Máxima Disciplina y Máxima Lealtad
- Opinión
Estamos en una coyuntura crucial para la Patria. Nunca como hasta ahora, habíamos recibido ataques tan fuertes, que han pretendido ser letales, por parte de la oligarquía apátrida y del imperialismo norteamericano. Y los hemos superado con gran entereza y coraje, pero también debemos decirlo, aún no estamos a salvo; seguimos en gran riesgo.
Así debe asumirlo la militancia de nuestro Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y de todas las fuerzas políticas aliadas. Lo hemos dicho en otras oportunidades: es vital para la Revolución obtener una victoria electoral en las parlamentarias de este año, para garantizar que continuemos en paz y por la vía democrática construyendo nuestro socialismo bolivariano.
Hemos ido a la contienda en elecciones protagónicas y participativas cada vez que ha sido necesario, cumpliendo con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y hemos vencido en 18 de los 19 comicios que se han realizado en estos 16 años de Revolución Bolivariana. La victoria este año que nos llevará a consolidar la mayoría en la Asamblea Nacional, no puede ser cualquier victoria, debe ser contundente y arrolladora.
La oposición fascista se prepara, como en otras oportunidades, para desconocer los resultados, cantar fraude e intentar propiciar el caos y la desestabilización política, alegando que no hay separación de poderes que garanticen transparencia del sufragio. Por ello, debemos superarlos con creces no sólo numéricamente, sino cualitativamente en la suma de conciencias a la causa revolucionaria.
Frente a los sectores neofascistas que pretenden derrocar al Gobierno Bolivariano por la vía no democrática, debemos estar preparados todas y todos para, por cualquier medio y cualquier vía, no permitir que esta Revolución se frene y menos que retroceda. Y mientras más organizados estemos y más nivel de conciencia del deber social tengamos, más difícil le resultara al enemigo desviarnos de esta senda, la de continuar en paz.
Es ahora un asunto vital, reforzar la formación de nuestros cuadros tal y como lo hemos venido haciendo, pero también, elevar el nivel de conciencia de toda la población, más allá del partido. En ese sentido es necesario, recordar las Líneas Estratégicas de acción política de nuestra organización, planteadas por el Comandante Eterno Hugo Chávez.
La primera línea se refiere a la necesidad urgente de terminar de pasar de la cultura político-capitalista a la militancia socialista. Que cada uno de nosotros y nosotras, sea un verdadero militante socialista. Todavía hay dentro de nuestras filas, quienes quieren hacer política al estilo de la cuarta república, con clientelismo, egoísmo, individualismo. Aún hay quienes consideran que pertenecer a un partido es una oportunidad para obtener algo, un trabajo, un cupo, un cargo, un beneficio.
Debemos estar alerta con quienes no respetan los estatutos, los principios del partido; no practican la crítica y la autocrítica, sino la descalificación insana del gobierno y de la dirigencia, porque son elementos que buscan generar divisiones, fricciones y eso debemos combatirlo. Sabemos que hay algunos que quieren escindirnos, ponernos a pelear entre nosotros y no podemos permitirlo. Lesionar en esta coyuntura la unidad del partido, es poner en riesgo la continuidad de la Revolución Bolivariana. El PSUV terminará, sin dudas, de consolidarse como el partido de la militancia socialista.
Es el momento de reunificar, repolarizar y repolitizar nuestra vanguardia, para contrarrestar cualquier intento de fragmentación y para depurar lo que sea necesario depurar. Es el momento de máxima disciplina y lealtad a la Revolución, que es lo mismo que decir máxima lealtad al pueblo y al legado de Chávez.
EL PSUV va encaminado a convertirse en un auténtico partido del pueblo; dejar de ser la excelente maquinaria electoral que hemos sido hasta los momentos, para transformarnos en un partido en movimiento al servicio de las luchas del pueblo, de las luchas concretas de la sociedad, como señala nuestra segunda línea estratégica.
No podemos quedarnos en la teoría, tenemos que irnos a la lucha práctica concreta, en el campo de la batalla política, en cada esquina, en cada comunidad, junto al poder popular organizado. Debemos ser un partido en permanente movimiento, con trabajo diario y constante en todos los espacios.
La movilización debe superar la coyuntura electoral y convertirse en quehacer cotidiano. Ese es el partido que necesita la Revolución, un partido en movimiento en el ámbito político e ideológico; y en la práctica diaria, en la gestión. Es decir, la masa consciente en movimiento acelerado, nos asegura la fuerza transformadora necesaria, como nos dice el Comandante Chávez.
Debemos aprovechar esta campaña interna para, con las Esquinas Calientes, las visitas casa por casa, el cara a cara con la gente, calentar motores, acelerar el despliegue y cuando llegue la campaña formal, ya estemos fusionados socialmente con nuestros entornos.
La tercera línea estratégica nos indica que debemos convertir al Partido Socialista Unido de Venezuela en un poderoso medio de propaganda, de agitación y comunicación. En este punto hemos cosechado éxitos pero aún nos falta mucho por hacer.
Debemos ser grandes comunicadores y comunicadoras en nuestros barrios, en nuestras universidades, escuelas y liceos; en nuestros lugares de trabajo, en los sectores donde hacemos la labor sociopolítica.
Por ejemplo, con nuestras vecinas y vecinos, aunque no sean militantes del Psuv, ni de ninguna otra fuerza política aliada, podemos hacer algo muy sencillo, invitarlos a comentar un artículo de nuestro Semanario Cuatro F. Probablemente, alguna gente pueda decir que no, pero también puede que nos den una sorpresa, porque muchas personas están ávidas de leer, de analizar, de entender de mejor manera lo que está pasando en el país; o sea, de elevar su nivel de conciencia del deber social.
Con ello, damos también cumplimiento a la cuarta línea estratégica, al fortalecer el Poder Popular; convertir al pueblo en el sujeto histórico, en el protagonista. Siendo el Partido, tal como lo señala la quinta línea estratégica, el movimiento político conductor para la consolidación del Gran Polo Patriótico y el empoderamiento de los sectores populares.
Nos decía Chávez, y nos seguirá diciendo, para afianzar definitivamente la Revolución, es necesario articular armónicamente la teoría y la práctica revolucionaria, en el ejercicio de la gestión política y la gestión de gobierno. Eso nos debe llevar, de aquí al 2019, a darle el mayor cumplimiento a las metas trazadas en el Plan de la Patria. De esa manera dejaremos evidencia en la realidad concreta y no en el papel, que estamos cumpliendo con el legado de Chávez y acelerando verdaderamente la marcha hacia el Socialismo Bolivariano.
Por lo tanto, el mayor compromiso sigue siendo poner en práctica y tener presentes estas cinco Líneas Estratégicas, introducirlas en nuestra planificación de las tareas diarias, sea cual sea el espacio en el que estemos dando la batalla por nuestro Socialismo, por la Patria buena que Chávez nos legó, con la certeza y la convicción de que, mucho más temprano que tarde, llegaremos al punto de no retorno de nuestro proceso libertario.
Barinas, domingo 17 de Mayo de 2015.
@Adan_Coromoto
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