El Manifiesto: Indignados del mundo uníos

03/06/2012
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En el mundo capitalista, imperial y neoliberal, los proletarios, los pobres, los desheredados de la fortuna de una calidad de vida humana digna y esperanzadora, se manifiestan cotidianamente contra toda forma de imposición financiera que los humilla, explota y desampara.
 
Nadie habría creído, hace algún tiempo,  que los “ocupy” de los estados europeos y del pueblo norteamericano habrían de protestar por las medidas inhumanas a las que los propietarios de las transnacionales corporativas  los tienen sometidos.
 
Hoy más que nunca “El Manifiesto Comunista” escrito en 1848, por Carlos Marx y Federico Engels, cobra una importancia capital para entender que la lucha de clases sociales dominadas es una sola en todos los parámetros del mundo capitalista.
 
Nadie los ha incitado, nadie los ha financiado, nadie los ha impulsado o adoctrinado, como expresan contrariamente  los corifeos de la política de la seguridad nacional y del poder mediático internacional.
 
Los indignados del mundo están protestando porque no tienen otra alternativa que salir a las calles a dejarse  escuchar ante los sordos oídos de los gobiernos títeres del neocapitalismo, del neo nacionalismo y del neoliberalismo.
 
Es un deber leer este texto de primerísima importancia para la lucha social e ideológica de los países denominados del tercer Mundo.
 
Entonces, para entender por qué los pobres del mundo protestan ante la ofensiva descomunal de las empresas financieras mundiales habrá que repasar estas líneas de sabiduría ideológica sin precedentes.
 
Precisamente  el club de Bilderberg, está  ahora reunido en Estados Unidos,  para definir su apoyo a uno de los candidatos presidenciales norteamericano al cual le brindará todo su financiamiento mediático y financiero, con el objetivo de proseguir la guerra mortal contra los pueblos soberanos en cualquier parte de la geografía planetaria.
 
Los pobres del mundo están siendo atacados en sus propias trincheras de lucha, el trabajo, las  jubilaciones, los sistemas de seguridad social, en fin,  los beneficios populares  del Estado protector y además, como ente soberano responsable de velar por los intereses de quienes los eligieron en elecciones generales.
 
El Manifiesto Comunista abre sus páginas con el siguiente primer párrafo:
 
Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de lucha de clases.
 
Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros  y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha in interrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes.”
 
Quien no quiera entender la claridad de estas frases lapidarias, en los partidos revolucionarios del mundo, está determinado al fracaso del discurso político y por ende, a la venta de los intereses de los marginados, de los postergados, rechazados y excluidos de la sociedad  de la calidad de vida humana, digna y combativa.
 
Es una lucha permanente, de día y de noche,   es una lucha que no ceja, ni cejará, hasta que las fuerzas del poder popular, de la soberanía patriótica en cada país, triunfe sobre las fuerzas del mal, las fuerzas del eje del mal imperial en toda la tierra.
 
Y siguen expresando los autores mencionados:
 
En los tiempos históricos nos encontramos a la sociedad dividida casi por doquier en una serie de estamentos dentro de cado de los cuales reina, a su vez, una nueva jerarquía social de grados y posiciones. En la Roma antigua son los patricios, los équites (caballeros romanos), los plebeyos, los esclavos; en la edad media, los señores feudales, los vasallos, los maestros y los oficiales de los gremios, los siervos de la gleba, y dentro de cada una de esas clases todavía nos encontramos con nuevos matices y gradaciones…sin embargo, nuestra época, la burguesía, se caracteriza por haber simplificado estos antagonismos de clase”
 
Hoy es el tiempo en que las nuevas fuerzas de la sociedad son dominadas por una burguesía nacional, títere de los consorcios corporativos  transnacionales.
 
Constituye una élite fáctica que está arraigada y representada políticamente por los partidos conservadores a ultranza, mismos  que defienden y promueven sus intereses en el estado republicano neoliberal.
 
Convertida en oligarquía reaccionaria pro imperial, se sostiene por los aparatos represivos del Estado (la escuela, los estamentos judiciales, el ejército, la policía, la religión,etc) en todos los países del mundo capitalista.
 
En Honduras el Golpe de Estado nos deja una lección: la teoría revolucionaria de Marx, Engels y demás teóricos, pusieron al descubierto las fuerzas del mal en contra del pueblo que salió a las calles a resistir  un 28 de junio de 2009, y esa represión logró permear la conciencia social de los hondureños para convertirlos en el primer movimiento de indignados del mundo con una conciencia de clase combativa y esencialmente inclaudicable.
 
La fecha de conmemoración de los indignados del mundo debiera ser  el 28 de junio de 2009 protagonizado por un pueblo lanzado a la calle durante muchos meses cotidianamente.
 
Los indignados de Honduras fueron los primeros en salir a las calles, fueron los más reprimidos por la cantidad de meses con que diariamente se marchó en contra del plan imperial y oligárquico militar.
 
Los indignados de Honduras pusieron más sacrificios que todos los demás que ahora proclaman que el 15 de marzo de 2011 como el día mundial de los indignados.
 
En el año 2009 los sublevados, los crispados, los exasperados y los enfurecidos hondureños salieron a las calles a defender la democracia participativa, a defender el proyecto de la Asamblea Nacional Constituyente, y la redacción de una nueva Carta Fundamental, a defender el proyecto de la cuarta urna de aquella fecha histórica.
 
Los indignados hondureños partieron de un Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) hacia la fundación de un brazo político denominado Libertad y Refundación (LIBRE).
 
Las lecciones que el pueblo hondureño ofrece al mundo son precisamente pasar de “movilizacionismo social”  al partidarismo político genuino y proletario, campesino y pequeño burgués, con la clase media y la burguesía patriótica, pequeños empresarios y los trabajadores informales,  que insertos en el partido Libre, sostienen   que las ideas son nuestras armas  y que las urnas son nuestro instrumento de expresión popular y de democracia participativa, el voto nuestro castigo en contra de toda la vieja estructura capitalista represiva.
 
Y a partir de ello  deberemos construir teoría por que los indignados del resto del mundo no han sobrepasado la etapa de las movilizaciones como paso previo para crear las estructuras partidarias políticas capaces de producir un cambio en el decurso de la coyuntura de la lucha de clases en cada país agredido por el imperio neoliberal, en el cual  está inmerso el movimiento de indignados del mundo.
 
Necesitamos un nuevo Manifiesto, el manifiesto de los pobres, de los exaltados, de los crispados, de los exasperados, de los enfurecidos, puesto al día en el siglo XXI,  partiendo de los preclaros ejemplos de Cuba, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Brasil, de  los países de UNASUR, del ALBA, como un modelo alternativo político, económico y social.
 
Mientras tanto, los indignados mundiales prosiguen sus protestas, sus requerimientos, sus propuestas en cada país. No queda otra solidaridad que la solidaridad internacional que una a todos los pobres del mundo para construir la nueva sociedad revolucionaria, transformadora, humanista, equitativa, justa y soberana.
 
El Manifiesto expresa que los condenados, indignados deben laborar por la unión y la inteligencia de los partidos democráticos en todos los países. 
 
Y finaliza el Manifiesto “Tiemblen, si quieren, las clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución…Los proletarios, con ella, nada tienen que perder, como no sea sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo entero que ganar.
 
¡Proletarios de todos los países, uníos! ”
 
https://www.alainet.org/es/articulo/158430?language=es
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