Mantener el poder cueste lo que cueste

23/03/2015
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En México enfrentamos una severa crisis sistemática de violación a las garantías individuales de los ciudadanos, de todos niveles sociales y en todos los apartados, incluido, incluso, por representantes del Estado mexicano.

 

Al más puro estilo del partido político en el poder --el PRI-- y su dictadura perfecta que en años pasados calificara el escritor Mario Vargas Llosa y que más tarde se plasmará en cintas fílmicas como "Todo el poder" y la identificada como "La dictadura perfecta": mantener el poder cueste lo que cueste.

 

En nuestro país pueden desaparecer 43 estudiantes normalistas y en su búsqueda, aparecer 63 cuerpos en un crematorio que hasta la fecha se sabe a qué personas corresponden; o encontrase con una transnacional que secuestró a más de 60 indígenas tarahumaras que los obligaba a trabajos sobrehumanos a cambio de nada.

 

O simplemente intentar ingresar a la zona centro de nuestra ciudad capital y encontrarse con la negativa de hacerlo, so pretexto de llevarse a cabo la filmación de una película de la saga estadunidense James Bond, el Agente 007; de todo hay.

 

Uno de los asuntos más delicados que hay en la historia reciente --sin menoscabo de los anteriores y de una lista muy grande existente-- es sobre la libertad de expresión y el derecho a mantenerse informado.

 

El cese de la periodista Carmen Aristegui de MVS Radio es por demás elocuente para quienes participamos en este oficio, sobretodo para el auditorio que todas las mañanas se mantenían en la frecuencia del 102.5, que, por cierto, es la primera en el cuadrante de la Frecuencia Modulada (FM), en nuestro país.

 

La revelación que hace Jenaro Villamil en el legendario semanario Proceso abona a la reflexión. MVS censuró el pasado 9 de noviembre pasado, la investigación periodística que descubrió la mansión, conocida como la Casa Blanca, que entregó Grupo Higa a la familia Peña Nieto.

 

Pero no hay que olvidar que la empresa obtiene una concesión del Estado mexicano para explotar el espectro radial, entre ellas, la frecuencia 102.5 de la FM, y otras más. Por ende, su uso es regulado por los entes públicos, para el bien social, es decir, por el Estado.

 

Esta combinación, donde el Estado mexicano interviene para cesar a una periodista, que por decir lo menos es la más confiable de nuestros tiempos; y al mismo tiempo emite y administra un permiso para que un particular explote uno de sus bienes, pone en la indefensión al auditorio.

 

Sin duda, este diferendo donde se encuentra el interés de la sociedad a estar informada e intervienen actores como la periodista, la empresa y el Estado mexicano, se suma a la serie de atropellos que día a día los ciudadanos en el territorio mexicano aplastan en sus derechos fundamentales.

 

Un equipo de periodistas que se les reconoce velar por el derecho fundamental de la libertad de expresión, se le debe premiar, reconocer y respetar; más no intentar coartar, pisotear o  desprestigiar, mi solidaridad total desde la academia, pero en especial desde la sociedad.

 

Si esto sucede con Aristegui y su equipo, me resisto a pensar qué atrocidades pueden recibir los colegas en entidades como Veracruz, Guerrero, estado de México, Tamaulipas, entre otros, donde a parte del ingrediente Estado mexicano, se suma el factor: narcotráfico.

 

Punto Cero

 

Durante años colaboré con Carmen Aristegui Flores y nunca, ni por equivocación, recibí alguna insinuación u orden de cambiar una sola coma o punto a los trabajos periodísticos exhibidos; mis expresiones fueron respetadas y los trabajos de investigación periodístico fueron galardonados.

 

José Víctor Rodríguez Nájera

Periodista mexicano / @JoseVictor_Rdz

https://www.alainet.org/es/articulo/168387
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