No nos asombra este fallo judicial ya que conocemos la arbitraria sentencia impuesta contra los cinco antiterroristas cubanos por un tribunal de Miami, afortunadamente y por la presión internacional ya en la Patria.

Esta vez, nuevamente el poder judicial de Estados Unidos, absuelve a un policía blanco que asesina a un negro. este arbitrario fallo que mancha una vez más al Poder Judicial y no hace más que apoyar el que policías blancos continúen asesinando a jóvenes, por el delito de ser negros. Esta nueva forma de linchamiento nos recuerda al KKK y los años posteriores a la “Reconstrucción”. No es el primer negro asesinado por un policía blanco en Estados Unidos este año, ni desgraciadamente será el último de la larga cadena de ejecuciones extrajudiciales de la policía norteamericana contra sus conciudadanos negros.

El adolescente Michael Moore fue asesinado en Ferguson por un policía blanco (Darren Wilson) que resultó absuelto. Eric Garner fue estrangulado por un policía blanco (David Pantaleo) en Nueva York que también fue absuelto por un jurado de Staten Island; El 2 de noviembre otro niño negro de 12 años, Tamir Rice, que portaba una pistola de juguete fue asesinado por un policía en un parque de juegos en Cleveland; Akai Gurley afroamericano de 18 años fue ultimado por un policía blanco; otro adolescente negro Trayvon Martin de 17 años también murió a manos de un policía y Obama el presidente mestizo pide calma.

En la ciudad de North Charleston, Carolina del Sur, en un video grabado por un testigo se puede observar cómo el agente de policía dispara ocho veces y asesina a Walter Scott hombre afroamericano que huye, informa ‘The New York Times’.

Continuando la ola de asesinatos extrajudiciales, Fred Gray de 25 años moría bajo custodia policial, en Baltimore, después de ser arrestado y gravemente herido. Ante los disturbios posteriores al entierro del joven, el gobernador ordenó el toque de queda a partir de las 10 de la noche, concentró 2000 guardias nacionales, 400 policías y otros refuerzos para controlar los disturbios que seguramente traerán más detenidos, heridos y posibles muertos; pero que no podrán resolver el problema de la discriminación racial contra negros y latinos en Estados Unidos.

No debemos olvidar que lo fundamental del racismo se traduce en insuficiente atención médica, alto índice de desempleo, educación inferior y vivienda inadecuada.

En realidad actualmente la llamada línea Mason-Dixon no existe; pues los hechos demuestran que existe racismo tanto en el norte como en el sur de la línea, que policías tanto al norte como al sur de la línea asesinan negros impunemente.

El responsable de Derechos humanos de Naciones Unidas, expresó, con palabras diplomáticas “su preocupación por el desproporcionado número de jóvenes afroamericanos que están muriendo en enfrentamientos policiales en Estados Unidos”.

El racismo en Estados Unidos, una vieja historia

La historia del racismo en Estados Unidos se remonta a los inicios de la independencia, James Monroe quinto presidente de USA; como gobernador de Virginia durante su primer mandato, dirigió la represión contra la rebelión antiesclavista de Gabriel Prousser, esclavo que fue ahorcado junto a sus 2 hermanos y 24 compañeros.

Sabemos que posterior a la elección del decimonoveno presidente de Estados Unidos, Rutherford Hayes, la discriminación se amplió a los estados del norte extendiéndose a comienzos del siglo XX a: Nueva York, Boston, Detroit etc...

Después de la guerra civil los estados del sur, resentidos por su derrota durante la guerra civil sancionaron una variedad de leyes para discriminar a ciudadanos negros. El fenómeno se conoce como la "reconstrucción", hacia el final de la esclavitud y la Reconstrucción, el racismo en Estados Unidos era un fenómeno cotidiano. La Corte Suprema de los Estados Unidos aprobaba la separación racial bajo la máxima, separados pero iguales, pero en la práctica no era frecuente que se diese el, pero iguales.

Según las conservadoras estimaciones del Tuskegee Institute, entre 1889 y 1940 se linchó a 2.833 personas, el 80% eran afroamericanos; el 90% de las cuales en los estados del sur. Según James Forman desde la emancipación hasta 1968 fueron linchados públicamente más de 6.000 negros. A menudo no era necesario que la causa fuera un crimen, como dijo apropiadamente Emmet Till para que los negros no se insubordinasen como fundamento. En 1939 se produjeron tres linchamientos y una encuesta en el sur mostró que seis de cada diez blancos aprobaban la práctica de los linchamientos.

Las leyes de Jim Crown, fueron unas leyes estatales y locales en los Estados Unidos promulgadas entre 1876 y 1965, que asignaban la segregación racial en todas las instalaciones públicas por mandatos de iure bajo el lema “separados pero iguales" y se aplicaban a los estadunidenses negros y a otros grupos étnicos no blancos en los Estados Unidos. En realidad, esto llevó a que el tratamiento y los alojamientos fueran por lo general inferiores a aquellos asegurados para los blancos estadounidenses, sistematizando un número de desventajas económicas, educativas y sociales. La realidad era que las oportunidades educativas, de empleo, de vivienda, y económicas no eran iguales, por ejemplo, escuelas públicas de blancos recibían más dinero y nuevos útiles, mientras las escuelas de negros recibían el mínimo dinero posible.

En 1954, algunos ejemplos de las leyes de Jim Crow fueron la segregación en las escuelas públicas, lugares públicos, transporte público y la segregación de baños y restaurantes, también existían fuentes de agua potable para los blancos y para los negros. El ejército estadounidense también fue segregado. Las leyes de Jim Crow fueron derivadas de los códigos negros (1800-1866), que también habían limitado los derechos civiles y las libertades civiles de los afroamericanos además de las restricciones al derecho al voto solo se pusieron fin, teóricamente, en 1965.

Se utilizó el artilugio de segregación, al no poder eliminar los derechos de los negros, que eran garantizados en la constitución, su usó permitió que fuese legal por muchos años la idea de "Separados pero Iguales". Esta ley mantuvo su legalidad hasta que en 1954 la Corte Suprema de Estados Unidos falló a favor de Brown contra la Junta de Educación, por el que ordenaba que las juntas escolares debían abolir la segregación con la mayor celeridad, al decidir que educación pública segregada no era igual y por lo tanto la segregación en escuelas públicas era ilegal, anulando el fallo de 1896 en que la Corte Suprema ratificaba la segregación. No obstante diez años después de este fallo el 96% de los niños y niñas negras seguían asistiendo a escuelas segregadas.

Los motines raciales fueron comunes a principios del siglo XX en los Estados Unidos. La Masacre de Rosewood fue un conflicto violento, racialmente motivado, que tuvo lugar durante la primera semana de enero de 1923 en el Condado rural de Levy, Florida, Estados Unidos. Al menos seis personas negras y dos personas blancas fueron asesinadas y el pueblo de Rosewood fue abandonado y destruido durante lo que fue caracterizado como un disturbio racial. Rosewood era un lugar tranquilo y predominantemente negro. Incitado por acusaciones sin fundamento de que una mujer blanca en la localidad cercana de Sumner (una comunidad no incorporada en el Condado de Levy) había sido golpeada y posiblemente violada por un negro trotamundos, hombres blancos de pueblos cercanos lincharon a un residente de Rosewood. Cuando los ciudadanos negros se defendieron contra más ataques, algunos cientos de blancos realizaron una batida en la campiña cazando a personas negras y quemando casi todas las estructuras en Rosewood. Los sobrevivientes se escondieron por varios días en pantanos cercanos y fueron evacuados por tren y en coche a ciudades más grandes. Aunque las autoridades estatales y locales estaban enteradas de la violencia, no hicieron ningún arresto. Los descendientes y los perpetradores se mantuvieron en silencio acerca de Rosewood por décadas. Aunque los disturbios fueron ampliamente difundidos a lo largo del país, pocos registros oficiales documentaron el evento. Sesenta años después de los disturbios, la historia de Rosewood fue reavivada en los principales medios de comunicación cuando algunos periodistas lo cubrieron a principios de los años '80.[1]

Después de la Segunda Guerra Mundial y en especial con posterioridad a la presencia en la ONU de líderes negros se incrementa la lucha.

A fines de los años 50 fueron linchados, Emmet Till de 16 años en Money, Mississippi y Charles Mack Parker, en Ploparville, Mississippi.

Cuando la crisis de integración escolar en Little Rock, Arkansas, en 1957, recordamos la imagen de nueve jóvenes en su mayoría negras, caminando entre los aullidos de turbas vociferantes de blancos racistas.

El asesinato de Medgar Evers en junio de 1963, gozó de impunidad bastante tiempo; su asesino, Byron de la Beckwith fue juzgado en dos ocasiones sin éxito, finalmente ante la presión popular fue condenado.

Billie Holiday, cantante afroamericana, se hizo mundialmente famosa por la canción “Strange fruit”. Compuesta y escrita por Abel Meeropol, esta canción fue una de las obras de arte que predicó con más fuerza en contra de los linchamientos en los estados del sur de los EE. UU. y uno de los primeros lemas del movimiento por los derechos civiles estadounidense. La expresión Strange Fruit [2]se estableció como símbolo de los linchamientos.

Billie Holiday, tras pasar una triste juventud, en 1939 ya había grabado con Count Basie, Teddy Wilson y Artie Shaw y vendía muy bien. A sus 24 años se iniciaba en el café society, cuando en un hotel de Nueva York, que tenía el apropiado nombre de Abraham Lincoln, la obligaron a usar el montacargas. Había estado en su vida incontables veces expuesta al racismo. Su padre murió en 1937 porque todos los hospitales se negaron a tratar a un afroamericano. Ella dijo a este respecto: No le mató la neumonía, le mató Dallas.

No olvidemos a la cantante Bessie Smith, que producto de un accidente automovilístico se desangró en la camilla de la ambulancia, porque le negaron el ingreso en hospitales para blancos, esto ocurrió en el estado de Mississippi.

El asesinato en el condado de Neshoba en Mississippi en junio de 1961, de los trabajadores por los derechos civiles: James Chaney, Andrew Goodman y Michel Schwerner.

El tristemente célebre Domingo Sangriento -7 de marzo de 1965- en Selma, Alabama donde un pacifica manifestación por el derecho al voto de los afronorteamericanos fue reprimida violentamente.

La masacre de Greenborow el 3 de noviembre de 1979, donde fueron asesinados 5 activistas de derechos civiles con la complicidad de la policía. A resultas del tiroteo fueron detenidos 40 neonazis implicados en el tiroteo, solamente 16 fueron arrestados y de estos 6 llevados a juicio, los que fueron absueltos por un jurado integrado por blancos.

La golpiza por la policía a Rodney King en 1992, los 4 policías fueron absueltos por un jurado integrado solamente por blancos.

No se detendrán las racistas, en marzo del 2015, en Madison, Wisconsin era nuevamente asesinado, a manos de un policía blanco un joven negro de 19 años desarmado. Su nombre Anthony Robinson. El policía, nombrado Matt Kenny quien en julio de 2007 había matado en circunstancias similares a Ronald Brandon y había sido exonerado de cargos.

Todos sabemos que a pesar de ser una minoría, los negros y mestizos conforman la mayoría de la población penal en Estados Unidos que con el 8% de la población mundial tiene el 25% de la población penal del planeta. Este año 2015 fue liberado de la prisión Ricky Nelson un negro de 59 años, que sufrió 40 de injusta prisión, por un fallo judicial, Él había sido condenado, a muerte, en 1975 cuando tenía 18 años; posteriormente se rebajó a cadena perpetua por cuestiones de índole constitucional.

Como podemos observar, ni siquiera la elección de un presidente cuyo padre es oriundo de Kenia ha impedido que se sigan matando negros impunemente en el llamado paraíso de la democracia. El asunto no es coyuntural, es sistémico; el sistema legal garantiza la impunidad de los encargados de aplicar la ley… racista.

Debemos señalar además que la Unión Americana de las Libertades Civiles (ACLU en inglés) ha revelado que cientos de norteamericanos con discapacidad son asesinados anualmente por la policía.

El mayor general Antonio Maceo y Grajales, lugarteniente del Ejército Libertador expresó: Mendigar derechos es propio de cobardes que no sabrán ejercerlos, los derechos se conquistan al filo del machete.

- Silvio Castro Fernández, intelectual cubano, miembro de la Comisión Aponte la UNEAC y activista contra el racismo y la discriminación.