La crisis orgánica de la hegemonía capitalista
Christine Lagarde y la metáfora del espagueti
09/12/2014
- Opinión
Christine Lagarde intenta desmarcase de sus líos con la franco-malversación para definir quién tiene en latinoamericana un “espagueti” en el cerebro.
La directora del FMI realiza un recorrido por Suramérica con que realizar control de daños por la crisis orgánica que atraviesa el sistema.
Luego de aterrizar en, y de ser recibida con beneplácito por Santos en Colombia, Christine Lagarde la actual Presidenta del FMI (Fondo Monetario Internacional) oteó al horizonte a su derecha y dieron sus cansados ojos de euro-malversación con los lindes de la República Bolivariana de Venezuela.
A estas alturas el FMI –institución vetusta históricamente e inservible en lo social-, en su persistente operatividad como instrumento globalizado para el acopio parasitario de capital en tanto relación de poder, emerge durante su periplo por la región como una sórdida tiñosa (con el perdón de esas útiles aves que colaboran con la limpieza ambiental del entorno), haciendo control de daños tras devastar la sustentabilidad de Grecia, España, Portugal; y en general a la inversión social en toda la Unión Europea, donde las huelgas en los aeropuertos y terminales de ferrocarriles mantienen colapsados los servicios de transportación oeste-europeos en plena entrada del invierno y a pocos días de las festividades de fin de año. A ver, qué puede salvarse por aquí; porque allá casi todo está “quemado”.
En principio, Ernesto Samper, presidente de la UNASUR con sede recién estrenada en Quito, calificó de inadmisibles las declaraciones de Lagarde. Este mismo lunes 8 de diciembre de 2014, Maduro Moros presidente de la República Bolivariana de Venezuela, le devolvió a Lagarde su “espagueti” cerebral, que ésta había intentado endilgarle a ese país y a la región.
Triste recorrido de fin de año para la CEO, que cada vez que “mete la mano” en París corre a refugiarse en Washington. Ahora le ha dado por aplicar metáforas de recetas de cocina italiana a las políticas que no entiende.
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