La crisis orgánica del sistema capitalista
El terror del fundamentalismo islámico abre fuego real contra el sofisticado humorismo francés
07/01/2015
- Opinión
Las culturas se mezclan de manera trastornada cuando se les somete a la política, sobre todo en sus centros de poder del sistema capitalista. La pugna global en su perspectiva fundamentalista se ha desviado hacia la interacción entre culturas. Cabe esperar acciones terroristas como el golpe de estupor contra la publicación humorista francesa Charlie Hebdo. Ese fundamentalismo islámico o Islam Político interactuó con la hegemonía capitalista angloestadounidense y sus secuaces. ¿A quién pertenece el poder?
Crecimos aprendiendo que el fino humor francés es la manifestación más delectada de la cultura modernista.
Históricamente, desde los tiempos de las Cruzadas el cristianismo se debatía contra la amenaza árabe -¿Islam? Aquellos Caballeros Templarios ignoraban la existencia y utilidad de los hidrocarburos y las materias primas; hubiesen podido ahorrarse muchos dolores de cabeza en la acumulación cultural de haber discernido precozmente lo que le vendría encima a la Ciudad de las Luces si la política centro-capitalista intentaba darle la vuelta por la puerta de la cocina a otras acumulaciones históricas para imponerse como hegemonía dominante.
Martirizaron al África y al Caribe; después subvaloraron a los no blancos que huían hacia ese centro en busca de sobrevivencia.
Impusieron el sionismo israelí como nación fundamentalista a expandirse y dominar, representándolos en el Medio Oriente.
Colaboran en el acoso y bombardeo genocida a Libia y después a Siria. Zalameros se adhieren incondicionalmente al terrorismo angloestadounidense y a sus mercenarios. Ahora no saben qué hacer con el autoproclamado Ejército Islámico (EI).
Gracias a tales desajustes –y a otros por el estilo-, con un París sobrepoblado de representantes de la diversidad cultural a la que euro-occidente colonizó, dominó y maltrató; en medio de un melting pot psicótico la cotidianidad centro capitalista cae en la cuenta de que su sofisticado humorismo francés ya no tiene tanto swing. Y todo por el mal “chiste” de una caricatura aparecida en la publicación francesa, que no viene a cuentas evocar.
“El presidente de Francia, Francois Hollande, ha convocado una reunión ministerial de crisis en el Palacio Presidencial para tratar el ataque de este miércoles contra las oficinas de la revista satírica ‘Charlie Hebdo’, en la capitalina ciudad de París, y que se ha saldado con 12 muertos y varios heridos, la mayoría de gravedad. Por su parte, el primer ministro galo, Manuel Valls, ha anunciado el aumento del plan de protección antiterrorista al nivel de “alerta por atentados”, el más alto posible, en toda la capital.”[1](1)
Contrainjerencia detalla que según una fuente judicial, entre los fallecidos figuran los famosos caricaturistas Charb, Cabu, Wolinski y Tignous. La Fiscalía advierte que este anuncio no es oficial, debido a que es el resultado de una identificación hecha por un superviviente en la sede de la revista. Desde la profanación de la imagen del Profeta del Islam (recordar que en la religión musulmana no existe y está prohibida la graficación del Profeta; se asume como una profanación muy grave, un aspecto que a los europeos no les entra en la testa), Mohamad (la paz sea con él), a través de numerosas caricaturas publicadas en 2006 que indignaron al mundo islámico, el semanario de izquierda Charlie Hebdo ha sido blanco de constantes amenazas. ¿En realidad la “izquierda” en Francia es lo opuesto del lado derecho?
El profesor semiólogo e investigador sueco Göran Sonesson debería ser más tenido en cuenta a los efectos de procurar la conservación de ese candor satírico francés dentro de la UE. Más de una vez he reflexionado desde el académico de referencia ese aspecto. Y no ha sido suficiente; lo reitero.
Autodescrita como el modelo de cultura o sociedad que padece egocentrismo estólido (excepcionalismo), la hegemonía estadounidense –en tanto representante de la autoproducción y la centralidad burguesa- en su fundamento capitalista define no-Cultura a todo lo que ella especifique fuera de la dominación que impone.
Sonesson también es escéptico. Y comenta que si el modelo cultural es intrínsecamente egocéntrico, entonces la Cultura se hallará siempre donde esté el Ego, esto es que la acumulación histórica acopia y actualiza hacia tal egocentrismo taxativo del modelo de hegemonía capitalista para la desigualdad integral de los culturalmente diferentes.
Siempre será la acumulación histórica impuesta por el grupo(s) que controle el poder hacia adentro, y hacia afuera del modelo, porque no es solamente desde el punto de vista espacial que el sujeto que tiene el modelo no puede salirse realmente de su Cultura original.
La prospección debería –pero no lo es-, ser hacia la acumulación o totalidad histórico-cultural. Entrar y salir de una Cultura es un “riesgo” que la dominación estadounidense y capitalista en general, veta a priori. Sus guerras, siempre de agresión, conversan exclusivamente con sus propios intereses en crisis; como un “autista”, su hegemonía nunca se arriesga afuera de su propio modelo cultural capitalista. Para que lo diferente sea sometido a su supremacía codicial.[2](2) Es decir a la deslegitimación y al sarcasmo social. A estas alturas de lo civilizatorio changuear a una cultura –a una religión-, se ha convertido en un peligro efectivo.
Es de esperar que si la moraleja no es correctamente discernida por las potencias implicadas en el consenso OTAN subordinado a los intereses de la hegemonía angloestadounidense, y al sionismo israelí, eventos terroristas como este podrían acontecer de manera repetida en la medida en que para cierto reducto cultural y religioso del este de Europa, el espacio fundamentalista islámico resulte lo suficientemente atractivo, sobre todo para los jóvenes e individuos en busca de una solución material y de sentido dentro de la agresividad imperialista vigente, el aumento de la polarización insoportable en la distribución global de la riqueza durante el acopio rentista de la plutocracia burguesa; junto al trastorno del mercado del trabajo durante un crecimiento económico financiero que ha borrado a la inversión social de su horizonte.
Queda una zona harto nebulosa perteneciente al reducto de las agencias de Inteligencia capitalistas.
Todo lo que acontece en la zona del Medio Oriente, esencialmente los movimientos expansivos del llamado EI y su aspiración de hacerse con la extensa zona petrolera Iraq-Siria, los desplazamientos de mercenarios chechenos y chinos para integrar a esa fuerza terrorista –creada con dinero, asesoramiento y protección política de esas agencias de Inteligencia en pos de materializar “primaveras árabes”- , y la anunciada posibilidad de que extensiones de ese EI se desplacen hacia el este de Euro-Asia, específicamente hacia China y Rusia con el objetivo de desestabilizar a ambos países y que dejen de significar una amenaza para los intereses de la hegemonía angloestadounidense, bastante cariada en lo económico financiero, da elementos de juicio con que discernir a la intervención oculta de tales agencias cumpliendo órdenes de ese gobierno profundo –invisible-, que está detrás de la actual hegemonía capitalista. No sería la primera vez.
¿Charlie Hebdo no previó esa posibilidad dentro del gobierno de Hollande, primo hermano del de Netanyahu?
Cualquier acción terrorista es lamentable proviniendo de donde provenga. Lo que no debe ser confundido con los actos de fuerza bélica en defensa de la soberanía y la autodeterminación de un país. “Galimatías” muy conveniente a los intereses de expansión imperialista angloestadounidense para la ocupación militar del mundo.
Muy débil está la izquierda en Europa cuando Charlie Hebdo en vez de denunciar los desmanes de Hollande y comparsa en su propio país, se “metió en candela” de manera irresponsable con el fundamentalismo islámico, que también posee su brazo de Inteligencia en consenso con las agencias capitalistas de su tipo. Lamentablemente, el diario francés no entra entre los intereses a proteger por la Inteligencia francesa. Las autoridades galas deben ser muy cuidadosas con las personas inocentes que pertenecen a los grupos de inmigrantes de origen musulmán que residen en ese país. La islamofobia de moda en vintage es una de las causantes de atentados criminales como ese. Todas las religiones y las culturas exigen y merecen respeto como un principio ético y moral; y como premisa para la convivencia pacífica. El problema es político, no cultural. Los asesinados y heridos en esa masacre son un precio inadmisible por sobre cualquier interés.
Nuestra región, sin dejar de ser amenazada y acosada por esas agencias de Inteligencia imperialistas, quizás debido a que está compuesta por una mezcla harto variopinta de culturas, religiones e identidades étnicas, muestra –en los casos como Cuba, Venezuela Bolivariana, Bolivia, Ecuador y Nicaragua-, una convivencia pacífica al respecto que no comulga con terrorismo ni fundamentalismo alguno.
Los muertos, heridos y genocidios que hemos padecido y los que nos amenazan provienen, de manera aterradoramente transparente, de la agresividad del imperialismo angloestadounidense.
Europa sufrió la última guerra mundial y quedó desangrada. La lección no ha sido metabolizada de manera pertinente, por las fuerzas políticas de la Unión Europea, sometida a través de la OTAN (un tareco político inservible de la guerra fría) al excepcionalismo angloestadounidense; que los tiene embaucados en Ucrania y en el Medio Oriente. Mientras naufragan en una crisis integral como la que atraviesa el sistema capitalista quizás ignoren que este es el peor de los momentos históricos para una guerra.
Los centros capitalistas, reiteramos, están saturados en sus periferias por los representantes de las religiones y culturas que ellos mismos históricamente intentaron desmantelar a golpes de genocidio. Hace unos años, desde la misma Francia les denominaron, quizás despectivamente, “enjambres”.
Para la actual dimensión civilizatoria del sistema capitalista es imposible una paz con respeto a la soberanía en igualdad de derechos y deberes. Y eso tiene consecuencias imprevisibles.
Lamentamos el evento terrorista y sus criminales resultados. Los fundamentalismos de cualquier tipo no llevan a sitio alguno confiable. Es imprescindible respetar a las culturas y a las religiones (otras); respetar a quienes las profesan. Respetar.
Desde el litoral oeste de La Habana revolucionaria, martiana, marxista, socialista y bolivariana. 08/01/2015
[1] Paris: 12 muertos en ataque contra revista que se burló del Islam. Contrainjerencia 07/01/2015.
[2] Ver: VÍCTOR ANDRÉS GÓMEZ RODRÍGUEZ. La dominación comunicativa: un desafío para el socialismo del siglo XXI en la guerra cultural. Edición VIII. Pensar a Contracorriente. EDITORIAL DE CIENCIAS SOCIALES, LA HABANA, 2011. pp.198-199.
https://www.alainet.org/es/articulo/166622?language=en
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