Estrategia y táctica de la derecha para el Ecuador

12/04/2015
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Análisis
 bandera ecu
-A +A

Con gran velocidad el Imperio rediseñó su guerra silenciosa para recuperar y derrotar a las nuevas democracias en América Latina. No abandonó el viejo estilo del garrote y la zanahoria, ni aquel de los golpes (exitosos en Paraguay, Honduras, fracasados en Venezuela y Ecuador).

 

Para Ecuador está afinando el programa desestabilizador, entusiastamente compartido por la derecha de nuevas caras (Rodas), la ultra izquierda eterna cómplice y sectores de la izquierda irresponsable y resentida.

 

Sin caer en la paranoia de la gran conspiración, pero estando muy atentos al trabajo orquestado desde fuera y desde dentro, el programa basado en 5 puntos que no incluye el golpe de estado en este momento, aunque no hay que descartar a ningún judas que se preste a ello, como lo llama el Presidente Correa, que venda a la Revolución ciudadana por 30 monedas o algunos millones de dólares.

 

La Estrategia

 

Uno: convertir la figura del líder en dictador. El dirigente que remplaza en la práctica, a la perdida institucionalidad de 30 años de neoliberalismo, con su fuerza personal y capacidad de dirección, se vuelve el objetivo principal. Es fácil llamarlo dictador “por sus actitudes” por sus maneras o por errores reales o inventados.

 

Es una gran irresponsabilidad convertir la lucha democrática en una lucha contra la “dictadura”. Esto justifica la resistencia y la insurgencia en las mentes febriles y en las románticas de las juventudes, o peor aún en militares y policías. Cuidado, “abajo la dictadura” en plena democracia es la peor consigna contra la propia Democracia.

 

Dos: generar pánico con la “crisis económica”. Alza de precios con argumentos ficticios. Rumores de escasez en mercados populares, supermercados de la nueva clase media ascendente. Rumores de recortes en las pensiones y mucho trabajo de desinformación dirigido a jubilados de la Fuerza Armada. Éstos por tradición tienen sus parientes entre los activos y se vuelve un elemento complejo de manejar para la estabilidad democrática. Otro tema del mismo tenor es la supuesta escasez de medicinas o el maltrato en los hospitales públicos o centros escolares.

 

Tres: crear sensación de inseguridad. Las estadísticas demuestran lo contrario, sin embargo se magnifica un crimen de manera desmedida (sin desmerecer la tragedia que significa); organizaciones con pañuelos y globos blancos “contra la violencia”, o la lucha por los desaparecidos, justa y que compartimos, pero que se va convirtiendo en un símbolo que pretende emular a las Madres de Mayo, o a los padres de los chicos de Ayotzinapa. Nuevamente, la tragedia de perder a un ser querido y peor aún, desaparecido, es inenarrable, pero convertirlo en una bandera política es inexcusable. A la vez que se clama por más seguridad se critica el gobierno controlista que pone ojos de águila por todos lados y “coacta las libertades.”

 

Cuatro: las autonomías se vuelven un instrumento de separatismo sobre todo en la Amazonía. Cuidado con las insurgencias que allí se preparan a nombre de la autonomía y los inalienables derechos ancestrales. Sin quitar derechos hay que estar muy atentos a esto. Por otra parte algunos municipios usan en nombre de esta autonomía buscan restar fuerza a la construcción del Estado democrático.

 

Cinco: generar división y fomentar la corrupción en la estructura y el partido del gobierno. Separar a los eficientes de la figura presidencial, generando desconfianza y acusándolos de iniciar la carrera de delfines electorales en futuro cercano. Muchos o muchas se prestan y se ilusionan con el delfinato; otros se ven envueltos sin tener otra responsabilidad ni ambición que servir mejor.

 

La táctica: entre el chanel y la molotov

 

Uno: utilización de los medios de comunicación y de las redes sociales para establecer la mentira de manera sistemática. Campaña mediática nacional e internacional (recordar que CNN ya estaba en Sarayaku esperando recoger cadáveres, como hace en Venezuela). Campaña de las redes sociales vulgarizando, desprestigiando mintiendo y, ojo, convocando, organizando.

 

Dos: calentar la calle. Movilizaciones, grupos provocadores mezclados entre ciudadanos honestos; organizaciones infiltradas o creadas por la CIA; preparación de grupos delincuenciales, listos para el “saqueo” de mercados y supermercados; incorporación de los jóvenes de clase media y clase media alta para hacerles creer que ellos son los que dirigen la lucha contra “la dictadura” con la esperanza de tener algún muerto de estos sectores que hace mucho más ruido que “los nadie”.

 

Tres: aprovechamiento de las debilidades y fragilidad del Movimiento de gobierno. PAÍS aparece más conservador que el propio gobierno, cuando debería ser la radicalidad del Movimiento. Ha tomado actitudes oportunistas y antidemocráticas sobre todo en algunas provincias.

 

Cuatro: reclamo de Libertades Democráticas, que existen pero se reclama dando la impresión de que han desaparecido. Convencen a los jóvenes y a sectores de la ciudadanía de que la ley de comunicación coacta en lugar de servir al ciudadano.

 

Cinco: movilizar militares retirados ligados a partidos de derecha. Trabajo dentro de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, con reclamos absolutamente falsos unos y verdaderos otros. ¿Cuáles son los verdaderos? La pérdida de los privilegios y el haber sido desplazados como Espada de Damocles y “garantes de la Democracia” rol histórico asignado desde el primer cuarto del siglo pasado por el Imperio.

 

Seis: organizar policías paralelas a cargo de los municipios.  Romper con el mando único de la policía, la rectoría del Ministerio del Interior y generar cuerpos paralelos que con facilidad se vuelven guardias blancas o guardias pretorianas de los alcaldes primero, y de los “capos narcos” posteriormente.

 

Siete: Con esta misma táctica y jugando en pared, para usar el lenguaje futbolístico, fortalecer la ocupación territorial vía el microtráfico. Ello facilita la corrupción de abajo hacia arriba y genera las condiciones para la desmembración del estado y la infiltración en todas sus estructuras. (Ver tragedia mexicana y en menor medida la peruana, el más puro neoliberalismo sin antifaz). Por ello la lucha contra el microtráfico es defensa de la Soberanía Nacional.

 

Ocho: desarrollar trabajo de autonomías principalmente en la Amazonía. El separatismo y la confrontación de baja intensidad con pocos muertos y mucha movilización. Las consultas populares deben ser hechas con seriedad. Se debe responder a los compromisos. La estrategia del separatismo es peligrosa, la ex Yugoeslavia, Ucrania, Siria, Libia, el intento en Bolivia, son algunas muestras.

 

Nueve: muy importante y repito aunque ya se mencionó, incorporación de jóvenes de la burguesía a las acciones violentas.

 

Se abre una nueva etapa de lucha en defensa de la democracia. No debemos dejarnos arrinconar. La Cumbre de las Américas ha demostrado que tenemos la razón y la fuerza de la ciudadanía, pero palmeras el domingo, tortura y balas el viernes. Hemos aprendido la lección. Hay que cuidar lo avanzado, nada es irreversible, esto nos muestra la historia.

 

10 de abril 2015.

https://www.alainet.org/es/articulo/168902
Suscribirse a America Latina en Movimiento - RSS