Agencias de desarrollo de Estados Unidos y Europa financian una nueva ola de colonialismo en la RDC

Agro-colonialismo en el Congo

02/06/2015
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El joven sacerdote Robert Bolenge no podría haber imaginado la pobreza que encontraría cuando llegó a su nuevo puesto en Yaligimba en el año 2002. El distrito se extiende en el corazón de las extensas plantaciones de palma aceitera de propiedad de Feronia Inc., en el noreste de la República Democrática del Congo.

 

“Nunca antes había sido testigo de tales sufrimientos”, dice Bolenge. “No podría haber imaginado que alguien podía trabajar tan duro, con un cesto amarrado a su espalda, cortando racimos todo el día y llevando a casa solamente 20 dólares al mes”.

 

Bajo la ocupación colonial belga (1908-1960), la tierra fue robada a las comunidades a todo lo largo del Río Congo para establecer plantaciones de palma aceitera. Actualmente, las comunidades han iniciado un decidido esfuerzo por recuperar sus tierras. Pero la compañía que actualmente ocupa sus tierras está expandiendo sus actividades con financiamiento de las instituciones financieras y bancos multilaterales más grandes del mundo– a pesar de que estas agencias se comprometieron a apoyar los derechos de los pueblos locales.

 

Un conflicto de tierras que se ha desarrollado a fuego lento durante 100 años en la República Democrática del Congo, desgarrada por la guerra, está a punto de desbordarse.

 

En nombre del “desarrollo”

 

Las instituciones financieras para el desarrollo fueron creadas por los gobiernos del norte para entregar financiamiento para proyectos de alto riesgo en los así llamados países en desarrollo. Su papel es proporcionar dinero público para inversiones privadas que de otra manera tendrían dificultades para obtener el capital para proyectos donde el impacto esperado en términos de alivio de la pobreza es alto.

 

Hoy estas instituciones controladas por los gobiernos proporcionan más de 100 mil millones a las compañías privadas que operan en los países en desarrollo, equivalente a casi dos tercios de la ayuda oficial al desarrollo. Una gran proporción de estos fondos están dirigidos a compañías que operan en el sector de la alimentación y la agricultura.

 

Los gobiernos del norte han equipado a sus instituciones financieras para el desarrollo con códigos y normas para protegerse contra la corrupción y las violaciones a los derechos humanos en los países que operan. Estas políticas están hechas para impedir que estas instituciones inviertan en compañías que acaparan tierras, violan los derechos laborales o se involucran en prácticas corruptas.

 

Entonces ¿cómo varias de las más prominentes instituciones financieras para el desarrollo del mundo se convirtieron en propietarias de Feronia Inc., una empresa de agronegocios canadiense que la gente de la RDC dicen que está ocupando ilegalmente sus tierras, sometiéndolos a trabajos horribles en las plantaciones y llevando a sus comunidades a la indigencia?

 

* Documento completo en PDF

https://www.alainet.org/es/articulo/170082
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