Importancia de la integración regional

12/12/2012
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Sin duda, el debate sobre la profundización de la integración de América del Sur y en general de América Latina, es fundamental en un escenario de crisis de largo aliento de las economías desarrolladas. Reviste importancia no solo para dar respuesta a los impactos de esta crisis en la región, o incluso su posible traslado al continente; sino también para una vez acabado el tránsito mundial, contar con un actor trascendente en un mundo multipolar.
 
Como el proceso de integración regional tiene una gran trayectoria, existen múltiples instancias creadas con tal fin. Espacios de integración como la Comunidad Andina (CAN) y el Mercado Común del Sur (Mercosur) por ejemplo, dan cuenta de que en el plano económico se viene pensando la integración desde hace décadas.
 
De igual modo sucede en el plano político, la creación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y más recientemente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), hace evidente que la profundización de la integración regional está en el primer punto de la agenda.
 
En ese camino, hay discusiones relevantes como la convergencia entre el Mercosur y la Comunidad Andina en el marco de Unasur; o como la promoción de la integración financiera en el marco del Consejo Económico y Financiero de Unasur que se debate específicamente en el Grupo de Trabajo de Integración Financiera (GTIF), coordinado actualmente por el gobierno argentino e integrado por representantes de los demás ministerios de Economía y de las Bancas Centrales de la región.
 
Si bien es cierto que hay disenso sobre la visión de desarrollo regional que articula el proceso de integración, el consenso apuesta porque todas las instituciones existentes dialoguen. Eso se pudo percibir en el último encuentro de espacios de integración regional promovido por la Celac en Montevideo.
 
La sede de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) en Uruguay fue el escenario en agosto pasado de un evento que reunió desde representantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), que prioriza la cooperación sur-sur en la integración, hasta la Alianza del Pacífico, que prioriza el libre comercio. Esta diversidad de enfoques coincidió para poner los puntos de agenda común por delante.
 
Es en ese marco en que las organizaciones de la sociedad civil y movimientos sociales pueden aportar al proceso de integración, para lo cual es indispensable contar con más mecanismos de participación efectiva en cada una de las instancias de integración, en especial en Unasur y Celac, a fin de facilitar la interlocución entre los Estados y la ciudadanía activa. Se puede tomar como punto de partida, los esquemas de participación de la sociedad civil en el seno del Mercosur y la CAN.
 
La reciente aprobación del Foro de Participación Ciudadana en el seno de Unasur como resultado de la reciente cumbre de jefes y jefas de Estado celebrada en Lima es un paso importante. Habrá que ver como se llena de contenido.
 
Revista Economía Crítica Nº 5, noviembre 2012
https://www.alainet.org/es/articulo/163282
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