Un encuentro de saberes y resistencias en Barcelona

09/11/2012
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Movimientos indígenas, feminismos, ecologismos, indignad@s, ¿qué tienen en común?
 
Con sus saberes y resistencias los pueblos indígenas de América Latina han sido protagonistas de grandes luchas, levantamientos e insurrecciones, han contribuido a la generación de poderosas alianzas e incidido en los cambios vividos en las últimas décadas en la región.
 
Es innegable el papel que los pueblos originarios han jugado en las luchas contra el neoliberalismo y los tratados de libre comercio, en el derrocamiento de gobiernos corrompidos y al servicio de Estados Unidos, en la realización de asambleas constituyentes y nuevas constituciones, en el reconocimiento de Estados plurinacionales, en los debates sobre el Sumak Kawsay y el socialismo del buen vivir, en la inclusión de los derechos de la Madre Tierra dentro de una constitución, en la defensa de los bienes comunes frente a las multinacionales extractivas de la minería y la energía. En estos y otros campos, ellos han mostrando caminos y hecho unos aportes valiosos a los procesos de transformación política, económica y social.
 
Sin caer en la idealización del mundo indígena y sus cosmovisiones, sin olvidar las diferencias que puedan existir entre dichos pueblos y sin negar los aportes de otros movimientos, debemos reconocer que a partir de sus conocimientos ancestrales, sus luchas por defender su autonomía y sus intercambios con las culturas con las que interactúan, ellos están poniendo en práctica propuestas que pueden ayudar a enfrentar las graves crisis que viven el planeta y la humanidad.  
 
Mientras las ideas del dominio total sobre la naturaleza y los seres humanos a través crecimiento y el lucro ilimitados llevan a la destrucción del medio ambiente, el agotamiento de los bienes comunes y el calentamiento global, los pueblos indígenas nos invitan a respetar y cuidar las montañas, las aguas y la diversidad de la vida de la cual venimos. Mientras el consumismo y el egocentrismo avivan el individualismo posesivo y la alienación que llevan a tratar a las personas como mercancías o cosas, mediadas por el dinero, entre estos pueblos perviven modos de sociedad en los que hombres y mujeres viven en comunidad, son tratados como personas con dignidad, otros y otras merecedores de la reciprocidad. Mientras en el modelo de vida occidental, a las viejas subordinaciones que hemos acumulado se les añade hoy nuestra dependencia diaria de los grandes bancos, aquellos que llevan siglos luchando por su descolonización nos dan ejemplos de autonomía.
 
Pero después de la debacle del socialismo y la izquierda desde finales del siglo pasado, nuevos movimientos sociales vuelven a revivir las prácticas emancipatorias: los diversos feminismos, los ecologismos, los movimientos por la justicia social, los indignados, Occupy Wall Street y una multiplicidad de experiencias locales en diferentes partes del mundo. Y es evidente que existen muchas cosas en común entre éstos y las causas que movilizan a los indígenas: autoorganización, autonomía, autogestión, democracia directa, rupturas con las vanguardias y el Estado, construcción de otras formas de vida y de sociedad, otras visiones de la realidad y cómo transformarla, nuevas maneras de entender la revolución.
 
Cuando una encrucijada de crisis sacude los cimientos de esta civilización y nos revela que ya no es posible una solución positiva dentro del actual sistema, estos movimientos nos muestran otras alternativas. Por ello es importante que se visibilicen, se encuentren, intercambien ideas y experiencias, junten sus resistencias, se retroalimenten y se globalicen. El Intercambio de Saberes y Resistencias que se va a realizar en Barcelona los días 21, 22 y 23 de noviembre quiere ser una contribución en esa dirección.
 
Cinco hombres y mujeres indígenas de Colombia intercambiarán y debatirán sus experiencias con activistas de los movimientos sociales de Catalunya y el público en torno a las temáticas de las crisis actuales, las alternativas al desarrollo, la autonomía, la destrucción de la naturaleza por las empresas transnacionales de la energía y la minería, las mujeres ante el patriarcado y el papel de los movimientos sociales en la construcción de la paz en Colombia.
 
Será un encuentro entre resistencias indígenas, feminismos, ecologismos, indignad@s, movimientos por la justicia social y otros alternativos; entre viejos saberes estigmatizados y negados durante siglos por la colonización que hoy resurgen con fuerza y las nuevas expresiones de rebeldía de la Europa del siglo XXI; entre las esperanzas del Sur y las del Norte.
 
Será una buena oportunidad para que los amigos y simpatizantes de estas causas asistamos y ayudemos también a estrechar lazos y solidaridades, a desatar nuevas sinergias y encontrar nuevos horizontes. 
 
 
NOTA:
 
L@s indígenas que participarán pertenecen al Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), la Unidad Indígena del Pueblo Awá (UNIPA) y el pueblo Yanakuna. Para mayor información y programa:
 
 
José Aristizábal es miembro del Observatorio por la Autonomía y los Derechos de los Pueblos Indígenas en Colombia
 
 
 
 
 
 
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/162483
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