ciudad de Houston. Con una extensión total de tres mil 500 kilómetros, atraviesa las provincias canadienses de Alberta, Saskatchewan y Manitoba y los estados de Dakota del Norte, Dakota del Sur, Nebraska, Kansas, Oklahoma y Texas, en territorio estadounidense.

 

 Entró en operaciones desde el año 2010 y ya se han construido dos de las cuatro fases planificadas. La tercera está en construcción y la cuarta y última está en manos del Presidente Barack Obama, quien ha vetado el proyecto ya aprobado por el Congreso. Obama aduce posibles afectaciones al medio ambiente que aún no han sido despejadas. Es de suponer que el veto presidencial es parte del forcejeo entre el poder ejecutivo y el legislativo donde las partes se disputan otros temas. Una vez aprobado el Keystone XL Pipeline por Obama, quedaría concluido una importante etapa inicial de la infraestructura base de la Unión de América del Norte.

 

 Por si fuera poco, NASCO está concebido para ampliarse, a requerimientos futuros, más allá del área espacial de la UAN integrándose al ya existente Proyecto Mesoamérica, mediante al cual, a su vez, se construyen elementos de infraestructura como carreteras, vías férreas, instalaciones portuarias,  aeropuertos y redes de trasmisión eléctrica, en todo el territorio de Centroamérica.

 

Grupo El Heraldo, 4 de junio 2015

 

https://www.alainet.org/es/articulo/170129

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