Los azotes del extractivismo sin responsabilidad social
- Opinión
Cambio climático, calentamiento global del planeta, capitalismo expoliador neoliberal salvaje, informalidad depredadora de la naturaleza e ilicitud destructora de personas, honras e instituciones, son los cinco principales azotes contemporáneos contra los derechos de las comunidades. En el Perú y buena parte de América, los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (Desca), están siendo violados por las industrias extractivas formales e informales, lícitas como ilícitas en la costa, la sierra y la amazonia, pero particularmente en las zonas fronterizas que generalmente están olvidadas por el Estado, el mercado, la sociedad civil y los políticos.
El agua, los bosques, la biodiversidad, la alimentación, la salud, las culturas y los derechos territoriales son los primeros en ser afectados por las actividades neoliberales lícitas aunque salvajes que se llevan a cabo sin las vallas socio-ambientales y culturales que son indispensables para ser un país “desarrollado” y miembro de la OCDE. La situación es peor y con mayores impactos en el caso de las actividades informales y/o ilícitas. En países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelandia, Japón y la mayoría de los países europeos no se pueden realizar actividades extractivas y productivas que no cumplan con las siguientes condiciones:
- No cumplan leyes y reglamentos, hagan cabildeo previo y compren congresistas, funcionarios y dirigentes.
- Promuevan e impulsen inversiones en cabeceras de cuenca, sin remediaciones ni compensaciones a la población local.
- Realicen actividades de exploración y explotación en áreas naturales protegidas, zonas de amortiguamiento y sitios Ramsar (lugares frágiles con fauna endémica).
- Se instalen en zonas en las que no ha habido previamente ordenamiento territorial y estudios de impacto ambiental.
- Que los proyectos sean formulados por tecnócratas, consultores, funcionarios, ONGs y científicos, sin la participación y consulta verdadera con los pobladores afectados, directos e indirectos (elaborados con metodología 4x4, es decir 4 expertos entre 4 paredes, sin la gente).
- Se invierte y desarrollan los proyectos sin respetar la ideosincracia, costumbres y cultura de los afectados.
- Que no usen mano de obra local y violenten los usos y costumbres de las zonas en la que incursionan, como son las culturas culinarias, los patrones comunitarios, etc. y que tampoco distribuyan en la comunidad.
En el Perú durante 10 o 12 mil años de diversas civilizaciones hemos sido marítimos – los más de 900,000 km2 que la pareja presidencial, una parte de los “nacionalistas” y y la derecha gritona quieren cercenar con la firma de la Convemar -, fluviales, lacustres, agrícolas, pecuarios, forestales, biodiversos, multiculturales y también minero metálico y no metálico, pero no exclusivamente mineros como se nos quiere hacer creer y se nos impone actualmente desde afuera y arriba. En general, hasta la llegada de los europeos a nuestras tierras, la minería no fue en el Perú y los países andino-amazónicos una actividad económica. La que se realizaba se hacía respetando la Pachamama y sobre todo la Yacumama, las fuentes de agua.
Como todos sabemos, las fuentes de agua, la depredación de los mares y la tala indiscriminada de bosques son el centro de los conflictos socio-ambientales actuales y de los próximos años. En este debate, es indispensable ampliar el concepto “depredador neoliberal salvaje” o extractivista que no sólo es minero-petrolero-gasífero, sino también pesquero, forestal, industrial y de construcción de grandes infraestructuras sin evaluaciones ambientales estratégicas, ordenamiento territorial y zonificación ecológica-económica.
Nuestras empresas mineras – también las petroleras, de gas y otras industrias extractivas -, incumplen los principios que varias de ellas, agrupadas en el Consejo Mundial de Minería y Metales firmaron en 2002
¿Existe extractivismo responsable en el Perú, es decir empresas con responsabilidad social y ambiental? ¿Actualmente o en el futuro cercano habrá minería y extractivismo responsable social, ambiental e institucional? Tengo serias dudas, más aún con el gobierno actual que promulgó el 11 de julio del año pasado la Ley 30230 que baja las vallas ambientales, incluyendo el desmontaje y ninguneo del Ministerio del Ambiente (Minam), dizque para promover las inversiones. Es así como:
- Bajo el pretexto de prevenir y corregir de “conductas infractoras” se le rebaja a los infractores el 50% de las multas que aplica la OEFA durante 3 años.
- Se le sustrae al Minam – a través del Sernanp -, la función de determinar las áreas naturales protegidas, dejando la decisión al Consejo de Ministros.
- Se rebaja de 85 a 45 días el plazo para que el sector respectivo y no el Minam de su aprobación a los EIA y de no ser así el funcionario respectivo será sancionado.
- La zonificación económica ecológica y el ordenamiento territorial que se define como un proceso “técnico y administrativo” no significa que “asigne usos ni exclusiones de uso”.
- Los estándares de calidad ambiental (ECA) y los Límites Máximos Permisibles (LMP) que eran definidos por el Minam, ahora deberán ser refrendados “por los sectores vinculados” a la inversión a realizar.
Nuestras empresas mineras – también las petroleras, de gas y otras industrias extractivas -, incumplen los principios que varias de ellas, agrupadas en el Consejo Mundial de Minería y Metales (ICMM, por su sigla en inglés) firmaron en 2002. Esto se incumple en un país como el Perú en el que el actual gobierno es “neoliberal converso” y depredador compulsivo con “pilotos de bombardero” como ministros a los que no les interesa lo que pasa con la población de abajo y adentro, sino cumplir con los dictados de los de arriba y afuera.
Los principios aprobados y suscritos en mayo del 2003 , tomaron como base nada menos que el concepto de desarrollo sostenible sugerido por la Comisión Brundtland, es decir: “es el desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades”. Para el ICMM esto significa que las inversiones deben ser “financieramente rentables, técnicamente apropiadas, ambientalmente consistentes y socialmente responsables”. Los principios aprobados hace 11 años y que pocas empresas respetan en nuestro país son los siguientes:
- Implementar y mantener prácticas éticas de negocios y sistemas sólidos de gobierno corporativo.
- Integrar los temas de desarrollo sustentable al proceso de toma de decisiones de la empresa.
- Apoyar los derechos humanos fundamentales y el respeto por culturas, costumbres y valores, en la relación con los empleados y otros grupos afectados por nuestras actividades.
- Implementar estrategias de gestión de riesgo basadas en información válida y una sólida base científica.
- Buscar el mejoramiento continuo de nuestro desempeño en salud y seguridad.
- Buscar el mejoramiento continuo de nuestro desempeño ambiental.
- Contribuir a la conservación de la biodiversidad y a enfoques integrados de planificación territorial.
- Facilitar y estimular el diseño, uso, reutilización, reciclaje y disposición responsables de nuestros productos.
- Contribuir al desarrollo social, económico e institucional de las comunidades situadas en nuestras áreas de operación.
- Implementar con nuestras partes interesadas mecanismos de información, comunicación y participación que sean efectivos, transparentes y verificables in
El ICMM se fundó en 2001 para actuar “como catalizador de un mejor desempeño en la industria minera y metalúrgica”. Agrupa a 18 empresas grandes y 30 asociaciones mineras nacionales y regionales. Se creó para “atender los principales retos en materia de desarrollo sustentable que enfrenta esta industria” y su visión es que “las empresas colaboren entre sí y con otras empresas a fin de contribuir al desarrollo sustentable”. Las grandes empresas conformantes son: Alcoa, Anglo American, AngloGold, BHP Billiton, Freeport-McMoRan Copper & Gold, Mitsubishi Materials, Newmont, Nippon Mining & Metals, Noranda, Pasminco, Placer Dome, Rio Tinto, Sumitomo Metal Mining, Umicore y WMC Resources.
La pregunta que nos hacemos es: ¿tan difícil puede ser cumplir con estos principios?
- Hugo Cabieses Coordinador del CIDDH
Fuente: Ideele Revista Nº 248
http://revistaideele.com/ideele/content/los-azotes-del-extractivismo-sin-responsabilidad-social
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