Cuba hacia el 2015

El golpe de estupor y su anfibología imperialista posible

07/01/2015
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 “Ellos apelan a lo que llaman golpe de estupor, cuando entran de sorpresa y por la fuerza en algún lugar, para que todo el mundo sepa que ellos tienen la fuerza” René González S. Héroe de la República de Cuba.
 
Cuando el encantamiento de los referentes fetichistas de la cultura del capitalismo no alcanza para someter a las personas dentro y fuera del sistema, si el grado de dominación mental es insuficiente para que las gentes acudan a la convocatoria expedita en la publicidad del sistema; si alguien se va percatando de que existe agazapada una manipulación de las conciencias. Entonces llega el golpe de estupor.
 
Su objetivo esencial es el establecimiento de la dominación en “strike”, sin hielo, a la roca. Para que todos se convenzan de que no hay alternativa posible a su fuerza. Ni siquiera para quienes conscientemente están en contra del sistema.
 
Las guerras localizadas en el exterior son una de las herramientas para la aplicación de ese golpe. Que no termina en una acción específica. Sino que preferentemente es el inicio de un ecocidio provocado por el agresor. De ahí que la comercialización más importante que expande el imperialismo angloestadounidense está concentrada en la industria militar, en el desarrollo de la tecnología bélica más sofisticada para reprimir a las personas y a la ideas; se le suma el control sobre los medios masivos de información. El golpe de estupor no se limita a dichas guerras localizadas en el exterior; bien lejos de los centros del sistema.
 
La domesticación de “minorías” históricamente incómodas para la preeminencia de la etnocracia y el racismo, variantes culturales de la pugna antagónica entre clases sociales; la reducción por la fuerza contra los movimientos sociales anticapitalistas al interior mismo de los centros de poder. La vigilancia popular activa, contra el terrorismo que soporta a los planes de subversión contra países, gobiernos y pueblos que independientemente de su tamaño geográfico y desarrollo económico, están resueltos a defender su soberanía, son incluidos como puntos colimados por ese golpe de estupor posible.
 
En algunos casos, aparentemente, se desencadena por sí solo cuando los cuerpos de represión comienzan a asesinar a mansalva a personas negras, principalmente hombres jóvenes, en la calles de algunas ciudades de la misma unión angloestadunidense, sin que el primer presidente negro de los EE.UU. pueda dar una razón coherente. O cuando decenas de jóvenes estudiantes de ascendencia indígena son masacrados de “un zas” por las fuerzas paramilitares del poder político mexicano; sin que Peña Nieto tenga la capacidad de discernir una estrategia de disimulo. O cuando las fuerzas terroristas entrenadas por las mismas agencias de inteligencia capitalistas, inventan la pertinencia de un “califato” de pan con guayaba, primero para el derrocamiento mediante el genocidio, de gobiernos y sistemas políticos otros; terminando (y ahí está el mayor peligro para el mismo imperialismo angloestadounidense) saliéndose de control y bombardeando y matando en dirección a todas partes. O su preparación previa de ese golpe, cuando comienza el acoso massmediático mediante sanciones comerciales y demonización política de países y dirigentes inconvenientes.
 
Entonces, hay que llegar a la conclusión de que el imperialismo en hegemonía es el real promotor no solo del terrorismo, a su vez de la aplicación de tales golpes de estupor.
 
Hasta ahí todo está bastante claro; pero podríamos apelar a una hipótesis pertinente, porque los modos de dominación y sus herramientas se actualizan constantemente. En ocasiones apelando a niveles de imaginación y creatividad tan sorprendentes como sus golpes de estupor.
 
Es posible -sobre todo cuando un enemigo del sistema semantizado como incoercible, como no degradable, sobrevive a todo tipo de estrategias contra él, incluidos no pocos golpes de estupor convencionales, agresiones varias, y acoso mediante bloqueo, asedio económico y político junto a su demonización-, variar la socio-tecnología sin que cambie esa herramienta del golpe de estupor. Solo que en esta ocasión tendría una envoltura, un adorno encantador, casi un jubileo que sorpresivamente desarme, sobre todo, a los más tontos. 
 
En medio de las presiones insoportables que sufre el sistema angloestadounidense debido a la crisis integral del capitalismo, un día este toca a la puerta del enemigo irreconciliable, y cuando aquel abre, el sistema le extiende los brazos y le increpa: ¡ya está bueno de fajarnos, dame un abrazo! Y de paso pretende borrar la historia. 
 
Los obligados por generaciones a apretar las células de todo el cuerpo y resistir, los de manera insoportable acosados durante generaciones; quienes tuvieron que cultivar con delectación de artífice una cultura de la resistencia, podrían estar a punto de recibir con la puerta de su casa abierta un golpe de estupor mediante cierta variante que el imperialismo categorizaría como “blanda”.
 
La paz de facto se cultiva y cosecha con los ojos bien abiertos y la mente en ristre. No existe algo más propicio a los objetivos que persiguen los golpes de estupor imperialistas como la ingenuidad política y el cansancio desideologizado; abstracto.
 
Desde el litoral oeste de La Habana revolucionaria, martiana, marxista y bolivariana. 07/01/2015.    
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/166588
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