La creatividad afrodescendiente en el Carnaval

Jesús Chucho García

14/02/2015

Opinión

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El carnaval del espacio Caribe y de las Américas es la expresión festivo pecaminosa donde se encontraron todas las culturas, siendo la presencia africana el motor danzario y percutivo que dinamizó como un huracán el cuerpo colectivo de nuestros pueblos.

La fiesta callejera es el lugar de encuentro donde se superan las diferencias sociales y castas, pese a que muchas han sido mercantilizadas para seguir marcando distinción y derrochar opulencia. Pero hoy no abordaremos ese factor sino el carnaval como reafirmación de la diáspora africana en los componentes de esta fiesta. En Cuba indudablemente el carnaval de Oriente y de La Habana se demuestra la creatividad de origen africano en las comparsas Congas (Origen de la etnia Kongo/Angola/Congo) y la Comparsa Carabalí (del viejo Calabar Nigeria). De ese carnaval se genera la Conga como genero musical que grandes músicos virtuosos como Ernesto Lecuona compuso un clásico de la música cubana titulado la Comparsa. Pero en esa comparsa se encuentra la llamada trompetica china, que llega por la vía de la migración forzada de miles de chinos trasladados a Cuba para sustituir el trabajo esclavizado que hacina los africanos. El movimiento telúrico de esta comparsa es marcado por Quintos, Congas, Tumbadoras, Bombos "Galleta", Campanas, Sartenes, Chequerés.

Bahía un Carnaval para el decenio afrodescendiente

En el carnaval de Brasil, donde la presencia africana y proceso continuo de creatividad surgida de las favelas, marcaron el rumbo de la alegría de los cuatro días festivo que muera al llegar la tristeza con el miércoles de ceniza. Hoy es conocido mundialmente el Carnaval de Rio de Janeiro, pero existe el Carnaval de Bahía totalmente reivindicando la presencia africana y está dedicado al decenio afrodescendientes (2015/20024) designado por la ONU. La diferencia con el Carnaval de Rio es que son los mismos afrobahianos que están controlando económica y simbólicamente su Carnaval. Reivindican la mpuita y los batuques o tambores de origen congos y yoruba, así como la espiritualidad ancestral africana.

La otra expresión creativa del Carnaval es la isla de Trinidad y Tobago con la maravillosa creación del calipso que nace de los desechos de los barriles de petróleo para dar paso a los tambores de acero o mejor conocido como Steel Band que acompañan las comparsas llenas de creatividad e irreverencia estética en esa hermosa isla.

New Orleans, Estados Unidos, donde el Carnaval lo llaman Mardi Gras (martes gordo), es la tercera referencia mundial del Carnaval. Aquí desfilan por los barrios lujosos como Saint Charles, el French quarter y la calle Borbon comparsas con trajes típicamente europeos y uno que otra carroza de remembranzas africana endulzadas salpicadas de jazz callejero. Pero en New Orleans existe el otro Mardis Gras. Se trata del Mardis Gras Black Indian (afro-indígena) donde lejos de los sectores dominantes en los barrios afrodescendientes empobrecidos se da el encuentro tradicional entre los afrodescendientes y los indígenas recordando las alianzas antiesclavistas en la época de la colonia, ejecutando panderos y danzas tradicionales. Estas danzas son gestuales y con trajes de los primigenios indígenas del Estado de Louisiana.

Por ultimo indudablemente tenemos nuestro Carnaval del Callao, ubicado en el estado Bolívar donde se asentaron migraciones procedentes del Caribe anglo y francoparlante bajo el sonido del calipso. El vestido de las madamas, el medio pinto y sobre todo el creole que se habla en esa ciudad es un acto extraordinario de conservación de la presencia africana que llego atraída por la explotación minera extractiva del oro y tener diente de oro es parte de esa tradición que también observamos en los afro-indígenas de New Orleans. Definitivamente el Carnaval es la más alta expresión FESTIVA del cimarronaje africano en las Américas y el Caribe

https://www.alainet.org/es/articulo/167571