395,949 personas refugiadas y las conversaciones de paz

04/10/2012
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“Tuvimos que salir, dejar todo. Mi mujer salió por la mañana como siempre para llevar a las niñas a la escuela. El jefe paramilitar la había mirado a la mayorcita que tiene 14 años y la quería para él. Quería que yo pagara una vacuna demasiado alta de la venta que teníamos. En la noche yo me fui para el monte. En la mañana, Marcela, antes de llegar a la escuela, se metió con las niñas por una vereda y nos encontramos. Ahora estamos en Ecuador tratando de pedir refugio. Colombia ya no  es seguro para nosotros. No sé qué vamos a hacer.” (Testimonio, julio 2012).
 
En Colombia más de  4 millones de personas han debido abandonar su hogar para huir del conflicto, según las cifras oficiales. De ellas 395,949 son refugiadas y refugiados documentados, según reporta el ACNUR. Una cifra enorme y muy bien escondida por la política oficial y los medios de comunicación. Este fue el resultado de la aplicación del Plan Colombia y la Política de Seguridad Democrática aplicada por el ex presidente Uribe donde el 98% de las solicitudes de refugio son de personas provenientes de sectores rurales o urbanos marginales, que quedan en el medio del conflicto, que no pueden o no quieren pagar las vacunas, que han sido testigos de masacres, que huyen para salvar a hijas e hijos del reclutamiento forzado, o que son expulsadas por paramilitares para ocupar sus fincas y cooperativas. Hay otro grupo grande que son específicamente las poblaciones indígenas que en principio tienen derecho a la binacionalidad sin embargo terminan siendo asilados en el país vecino, con menos derechos que sus hermanos nacionales.
 
Un poco más del 70% son mujeres, niñas y niños, que dejan sus casas  para salvar sus vidas o su libertad. Obligadas a abandonar todo, su chacra o su barrio, su juguete, su cultivo, su vecina que le prestaba panela, la amiga de la infancia, la escuela. Cincuenta y cinco mil de estas personas  han encontrado protección en Ecuador y éste es el país con el mayor número de refugiados colombianos en el mundo. Las demás están en  Costa Rica, Venezuela, Brasil, Estados Unidos, y Canadá, principalmente.
 
Las inminentes conversaciones de paz entre las FARC y el Gobierno, son un paso importantísimo para la solución del conflicto. Sin embargo la mayoría de refugiadas y refugiados, en sus testimonios, hablan de la persecución de al menos 5 actores: los paramilitares, las FARC, el ELN, Las Fuerzas Armadas y el narcotráfico. Ello implica que las conversaciones entre dos actores principales no harán desaparecer la situación de guerra, pero podrán sentar bases fundamentales para ir construyendo un gran acuerdo nacional, que abra las puertas  a una fase distinta de la vida republicana de ese país.
 
En este proceso de diálogo inicial, hay zonas de agudización del conflicto por ejemplo en el sur de Colombia donde acciones de militares, paramilitares o de la guerrilla, expulsan a la población civil hacia el Ecuador en  la lucha por el control de la producción y el tráfico de drogasen esta área. Hoy en día el Ecuador recibe más de mil solicitudes mensuales de refugio a lo largo de su frontera sin embargo respondiendo a una nueva política securitista, Ecuador coloca serias trabas al acceso al procedimiento de refugio en comparación a años pasados.
 
Es en este marco que sostenemos que entre los participantes del diálogo y en alguna de sus futuras instancias, deben estar representadas las refugiadas y los refugiados. Estas personas con su vivencia en el exterior,  llevarán  contribuciones a la construcción de la paz. Las  miles de voces del exilio y en particular de las mujeres, que han sido y son objetivo militar, deben ser escuchadas en estas negociaciones, tal como ocurrió en México y Centroamérica en su momento. Movilizar las opiniones y transmitir las experiencias adquiridas, que van desde elementos muy domésticos y prácticos de supervivencia cotidiana, hasta conocimientos de convivencia social en condiciones adversas y experiencias de vida en democracia, serán un  aporte a la construcción y  restauración de la Colombia post conflicto, cuando llegue ese momento. Esas organizaciones y su participación en el diálogo de paz, podrán ser también un aporte determinante a la repatriación voluntaria cuando esta ocurra, algún día.
 
- Luis Varese, fue funcionario de ACNUR durante más de 20 años.
https://www.alainet.org/es/articulo/161551
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