Brasil y Paraguay

30/06/2012
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En todas las crisis de los países americanos, el rol de Washington es siempre crucial. Sin embargo, en el caso paraguayo Brasilia puede jugar un papel tan  o hasta más clave.
 
Durante el siglo XX Brasil fue el principal socio de EEUU en las dos guerras mundiales y en su estrategia panamericanista, aunque en las últimas dos décadas la mayor república latina ha buscado desarrollar su propia hegemonía regional, aprovechándose de la creciente oposición de nuevos gobiernos nacionalistas sur y centro americanos ante la Casa Blanca y a que esta última encuentra nuevos contrapesos en Rusia, China y otros países del viejo mundo. 
 
Brasil lideró las fuerzas extranjeras de intervención en Haití y luego asiló al presidente hondureño depuesto Mel Zelaya en su embajada siendo el eje de las sanciones contra el golpe en esa nación.
 
Paraguay es el país históricamente más influenciado por Brasil, donde se le considera  casi como uno de sus Estados. Durante el siglo IXX los cariocas se expandieron hacia el oeste arrebatando sendos territorios a sus siete vecinos hispánicos. Uruguay libró su última guerra de la independencia no contra una potencia ibérica sino contra el Imperio brasileño. Paraguay es el país que más sufrió el expansionismo del dictador brasileño y latinoamericano más longevo (Pedro II), quien dirigió la mayor guerra de exterminio postcolonial americana cuando en 1864-70 Paraguay perdió la mitad de superficie  y el 90% de su población varonil adulta.
 
Los colorados, el partido que ha gobernado la mayor parte de la historia paraguaya luego de esa guerra (y que ha sido el motor de la deposición de Lugo ) han sido tradicionales aliados de Brasil. Cuando el más añejo dictador suramericano del siglo XX (Alfredo Stroessner)  fue depuesto, él se refugió en Brasil y fue protegido por Henrique Cardoso, quien se proclamaba como un presidente centro izquierdista.
 
Brasil tiene grandes intereses en ese país, en su gran central eléctrica y en sus agroexportaciones, además de tener decenas de miles de ciudadanos suyos residiendo en Paraguay.
 
A diferencia de Honduras, distante país centroamericano con pocos vínculos humanos y comerciales con Brasil, el gobernante PT no promueve el bloqueo ni asila al presidente depuesto; ha adoptado una línea menos dura que  la de la alba o argentina aunque suspendiendo a Paraguay del Mercosur y así haciendo lograr entrar a dicho bloque a Venezuela (pues el parlamento paraguayo vetaba su ingreso).
 
- Isaac Bigio es analista internacional. Ha enseñado ciencias políticas en la London School of Economics & Political Sciences. www.bigio.org
https://www.alainet.org/es/articulo/159195?language=es
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