Evasión tributaria de grandes empresas
31/10/2012
- Opinión
Cada año los países en desarrollo pierden miles de millones de dólares en impuestos no pagados que van a parar a los paraísos fiscales. Con ello muchas transnacionales evaden y eluden tributos en las naciones donde generan riqueza.
Los flujos financieros ilícitos hacia los paraísos fiscales son enormes. Global Financial Integrity (GFI), un centro de investigación sobre justicia fiscal en Estados Unidos, señala que a nivel mundial se estiman en 6.5 billones de dólares.
Peor aún, en el estudio “Price of offshore revisited” (1) de julio de 2012, elaborado por la Tax Justice Network se señala que en paraísos fiscales se albergan entre 21 y 32 billones de dólares (2). Esto representa el PIB de Estados Unidos y Japón juntos.
Encabezan la lista de perjudicados China, Rusia, Corea del Sur y Brasil. Es como si la riqueza equivalente a dichos países fuera capturada en decenas de territorios al mejor estilo de agujeros negros del mundo financiero.
Las pérdidas
Los flujos ilícitos hacia los paraísos fiscales están al centro de nuestro sistema económico y financiero actual. Es interesante saber que el traslado de los fondos hacia estos territorios es realizado con asistencia de la banca internacional. Basta decir que en promedio, pasaron por cincuenta bancos unos 12 billones de dólares con ese destino. Los tres bancos privados que manejan la mayor cantidad de los fondos offshore son UBS, Credit Suisse y Goldman Sachs.
Pero más allá de las pérdidas de capitales que debieron enriquecer las economías nacionales, las pérdidas en impuestos para los gobiernos son más que preocupantes.
Suponiendo que esta riqueza generara una rentabilidad de 3 por ciento anual y si sobre estos flujos se pagara un impuesto de solo el 30 por ciento, se generaría entre 190 y 280 mil millones de dólares de ingresos fiscales, que los gobiernos podrían utilizar en políticas sociales y de desarrollo.
Países en desarrollo
Lógicamente, o mejor dicho trágicamente, la situación es más grave cuando se trata de países en desarrollo. El GFI considera que los países en desarrollo perdieron en promedio, entre 725 mil millones y 810 mil millones de dólares por año en el período 2000-2008, por concepto de flujos ilícitos. Eso representa más o menos diez veces la asistencia para el desarrollo de los países de la OCDE.
Básicamente, podemos decir que cada año, hay más dinero que sale de los países en desarrollo hacia los países del norte (incluyendo sus paraísos fiscales), que de dinero que entra.
Muchos de los países considerados pobres o de bajos ingresos son en realidad países ricos, pero el problema es que esa riqueza está off shore, en manos de sus élites y sus banqueros privados
Se señala además que los países ricos en petróleo o en general, en hidrocarburos están especialmente expuestos al peligro de que su riqueza desaparezca en los paraísos en vez de ser invertida en el país.
Paraísos y flujos
Un paraíso fiscal también conocido como jurisdicción de opacidad financiera, de secretismo ó cloaca fiscal por su naturaleza de negocio sucio; es un lugar donde se provee poca o nula información y se permite la fuga o escape de impuestos, el secretismo financiero, la evasión de regulaciones financieras, y la evasión de leyes penales.
Según la Red Europea sobre Deuda y Desarrollo (Eurodad), los flujos ilícitos provenientes de los países en desarrollo se componen por 5 por ciento de dinero de la corrupción, 31 por ciento de dinero de la criminalidad y 64 por ciento de dinero de flujos comerciales. Claramente, los flujos más importantes no están del lado de políticos corruptos o de criminales, sino de las actividades de las empresas transnacionales.
Y eso ocurre porque en sus actividades comerciales diarias, las transnacionales recurren a la manipulación de los precios de transferencia, uno de los métodos más utilizados para trasladar artificialmente ganancias, del país donde crean riqueza hacia paraísos fiscal.
Precios de transferencia
Son los que pactan dos empresas vinculadas que pertenecen a un mismo grupo empresarial para realizar una transacción. Mediante este mecanismo se puede distribuir utilidades entre ambas empresas. Una le puede vender más caro o más barato a la otra, a diferencia del precio de mercado.
Por lo tanto, el precio de transferencia no siempre sigue las reglas de una economía de mercado, es decir, no siempre se regula mediante la ley de la oferta y la demanda.
Las normas sobre precios de transferencia buscan evitar que empresas vinculadas o relacionadas (casa matriz y filiales, por ejemplo) manipulen los precios bajo los cuales intercambian bienes o servicios, de forma tal que aumenten sus costos o deducciones, o disminuyan sus ingresos gravables (principio de plena competencia).
Sin embargo, existen muchas limitaciones de las directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) (3), como por ejemplo el que señala el experto tributario Michael Durst, sobre que están “basadas en un malentendido fundamental de la economía práctica”.
Un problema clave es que el sistema de la OCDE depende de la capacidad de encontrar “precios comparables” para establecer el precio correcto para las transacciones. Sin embargo, en muchos casos estos precios son difíciles de encontrar o simplemente no existen, por ejemplo en el caso muy común de empresas que producen un producto único en el mercado global, o en el caso de marcas o de propiedad intelectual.
Datos adicionales
La Organización Mundial del Comercio (OMC) señala que el 60 por ciento del comercio mundial se da entre empresas asociadas o relacionadas. El Global Financial Integrity estima a su vez que aproximadamente el 50 por ciento de los flujos financieros ilícitos mundiales proviene de la manipulación de los precios de transferencia.
Y la ONG británica Christian Aid ha estimado que son aproximadamente 160 mil millones de dólares países en desarrollo los que se pierden de la evasión mediante la manipulación de precios de transferencia (reporte Falsas ganancias). Monto equivalente a 1.5 veces el presupuesto que países desarrollados destinan como AOD.
Buscando opciones
Para acabar con esto modelo económico opaco y fundamentalmente desigual, hay propuestas de especialistas que coinciden con los de las organizaciones de la sociedad civil:
- Reportes país: desglose de los reportes financieros de las corporaciones multinacionales, incluyendo información de las filiales para el control fiscal de Estados, identificando prácticas ilícitas, escrutinio público del comportamiento corporativo, de interés de análisis de riesgo para el inversor, efecto disuasorio, entre otros.
- Para regular los precios de transferencia se requiere de normativas adecuadas que respondan a los desafíos que enfrentan los países. Se puede incidir en equilibrar y regular acuerdos de doble tributación, y el intercambio automático de información fiscal.
- Eficacia y mayor transparencia en el intercambio automático de información tributaria, para erradicar las conductas nocivas de quienes ofrecen cuentas secretas y productos financieros opacos.
31 oct 2012
(2) Solamente expresado en términos de riqueza financiera, no incluyen otros activos no financieros (inmuebles y otras propiedades).
- Luis Moreno es economista miembro del equipo técnico de la Red Latinoamericana sobre Deuda, Desarrollo y Derechos (Latindadd).
Revista Economía Crítica No 4, Red Latinoamericana sobre Deuda, Desarrollo y Derechos (LATINDADD). economiacritica@latindadd.org
https://www.alainet.org/es/articulo/162285
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